Con una tasa corporativa que alcanza el 35%, Colombia se posiciona en la cima de América Latina, seguida de Argentina, que también podría llegar al mismo porcentaje. Brasil completa el trío con una tasa considerable, aunque ligeramente inferior. Esta alta carga fiscal no solo afecta la competitividad de las empresas locales, sino que también puede desalentar la llegada de inversiones extranjeras que buscan establecerse en un entorno más amigable para los negocios.
La alta carga fiscal en Colombia y su impacto en la competitividad empresarial
Es interesante observar que, si bien las empresas colombianas deben tributar por los ingresos generados en todos los países donde operan, las empresas extranjeras que funcionan en Colombia solo están obligadas a pagar impuestos por los ingresos obtenidos dentro del territorio nacional. Esta distinción puede ser un factor a favor para atraer inversiones, pero la alta tasa impositiva sigue siendo un obstáculo considerable.
En contraste, Paraguay se destaca por tener la tasa corporativa más baja de la región, fijada en solo 10%. Este país aplica un «impuesto a la renta de actividades económicas» que se extiende a todas las rentas, utilidades y ganancias de los sectores primario, secundario y terciario. La diferencia en las tasas impositivas entre Colombia y Paraguay puede influir en las decisiones de inversión y en la creación de nuevas empresas en estos países.
El impuesto sobre la renta individual también refleja diferencias significativas en la región. La mayoría de los países latinoamericanos aplican un sistema de tasas progresivas, donde los que más ganan pagan un porcentaje mayor. En este contexto, Colombia, Ecuador y Argentina son los países con las tasas más altas, alcanzando 39%, 37% y 35%, respectivamente. En Colombia, el impuesto sobre la renta se calcula utilizando las Unidades de Valor Tributario (UVT), que para el presente año se han fijado en $47.605.
Los residentes fiscales, tanto nacionales como extranjeros, tributan sobre su renta mundial y están obligados a declarar su patrimonio en Colombia y en el exterior. Por otro lado, los no residentes solo deben tributar por sus ingresos generados en Colombia, lo que simplifica su carga fiscal.
La alta carga fiscal en Colombia plantea serios desafíos para la creación de nuevas empresas y para el crecimiento económico en general. Con un entorno impositivo que penaliza la rentabilidad empresarial, es crucial que el gobierno considere una revisión de las tasas impositivas. La búsqueda de un equilibrio entre la necesidad de financiar al Estado y la creación de un entorno favorable para los negocios será clave para el desarrollo económico del país.
Algunos expertos sugieren que una revisión de la estructura impositiva podría fomentar la formalización de más empresas y el aumento de la inversión extranjera. Una política fiscal más competitiva no solo beneficiaría a las empresas, sino también a la economía en su conjunto, generando empleos y mejorando la calidad de vida de los ciudadanos.
El sistema impositivo en Colombia presenta un panorama complejo que afecta tanto a personas naturales como a empresas. Las altas tasas de impuestos sobre la renta corporativa e individual no solo plantean retos para la competitividad, sino que también requieren una revisión crítica para asegurar que el país pueda atraer inversiones y fomentar el crecimiento económico.