Durante la pandemia bajaron tasas e imprimieron dinero tarde y luego empezaron a subir tasas para frenar la economía y ahora que la economía está tan estancada ¿Qué va a pasar? ¿Hasta dónde llegarán?
EDITORIAL
Esta es una reflexión general, que le incumbe a los bancos centrales del mundo, no solo al de Colombia.
El de Colombia, termina siendo un eslabón muy débil en la cadena que termina replicando lo mismo que hace el Banco Central europeo, el banco del Reino Unido y el banco de Estados Unidos.
Cuando se nos atravesó el Covid, se demoraron cerca de 4 a 5 meses para tomar medidas y evitar esa recesión forzosa e inesperada que tuvimos, en ese momento, tratando de salvar empleo, de salvar empresas, de que las personas no pasaran hambre, pero estas ayudas llegaron muy tarde. Ahora que existe una gran inflación, una inflación derivada de una mezcla de falta de oferta.
En los principios de la pos pandemia, generó una presión alcista en los precios, cuando las personas estaban demandando, ni siquiera bienes de lujo o que no fuese necesario, si no vienes corrientes; como computadores, como carros, que se tenían que tener, pero la crisis de los contenedores, de suministros de la cadena logística general, hizo que esa pandemia, hizo esa baja de tasas, esa impresión de dinero, esa emisión de dinero que se hizo tan fuerte en todo el mundo, sobre todo en Estados Unidos, lo que dejo fue una muy mala combinación, un cóctel explosivo.
En Estados Unidos y en otros lugares del mundo, ha empezado a bajar la inflación, mientras que en Colombia no, así lo indican los números. A pesar de que algunos políticos quieran hacer otras lecturas; la inflación en Colombia está acompañada de la devaluación de la moneda, como si fuese poco, y además, de un cambio de gobierno que ha generado una estampida en los capitales, que ha generado desconfianza, que ha generado temor, incertidumbre, inseguridad jurídica e inseguridad física. En medio de un año económico tan complejo como el 2023.
Este año tiene tantas alertas , tenemos una cascada de reformas las cuales amenazan con afectar muchísimo más la economía, entonces, acá volvemos con el papel de los bancos centrales, que son los que bajan y suben tasas. En especial, en Colombia son muy cómodos con esa posición del codirector del banco de la República y claramente el presidente Petro, está en contra de esto abiertamente.
Esa alza de tasas tan radicales que tiene el banco en la República en Colombia, si no se dan cuenta, la economía colombiana ya está presentando desde hace 3 meses, signos de desaceleración, de enfriamiento, índices claros de que las cosas se están poniendo feas y se van a poner peor.
Lo peor es que el banco de la República, miope, se fija solo en el dato de inflación y sigue subiendo tasas y no se está dando cuenta que se están cargando la economía.
Porque tenemos una tasa de usura de más del 45%, porque si no es por el movimiento de un banco privado, los otros bancos no empiezan a bajar tasas de interés; por ejemplo tarjetas de crédito y eso que no aplica para todas las tarjetas.
Porque ahí sí caben el dicho pues que los privados se mueven más rápido y son más eficientes que los públicos, en los bancos en Colombia saben que lo que está sucediendo, que lo que está haciendo el banco de la república, está mal hecho, es una decisión cómoda, fácil y a la vez muy irresponsable. Por poner un ejemplo uno de los sectores más afectados es el de la construcción, el sector que genera un 10% de empleo en todo el país.
Esto es una bomba de tiempo que puede que no se vea ya, pero que se va a ver en aproximadamente en 7, 12 o 14 meses. Fuera de eso, el sector servicios está “aporriadisimo” y otras industrias hoy tienen inversiones frenadas por la coyuntura política y económica.
El Banco de la República tiene que mirar por último lo que está pasando en Estados Unidos y en Europa.
En Estados Unidos que se empiezan a quebrar bancos pues es un signo de que esa presión alza de tasas, ya está empezando a cobrar sus primeras víctimas, no solamente se van a tirar bancos, microempresas, pequeñas y medianas empresas, sino, que se van a tirar muchos empleos y en Colombia va a pasar exactamente lo mismo.
Esta editorial es un llamado a la reflexión, de nuevo, a la sensatez, a que revisen las políticas actuales, la coyuntura, la situación y que trabajen un poquito más, que no sean tan miopes a la hora de tomar esas decisiones. Porque si se han dado cuenta se equivocaron en la pandemia, después de acabarse la pandemia y ahora también están haciendo lo mismo.
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