Confidenciales 360
Aunque el gabinete que por el momento ha nombrado Iván Duque tenga uno o dos rasgos que le pueden dar un tinte regional o por lo menos de cambio, esto ha traído algunas molestias como en Antioquia, el Eje Cafetero y los Santanderes, departamentos claves para la victoria de Iván Duque.
Ni más faltaba desconocer que quien gana es el que nombra y el que goza, como dicen en el argot popular. Claramente siempre hay unas personas que tratan de incidir de buena o mala manera en los nombramientos de personas, especialmente porque en los ministerios, que hoy son cerca de 18, se permite ver qué rumbo y qué rasgos distinguirán al nuevo gobierno, cuáles serán sus características, así como los caminos por los que transitarán todos sus proyectos, así como el analizar el perfil que tendrá con los empresarios, los gremios, los académicos, los juristas y obviamente los políticos.
Con la diversidad que tiene Colombia, se hace necesario contar con un gabinete descentralizado, porque así es como lo indica la Constitución Política de 1991, pero lo cierto es que en los últimos 8 años el país ha vivido una centralización recalcitrante, pues han creído que Colombia va de la Calle 26 a la 140 y escasamente llega hasta la Carrera 19 en Bogotá, perjudicando en buena parte la relación de los departamentos con el gobierno central.
Hay que decir que Iván Duque está cumpliendo con su promesa de nombrar gente técnica sin tantos tintes políticos, así como personas que no tienen una clara evidencia de que están pagando una cuota, sino que son personas que han llegado allí para trabajar en pro del país, pero aunque tenga uno o dos rasgos que le pueden dar un tinte regional o por lo menos de cambio, esto ha traído algunas molestias como en Antioquia, el Eje Cafetero y los Santanderes, departamentos claves para la victoria de Iván Duque. Veamos porqué.
Quizá uno de los nombramientos que ha hecho Duque y que no ha tenido tanta resistencia, es el de Nancy Patricia Gutiérrez, quien es oriunda de Girardot, pero toda su vida ha vivido en Bogotá. Recordemos que tuvo un importante proceso judicial abierto que le costó gran parte de su reputación, pero fue absuelta por la Corte Suprema de Justicia luego de que se comprobara que falsos testigos querían acabar con su carrera política.
Gutiérrez es la primera mujer que es designada como ministra del Interior en Colombia. Tiene retos gigantes y por lo que se ve hasta el día de hoy, su relación con el Congreso de la República no será nada fácil, lo que hace prever que necesitará de alguien que tenga amplio bagaje y que sepa moverse muy bien entre los partidos políticos.
En el ministerio de relaciones exteriores estará Carlos Holmes Trujillo, quien es oriundo del Valle del Cauca, pero toda su vida la ha hecho más por fuera del país que en Colombia. Esta cartera estaba más que escriturada para Trujillo, incluso desde antes de que Duque fuera candidato presidencial. Se espera que Holmes reponga lo que se ha hecho mal en estos últimos 8 años.
En la cartera de Hacienda, el nombramiento de Alberto Carrasquilla ha generado mucho ruido, quizá algo innecesario por las declaraciones que hizo en tiempos pasados sobre el salario mínimo y sobre el departamento del Chocó. Sin embargo, no se le puede criticar que es una persona propicia para el momento que vive el país y que en sus manos está la gran meta de reactivar la economía colombiana, llevar a cabo las propuestas de Iván Duque, pero sobre todo, empezar a negociar cómo va a tramitar la reforma tributaria que baje impuestos.
En el ministerio de Defensa llega el expresidente de Fenalco, un abogado de la Universidad de los Andes, también bogotano y de las más fuertes huestes capitalinas. Se le cuestiona quizá la experiencia que pueda tener y el conocimiento respecto a las Fuerzas Militares, pues no es lo mismo manejar comerciantes que soldados o policías. Es claro que Colombia no atraviesa un buen momento a nivel de seguridad y este cargo demandaba de una persona que tuviera las mejores relaciones con la cúpula militar y de policía, además de alguien que conociera todo Colombia, desde Punta Gallinas hasta el Amazonas, por lo que es muy probable que Guillermo Botero llegue como Luis Carlos Villegas, es decir, a tratar de aprender y conocer del caso, para luego poner en práctica.
Tal vez este sea uno de los ministerios más cuestionados, no por la persona, pues no se le discute que a nivel económico, de gremio y de comercio, es uno de los más preparados (hubiese sido un excelente ministro de Comercio), pero no se sabe qué tan buena podrá ser su gestión en la defensa.
Otro dirigente gremial, el señor Andrés Valencia, llega al ministerio de Agricultura. También es bogotano y también es de la Universidad de los Andes. Allí se descartó que llegara una persona como José Félix Lafaurie, que hubiese sido una excelente representación. En el ministerio de Educación llega una bogotana, igualmente egresada de la Universidad de los Andes. María Victoria Angulo, quien hasta hace dos días se venía desempeñando como secretaria de Educación de Enrique Peñalosa.
Aunque aún no ha sido nombrado, en el ministerio de Comercio, Industria y Turismo, estará otro bogotano, José Manuel Restrepo, quien estuvo en el CESA y viene de ser rector de la Universidad del Rosario. Al ministerio de Ambiente llega una persona que no ha tenido un sólo cuestionamiento y es uno de los mejores nombramientos de Iván Duque. Se trata de Ricardo José Lozano Picón, oriundo de Santander y quien es Especialista en Medios de Comunicación de la Universidad de los Andes.
Al ministerio de Vivienda también llega un nombramiento destacado, proveniente de Asobancaria y uno de los economistas más destacados del país, Jonathan Malagón, egresado de la Universidad Nacional. Asimismo, en el DNP estará Gloria Alonso, también de procedencia centralista y quien viene de trabajar en la Contraloría General de la República.
Por ahora genera suspicacia que en el ministerio de Transporte se haya cambiado el nombre de Susana Correa, oriunda del Valle, para dárselo a la Costa a una persona cercana a los Char. La conclusión del gabinete de Duque es que es un gabinete bogotano, muy gremial, casi intergremial.
Al parecer el gabinete de Duque no va a distar mucho de un gabinete nombrado de Santos, e incluso si los comparamos, el actual presidente le dio más representación a las regiones que el que le está dando el presidente electo, porque recordemos que Duque habló que quería un gabinete de cuatro años y no para cada año.