Como en lo sucedido con el túnel de occidente, primero se hizo la gran inversión pero por error u omisión no se construyeron los accesos y salidas necesarias. El colapso duró más de cuatro años, aún no tiene unas salidas eficientes y el túnel se tiene que cerrar por momentos.
Por: Redacción 360 Radio
A la Alcaldía de Medellín se le ha dicho de todas las maneras posibles que es imperativo construir lo más rápido posible unas megaobras viales que se necesitan para que el túnel de oriente sí funcione de una manera correcta, no sea peor el remedio que la enfermedad, y fuera de eso que a lo largo del tiempo no produzca caos viales que terminen perjudicando sectores como El Poblado y Centro de Medellín. Cabe aclarar que esas recomendaciones se han formulado desde hace casi cuatro años, cuando el alcalde era Aníbal Gaviria.
Lo que sucederá es simple; la Calle 33 que ya está colapsada se terminará de infartar; la transversal superior será un embudo al llegar a la zona de Las Palmas, al igual que ese mismo corredor desde su inicio en San Diego. Claramente la mayor parte del tráfico decidirá transitar por el túnel como la mejor opción para ir al Oriente antioqueño, lo que originará una demanda muy superior a lo que se tiene en capacidad para soportar. En la calle 33 se hace necesario construir un deprimido desde Las Palmas (San diego) hasta el inicio del puente sobre el río en esa misma arteria.
Los efectos negativos también se sentirán en la Av. El Poblado, la Calle 30 e incluso la Calle 10. Se espera que la experiencia negativa del túnel de occidente no se repita con el de oriente.