Subsidios, los salvavidas de la economía mundial

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¿Qué decisiones están tomando los gobiernos para mantener a flote la economía? ¿Cuál es el panorama de Colombia en cuanto a la articulación de subsidios para hacer frente a la crisis? ¿Estaría el país en capacidad de imitar las medidas de EE. UU. y Reino Unido? Opinan Alberto Bernal, Camilo Tobón y José Miguel Santamaría.


Por: Redacción 360 Radio

“El mundo se enfrenta a una crisis sin precedentes”, ¿cuántas veces no hemos oído esta frase ante cualquier situación que amenaza el transcurso ordinario de las cosas? Sin embargo, hoy en día estas palabras parecen haber dado en el clavo, frente a la amenaza del coronavirus, que además de llevarse casi 650 mil vidas, ha acabado con los avances logrados hasta ahora por los países alrededor del globo.

Los gobiernos han tomado medidas de toda índole en un intento por mitigar los daños ocasionados en materia económica, política, social y hasta cultural. Una de las disposiciones comunes y más relevantes son los subsidios, los mandatarios coinciden en que estas ayudas son indispensables para mantener a flote la economía en medio de la crisis actual.

A la hora de hablar de subsidios, Estados Unidos es quien se lleva toda la atención. El gigante norteamericano que cuenta con cerca de 331 millones de habitantes, registra una tasa de desempleo del 11,1%, cifra que no se había visto desde la gran crisis del ‘Martes negro’ en 1929. Esto supone la pérdida de alrededor de 44 millones de empleos en los últimos meses a causa de la pandemia por la Covid-19.

Así las cosas, el gobierno de Donald Trump incrementó su gasto público al implementar un sistema de subsidios para las personas naturales y para las empresas pequeñas, medianas y grandes del país. De acuerdo con la BBC, actualmente los estadounidenses desempleados han recibido subsidios semanales de 600 dólares y otros una ayuda única de hasta 1.200 dólares, con el fin de que puedan abastecerse y seguir adquiriendo bienes y servicios. Incluso, adultos que continuaban en sus trabajos recibieron la ayuda.

“Cuando la fuerza laboral se detiene, las personas dejan de recibir dinero y dejan de comprar; se da un freno total del círculo económico”, explica Camilo Tobón Herrera, economista con énfasis en Proyectos de la Universidad Eafit, con experiencia en el sector público y privado. Es por esto que los gobiernos ven en los subsidios un medio para mantener activo dicho círculo, incluso en niveles mínimos o intermedios. 

Además, en el caso de Estados Unidos, otorgar subsidios es una tarea sencilla si se compara con la implementación de esta medida, por ejemplo, en Colombia. Esto se debe a que “Estados Unidos emite su propia moneda, puede imprimir millones de dólares y nadie va a decirles nada, además de que es una de las monedas más poderosas del mundo. Por esto, tal vez el único país que puede dar tantos subsidios y tan altos es Estados Unidos”, según José Miguel Santamaría, administrador de empresas del Colegio de Estudios Superiores de Administración CESA, con estudios adicionales en Operación Bursátil y Derivados Financieros y una amplia experiencia en el mundo de la política nacional.

En cuanto a los subsidios que ha dispuesto el país norteamericano a las empresas, Camilo Tobón asegura “que están destinados a proteger el empleo y por esto es que es necesario subsidiar en nómina”, así los gobiernos garantizan que las empresas puedan cubrir por lo menos el salario de sus colaboradores, para que no tengan que ser despedidos y en consecuencia se frene el ciclo económico.

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En Estados Unidos el gobierno Trump destinó 3 billones de dólares para subsidiar a las compañías del país, con un monto promedio de 79.000 dólares para cada una. Además, habilitó préstamos para aquellas empresas que mantuvieron su personal o que volvieron a contratarlo, con tasas de interés de apenas el 1%. Sin embargo, el diario digital Infobae denuncia que más de 350.000 dólares han sido destinados a compañías que no los necesitaban y solo los utilizaron para aumentar su capital.

En Estados Unidos el gobierno Trump destinó 3 billones de dólares para subsidiar a las compañías del país, con un monto promedio de 79.000 dólares para cada una.

De esta forma, Estados Unidos se atiene a una crisis económica que no sufría hace casi 100 años, con un alza en la cifra de desempleo, que para el año pasado se ubicaba apenas en el 3%. Sumado a una apertura flexible del comercio a nivel nacional.

Por su parte, Reino Unido con 68 millones de habitantes aproximadamente, también ha desplegado un paquete de subsidios para diversos sectores de la población entre los cuales se encuentran las empresas grandes y pequeñas, hoteles, centros de ocio e incluso un aporte especial a la cultura.

En cuanto a las empresas, el gobierno cubre hasta el 80% de los salarios del personal, como es el caso del auxilio Job Retention Scheme, en el que se deben cumplir una serie de requisitos para acceder a él. También, los trabajadores autónomos reciben un auxilio con el Statutory Sick Pay, un subsidio creado exclusivamente para su caso. A esto se le añade la disponibilidad de préstamos con 0% de interés y el aplazamiento en el pago del IVA.

