La creciente amenaza de escasez de gas en Colombia y los desafíos asociados al suministro energético han llevado a un replanteamiento urgente de la matriz energética del país. Ante esta situación, expertos y representantes de distintos sectores señalan la importancia de avanzar hacia una matriz más diversificada, que incluya tanto fuentes renovables, como la solar y la eólica, así como soluciones energéticas que respondan a las demandas de sostenibilidad y estabilidad en el suministro.
El panorama energético colombiano enfrenta presiones significativas. Según la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), la capacidad de energía solar en el mundo pasó de 40 GW en 2010 a 580 GW en 2019, un crecimiento impulsado en buena medida por la reducción de costes y la creciente competitividad de las energías renovables.
Este contexto ha hecho que las fuentes limpias sean una alternativa cada vez más viable, destacando su papel en la lucha contra la crisis energética actual y en la reducción de la dependencia de fuentes convencionales, como el gas.
El auge de las energías renovables en Colombia y América Latina: En Colombia, la transición hacia energías limpias avanza de manera sostenida. Un informe reciente reveló que el 83% de los encuestados en el país ve en la energía solar una de las piezas clave para lograr una transición energética, mientras que el 86% destaca la relevancia de la energía eólica en este proceso.
Las fuentes renovables, además de responder a la crisis de gas, ofrecen ventajas en cuanto a estabilidad en el suministro, sostenibilidad ambiental y oportunidades de inversión, permitiendo un entorno de mayor seguridad energética en el país.
La transición energética en Colombia: un camino hacia la sostenibilidad
La diversificación de las fuentes no solo ayuda a enfrentar los problemas inmediatos de suministro; también representa una respuesta estratégica a largo plazo. El acceso a soluciones que abarcan tecnologías de generación a partir de distintas fuentes —como gas, biogás, hidrógeno verde y electricidad almacenada en baterías— ofrece una flexibilidad que las industrias requieren para mitigar los riesgos asociados a la volatilidad de un mercado energético en constante cambio.
La transición energética: esfuerzos compartidos entre gobierno, academia y sector privado: Recientemente, el primer Congreso de Energía y Transición Energética, organizado por la Universidad de los Andes, fue un espacio clave donde expertos de distintos sectores discutieron los retos y las oportunidades de la transición en Colombia.
Durante este encuentro, Rubby Casallas, decana de la Facultad de Ingeniería, subrayó el potencial del país para liderar la transición energética gracias a sus recursos eólicos, fotovoltaicos y geotérmicos. Casallas enfatizó, además, la importancia de las tecnologías emergentes, como el hidrógeno verde, que podrían consolidar a Colombia como un referente regional en la producción de energías renovables.
Según datos de la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME), Colombia ha alcanzado una capacidad instalada de 1,8 GW en energía solar, lo cual demuestra el progreso en diversificación energética, impulsado por incentivos del gobierno y la colaboración de las industrias.
Empresas y transición energética: compromisos hacia la sostenibilidad: A medida que la transición energética se convierte en una prioridad, las empresas en Colombia también han comenzado a tomar un rol activo en la adopción de tecnologías sostenibles.
Para el 39% de las empresas, el cambio hacia fuentes de energía limpia es su principal objetivo estratégico, mientras que el 71% considera que esta transición no es solo una responsabilidad ambiental, sino una oportunidad para fortalecer la competitividad y la sostenibilidad a largo plazo.
Las soluciones de generación modular están siendo adoptadas por diversas industrias que requieren una infraestructura energética adaptable. Estas tecnologías permiten ajustar el suministro de acuerdo con la demanda y aprovechar opciones de cogeneración, es decir, la producción conjunta de electricidad y calor, lo cual optimiza el uso de recursos y ayuda a reducir los costos operativos.
Un aspecto importante en el éxito de la transición es la reducción del impacto ambiental de las operaciones empresariales, donde la sustitución de equipos de alta emisión de carbono, como los generadores diésel, por alternativas de bajas emisiones, juega un papel fundamental.
En Colombia, alrededor del 70% de los equipos de generación temporal en funcionamiento ya operan a gas, una alternativa menos contaminante que, en combinación con energías renovables, fortalece la transformación energética que el país busca alcanzar.
Perspectivas y beneficios de las soluciones energéticas modulares en Colombia: Las tecnologías modulares y temporales de generación de energía se perfilan como una solución eficaz para las industrias que enfrentan desafíos relacionados con la producción, el ahorro de costos y la sostenibilidad.
Estos sistemas, además de ofrecer flexibilidad en el ajuste de la energía suministrada, se destacan por sus características innovadoras, como la supervisión a distancia y el servicio integral 24/7, que asegura una respuesta rápida ante fluctuaciones en el consumo o el suministro de energía.
Entre las ventajas de estos sistemas se encuentran:
- Adaptabilidad : Capacidad para aumentar o reducir el suministro energético de manera rápida, atendiendo las necesidades variables de la industria.
- Cogeneración : Suministro conjunto de calor y electricidad, optimizando el uso de recursos.
- Eficiencia en costos : Reducción de costos en comparación con fuentes tradicionales.
- Fiabilidad : Tecnología que garantiza alto rendimiento y supervisión a distancia para un control continuo.
- Compromiso ambiental : Disminución del impacto ambiental y contribución a la reducción de emisiones.
La transición energética como oportunidad para Colombia: La transición energética en Colombia representa una oportunidad única para avanzar hacia un modelo de desarrollo sostenible, al tiempo que reduce la vulnerabilidad frente a la crisis del gas y otros desafíos de suministro energético.
La combinación de energías renovables con fuentes convencionales, apoyada en tecnologías de alta eficiencia, permite un progreso seguro y sostenible hacia un modelo energético resiliente y más respetuoso con el medio ambiente.
“Tenemos la meta de ser carbono neutral para 2035, lo que implica una mejora e inversión en equipos de generación más eficientes y nuestros clientes están empezando a migrar hacia una transición energética más estructurada y desde Aggreko ponemos todo el Capex para este desarrollo”, explica Álvaro López, gerente de desarrollo de negocio de Aggreko.
La adopción de estos avances permite a Colombia alinearse con los compromisos globales de reducción de emisiones, estableciendo una base para el desarrollo energético que responda tanto a la demanda actual como a los objetivos de sostenibilidad a largo plazo.
Con el respaldo de políticas favorables y el compromiso de empresas e instituciones, el país avanza hacia una matriz energética equilibrada, que fomenta un crecimiento económico sostenible y la conservación del entorno natural.