¿Tiene una maldición el Metro de Bogotá?

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En 360 Radio hemos insistido en el llamado a cada Gobierno en cada proyecto por cada territorio y es que prime el bienestar general y el sentido común, en este caso por el Metro de Bogotá.


EDITORIAL

Los bogotanos llevan más de 60 años leyendo titulares y escuchando noticias sobre el metro, el amigo imaginario, en eso se ha convertido el metro para bogotanos y no bogotanos. Una ciudad que a pesar de ser agreste en muchos sentidos puede ser una de las pocas ciudades que abre las puertas de par en para quienes quieren asentarse allí o quienes van a hacer negocios, estudiar o trabajar y buscar mejores oportunidades. 

Bogotá, lastimosamente ha tenido problemas que han envejecido muy mal, su nula planeación urbana le ha pasado factura toda la vida y hoy lo sigue haciendo. También, una racha de pésimas elecciones electorales han pesado sobre el pasado y presente de la ciudad y pareciera que cada vez que la ciudad logra un respiro para avanzar en un proyecto fundamental de desarrollo siempre termina sucediendo algo que vuelve y pone en jaque ese proyecto y en este caso el Metro

Si hay existido un consenso en la ciudad en donde difícilmente se lleguen a dar tipos de estos es que la ciudad necesita, no solamente una línea de metro, necesita aproximadamente seis líneas de metro complementandose a sistemas de buses, cables y también necesita una verdadera red de ciclorrutas y una gran red de andenes y de infraestructura vial, porque construir vías no es malo, en las vías circula desde el estrato 1 al estrato 6. 

Desde la persona con discapacidad, el anciano, la empleada, el empresario y desde luego los alcaldes. Entonces, la mezquindad y la hipocresía es la que ha primado en Bogotá a la hora de tomar estas decisiones, perjudicando como siempre al bogotano que más necesita moverse seguro, cómodo, de una manera eficiente y a un costo que sea accesible. 

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Transmilenio se ha convertido en una pesadilla a pesar de ser una solución, sobre todo para las mujeres y ha sido lastimosamente algo que se normalizó en la capital del país. Pero, para retomar el tema metro, este se planeó, estructuró y contrató con un trazado, con dos líneas, con obras que van avanzando; ya se está construyendo el patio taller, ya se compraron los predios, ya se ven las obras en la ciudad. 

¿Qué cuesta dejar que esto avance tranquilamente? ¿Por qué el empeño en poner talanqueras y hacer que se detenga? ¿Por qué quererse llevar el punto? Hay una necesidad de satisfacción personal en querer que se haga subterráneo. Nos da mucha pena pero sí el entonces alcalde Petro pues tenía que haber hecho lo que hizo Peñalosa que era dejarlo contratado. Lo cierto es por más que el presidente diga que sabotearon su proyecto, pues no lo contrató y por tanto ese metro que Petro quería nunca se inició. 

El único alcalde que contrató el metro se llama Enrique Peñalosa y él sacó adelante ese proyecto, lo contrató siendo una persona muy cambiante de opinión sobre todo en el proyecto metro y Claudia López, siendo contraria a Peñalosa aceptó continuar el proyecto y lo está sacando adelante. Ahí es cuando se piensa en ciudad, ahí es cuando se prioriza el bienestar de los bogotanos claramente. 

Nuestro llamado es a los concejales de Bogotá, a los representantes a la Cámara, para que formen un frente común y le pidan al Presidente Petro que reconsidere sus decisiones sobre el Metro de Bogotá. Adelante un nuevo proyecto para la tercera y cuarta línea, pero pensemos con el sentido común y pensando en el bienestar de los colombianos, de los ciudadanos. 

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