En el caso de las personas naturales, el subsidio es para quienes perdieron su empleo y reciben 118 libras esterlinas a la semana. Mientras que el gobierno británico subsidia con 25.000 libras al sector hotelero y de entretenimiento y con un aporte de 1.570 millones de libras a la cultura. Todo esto para frenar el aumento del desempleó que se ubica en un 3,9% y reactivar paulatinamente su economía.

Después de analizar estos casos y los de otros países como Suiza, que destinó 40 millones de euros para auxiliar a los trabajadores, surge una serie de preguntas que vale la pena plantearse en medio de la situación actual: ¿Cuál es el panorama de Colombia en cuanto a la articulación de subsidios para hacer frente a la crisis? ¿Estaría el país en capacidad de imitar las medidas de EE. UU. y Reino Unido?

De acuerdo con el economista Alberto Bernal, la respuesta es definitivamente no. “En Colombia no se puede hacer lo que se hace en Estados Unidos o en Alemania e Inglaterra, porque el gobierno no tiene recursos”, comentó el experto.

Por su parte, José Miguel Santamaría opina que Colombia ya cuenta con suficientes subsidios independientemente de la pandemia: Familias en Acción, Subsidio al adulto mayor, descuentos para la facturación de servicios públicos, tv paga, telefonía móvil y, ahora, el Ingreso Solidario, propuesta del gobierno del presidente Iván Duque.

Así, Santamaría considera que para pensar en otros subsidios para la población en este momento, se tendría que empezar por eliminar los que ya existen y coincide con Bernal al decir que el estado colombiano no tiene la capacidad económica para hacer más.

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Además agrega, que en el debate político ha sido muy mencionado el hecho de establecer una renta básica de 1 millón de pesos para los colombianos más desfavorecidos. Para él, esto sería ideal, siempre y cuando se cobrara un IVA del 19% para todas las personas y este se devolviera a los más necesitados a través de esta renta básica. Por supuesto, esto también supondría la eliminación de las demás ayudas.

Por otro lado, otro impedimento para otorgar subsidios a la población que Camilo Tobón argumenta es que si Colombia imprime pesos desde el Banco de la República, no tendría el mismo efecto que Estados Unidos cuando emite dólares. Por el contrario, esto desencadenaría en una inflación alta. “Sucedería lo mismo que en Venezuela, donde imprimieron bolívares y lo que obtuvieron a cambio fue inflación” añade también José Miguel Santamaría.

“Sucedería lo mismo que en Venezuela, donde imprimieron bolívares y lo que obtuvieron a cambio fue inflación”

José miguel santamaría

Además, otra limitación son los altos índices de informalidad laboral que siempre han caracterizado al empleo en el país. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), para mayo de 2020 la informalidad en Colombia alcanzó el 46,8%.

Para Tobón, la informalidad impide “presentar datos verificables al gobierno y para este es muy difícil cubrir casos donde hay régimen simplificado y ausencia de prestaciones sociales”, que son información indispensable para que el estado pueda otorgar ayudas a las personas que se quedaron sin trabajo por el coronavirus. En el mismo sentido, añade que “es imposible que Colombia pueda cubrirlos a todos, no somos un país rico”.

En el caso de las empresas, el gobierno nacional ha habilitado los subsidios de nómina, para los que hay que cumplir ciertas exigencias para su obtención y están destinados tanto para pequeñas y medianas empresas como para las grandes. Según informa el diario económico Portafolio, $849.381 millones de pesos se han destinado para estos subsidios a nivel nacional.

Sin embargo, José Miguel Santamaría comenta que estos sirven para aliviar a las empresas, pero sin un final previsto para los aislamientos preventivos y cuarentenas obligatorias, el gobierno no tendrá tanta capacidad para mantenerlos. “Soy un convencido de que hay que abrir la economía en este momento. El gobierno pensó en cuidar a la gente y no en enseñarle cómo cuidarse”, comenta el político.

Así mismo, Camilo Tobón añade que Colombia depende del Fondo Monetario Internacional y que, para mantener o inflar los subsidios existentes para las compañías, tendría que incrementar su deuda con la organización, saldo que incluiría los respectivos intereses y llevaría a sobrepasar el nivel de déficit anual del país, correspondiente al 2,2% del PIB nacional.

Así las cosas, Colombia es un país que por sus problemáticas de empleo y una economía apenas emergente, provoca que el otorgar subsidios no implique solo distribuir dinero a la población y a las compañías, sino en analizar las múltiples repercusiones que esto podría tener a futuro.

No obstante, el panorama es alentador. Según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), la economía en Colombia no se verá gravemente afectada, debido a la reapertura gradual que inició desde mayo. El centro de estudios afirma que “solo de esta manera se evitarán nuevos deterioros de la actividad económica y, con ello, mayores pérdidas de empleo e ingresos de los hogares”.

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