Tras elecciones: «O sea: el registrador del gobierno, puesto por el gobierno del subpresidente Iván Duque, con jurados a favor del gobierno, fue copado por Gustavo Petro para manipularle sus votos. Pastrana, Marta Lucía Ramírez, así como el líder del partido de gobierno, pretenden desconocer el resultado y señalar la irregularidad, con el argumento de que las víctimas del fraude son los verdaderos autores del fraude. Es más, donde antes votaban por ellos (eso está bien) ahora votan por Pacto Histórico (que es muy mal)...»
Por: Wilmar Vera Z.
Entre el 5 y 6 de diciembre de 1928, el gobierno de Miguel Abadía Méndez, ante una protesta de trabajadores de la United Fruit Company, en Magdalena, por la explotación laboral a sus obreros le ordenó a los soldados disparar contra los manifestantes, sellando con sangre el final de la Hegemonía del partido conservador en 1930.
Entre abril y junio de 2021 miles de colombianos salieron a las calles a protestar por una propuesta de reforma tributaria injusta, en la que las clases bajas y medias debían pagar más. Hubo 84 asesinados, 1.790 heridos, 84 lesiones oculares, 1.540 denuncias por abuso policial, varias violaciones sexuales y 75 desaparecidos (Ver: http://centromemoria.gov.co/las-cifras-del-horror-documentacion-y-sistematizacion-de-violaciones-a-derechos-humanos-del-paro-2021/)
Macabro resultado de la ceguera de un gobernante (¿?) y sus aliados.
En esos días nefastos, los jóvenes anunciaron: “nos vemos en elecciones”. Y así ocurrió.
La violencia es la generadora de cambio en la historia de Colombia, por desgracia.
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Hoy las elecciones del 13 de marzo terminaron pero siguen dando de qué hablar y aunque ya dieron una cifra oficial, el daño está hecho. Supongamos que fueron errores por el diseño del formulario (denunciado semanas antes y al que no le prestaron atención), pero no se puede negar que había una predisposición para el fraude, que gracias a las redes y a testigos electorales preparados ante la poca credibilidad del ente encargado de las elecciones, alertaron sobre la falta de votos en 29.000 mesas.
Como si fuera poco, la trampa estaba armada: jurados cambiados porque los profesores no eran confiables, corruptos pagando por el voto a pocos metros de mesas de votación, constreñimiento al electorado, amenazas a candidatos (como la de los curules por la Paz), se sumaron a jurados anunciando en sus redes, como ocurrió en una universidad de Medellín, que voto del Pacto Histórico que vieran lo anularía o a Lefevre Bessudo confesando sus crímenes electorales con tranquilidad. Y no pasó nada porque esa es la fiesta democrática que le gusta a los de siempre.
Mi abuela decía que en el desayuno se conoce el almuerzo. Semanas antes, el viajero del Lolita Express, Andrés Pastrana (que sí sabe bien de fraudes, como en 1970), empezó a rodar la idea de que en una reunión de empresarios, en la que estaba Indra, la firma contratada por la Registraduría, se tramó un torcido.
O sea: el registrador del gobierno, puesto por el gobierno del subpresidente Iván Duque, con jurados a favor del gobierno, fue copado por Gustavo Petro para manipularle sus votos. Pastrana, Marta Lucía Ramírez, así como el líder del partido de gobierno, pretenden desconocer el resultado y señalar la irregularidad, con el argumento de que las víctimas del fraude son los verdaderos autores del fraude. Es más, donde antes votaban por ellos (eso está bien) ahora votan por Pacto Histórico (que es muy mal).
De no ser por las redes sociales y las denuncias virales, nunca nos habríamos dado cuenta de que en una de cada cuatro mesas no había votos, lo que llevó a que hoy Pacto Histórico alcance la votación más grande en la historia colombiana, con 19 senadores. Y con una Registraduría en contra: “quien crea que no tiene garantías que no se presente”, pontificó altanero Vega, quien está en mora de renunciar y ser investigado.
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Gilberto Tobón, candidato de Fuerza Ciudadana, al que le abudieron su curul siendo una de las cinco personas más votadas (casi 173.000 votos), lo ha dicho muy claro: quien tiene la capacidad para robarle las elecciones a Petro es la mafia del narco Estado que se encuentra en el Gobierno desde hace muchos, muchos años.
Así las cosas, como hizo el supremacista y racista Trump con su frustrado golpe de Estado de 2021, la delincuencia enquistada parece que no va a entregar el poder, sembrará un manto de dudas sobre un nuevo gobierno progresista, porque cuando los resultados no lo sirven buscarán todo (legal e ilegal) para no soltar su tajada. Lo vimos en Medellín con EPM, lo vimos en Magdalena y ahora a nivel nacional.
La Historia de Colombia es un eterno dar vueltas hacia ninguna parte, siempre en beneficio de un puñado de plutócratas explotadores, egoístas y rapaces.
¿No era la izquierda la que se eternizaría en el poder? Linda la payasada de democracia colombiana…
Ñapa: El asesinato de Eliécer Santanilla no puede caer en el olvido. Los destapes de corrupción en el Quindío le están, pos mortem, dándole la razón. #JusticiaParaEliécerSantanilla
