¿Te sientes solo? Tal vez sea culpa de Instagram

Foto: Cortesía

Tal vez sea difícil reconocer que nos sentimos solos, pero es una realidad que constantemente estamos tratando de evitar. Las redes sociales se han convertido en madrigueras personales que nos permiten ensimismarnos y, por un rato, olvidar que estamos cada vez más solos.


Por: Redacción 360 Radio

Es curioso que haya una diferencia en la forma en cómo se refiere cada red social a aquellas personas que envían una solicitud a tu perfil para entrar en contacto contigo. En Facebook se llaman «amigos», en Instagram «seguidores».

¿En qué nos convierte cada categoría? Facebook por lo menos pretende mantener el estatus social de «amigo», pero Instagram te sube un poco la autoestima, por lo menos eso nos hace creer. Si tienes alguien que te siga, significa que eres alguien que tiene algo que atrae a los demás y te hace interesante.

Según una estadística de Statista publicada por World Economic Forum, Instagram es la red social que mayor impacto negativo tiene para los jóvenes. El estudio fue organizado por la organización británica Royal Society for Public Health y el Young Health Movement.

redes sociales

«En este, se entrevistó a 1.479 jóvenes de entre 14 y 24 años residentes en Reino Unido sobre el impacto psicológico del uso de las plataformas sociales. Aspectos como la sensación de soledad, el concepto sobre uno/a mismo/a, la evaluación sobre el propio cuerpo, la depresión y los vínculos emocionales fueron tomados en consideración.» – así lo publicó el portal del WEF.

Ahora bien, ¿Por qué sucede esto? ¿por qué nos sentimos tan solos?

Según estudios sociológicos el tamaño natural de un grupo de seres humanos es de 150 personas. Un grupo donde cada miembro conoce a su compañero, sabe su nombre, sus gustos, sus pesares, sus debilidades, verdaderamente los conoce.

Hoy ese número sólo podría hacerte ver como alguien impopular. En nuestras redes sociales tendemos a tener personas que sólo hemos visto una vez o conocimos en alguna reunión social, probablemente ni sabíamos su nombre hasta que nos llegó la solicitud de «seguidor». Con la creciente acumulación de seguidores hemos empezado a sacrificar la calidad vs. la cantidad.

Las plataformas virtuales y las redes sociales ahora permiten que podamos administrar nuestra vida social de una manera más efectiva. Tenemos la capacidad de mostrar y ocultar lo que queramos. A diferencia de una conversación física en tiempo real, cara a cara, en un chat podemos controlar y editar lo que vamos a decir; en una foto de Instagram podemos modificar el encuadre y poner un filtro a nuestra cruda realidad.

Mientras creemos que estamos acompañados, que estamos siendo seguidos, amados, «gustados» con cientos de likes, la realidad es que cada vez estamos más solos.

 

 

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