Turismo regenerativo crece en Colombia como alternativa al modelo tradicional de viajes

El país se posiciona como referente regional de un turismo que no solo evita dañar, sino que repara. Viajero y territorio se transforman mutuamente a través de acciones ambientales y culturales concretas.

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En un mundo que busca transitar del extractivismo a la restauración, el turismo regenerativo se posiciona como una nueva forma de viajar que no solo respeta, sino que repara. Esta tendencia va más allá de reducir impactos negativos: propone que cada viaje deje una huella positiva y duradera en los ecosistemas y comunidades anfitrionas.

Colombia, con su riqueza natural y diversidad cultural, está convirtiéndose en uno de los referentes regionales de este modelo transformador.

Panorama general: A diferencia del turismo tradicional o incluso del turismo sostenible, el enfoque regenerativo exige una participación activa del visitante. El viajero deja de ser un mero espectador para convertirse en colaborador de procesos locales de restauración ecológica, rescate cultural o fortalecimiento económico.

En palabras de María Alejandra Castillo, gerente general del Hotel Punta Diamante en Santander: “El turismo regenerativo tiene un impacto transformador, no solo para el medio ambiente, sino también para las comunidades. Este modelo propone devolverle al territorio más de lo que se toma: restaurar ecosistemas, rescatar saberes ancestrales y fortalecer las economías locales”.

Este enfoque se materializa en acciones concretas: reforestación de suelos degradados, rehabilitación de manglares, adopción de prácticas agroecológicas y participación en proyectos comunitarios. Según cifras del Ministerio de Agricultura, en el embalse de Calima (Valle del Cauca), la participación de turistas en programas de reforestación y restauración del suelo ha permitido aumentar la biodiversidad local hasta en un 30%.

Turismo regenerativo crece en Colombia como alternativa al modelo tradicional de viajes

Colombia lidera la transformación hacia un turismo regenerativo con impacto positivo

Diversas regiones del país están apostando por integrar el turismo a sus estrategias de desarrollo sostenible. Uno de los casos más relevantes es el proyecto turístico de Cajasan en Topocoro, Santander. Este contempla la instalación de paneles solares, recolección de aguas lluvias y el uso de materiales locales para las construcciones. Más allá de ofrecer servicios turísticos responsables, se espera que genere cerca de 400 empleos directos e indirectos en la región.

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El compromiso con esta visión también se evidencia en el sector hotelero. En el Hotel Punta Diamante, por ejemplo, se recolectan aguas lluvias para su reutilización, se trabaja con proveedores locales y se diseñan experiencias que conectan al viajero con el entorno natural y cultural santandereano.

Turismo regenerativo crece en Colombia como alternativa al modelo tradicional de viajes

Por qué es importante: Esta transformación no sería posible sin una evolución en el perfil del turista. De acuerdo con el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), el 69% de los viajeros globales busca activamente opciones sostenibles, y muchos están dispuestos a pagar más por experiencias que reduzcan su huella de carbono y contribuyan al desarrollo de comunidades locales.

Este cambio de mentalidad está abriendo nuevas oportunidades para los territorios colombianos que buscan combinar conservación, cultura y crecimiento económico.

Entre los destinos que lideran esta

  • Santander: Además del proyecto en Topocoro, se destaca la labor del Refugio Piedra Parada, donde se han instalado plantas de tratamiento de aguas residuales y se utilizan fuentes de energía renovable en la operación hotelera. Esto ha permitido generar empleo local y proteger las fuentes hídricas de la región.
  • Meta: En el Jardín Botánico de La Macarena, los turistas se integran a procesos de conservación del ecosistema amazónico, desde la protección del bosque y la educación ambiental hasta la participación en actividades agroecológicas y de turismo comunitario.
  • Valle del Cauca: En el embalse de Calima, el turismo regenerativo ha cobrado fuerza mediante actividades como la restauración de suelos, siembra de árboles nativos y apoyo a iniciativas económicas locales. El impacto en la biodiversidad ha sido notable, con un aumento del 30% en especies reportadas.
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