Un plan digital: «En Colombia, como sucede en la mayoría de los países del mundo, los programas de conectividad social, se financian con las contribuciones o contraprestaciones que los operadores de comunicaciones pagan al Fondo Único de TIC…»
El pasado 19 de mayo de 2023, el Presidente de la República, Gustavo Petro, sancionó la Ley 2294, que corresponde al Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022-2026, “Colombia potencia mundial de la vida”. En esta Ley, se definió la hoja de ruta que tendrán las políticas públicas digitales que marcarán el desarrollo del sector TIC en los próximos cuatro años.
Una sola estrategia para el desarrollo de la conectividad
En Colombia, como sucede en la mayoría de los países del mundo, los programas de conectividad social, se financian con las contribuciones o contraprestaciones que los operadores de comunicaciones pagan al Fondo Único de TIC (FunTIC), administrado por el MinTIC, y cuyos recursos públicos permiten desarrollar los proyectos de acceso a Internet en las regiones en donde las condiciones de mercado no son atractivas para estos operadores. A partir de la entrada en vigencia de la Ley 1341 de 2009, se habilitó para los operadores de comunicaciones la posibilidad de realizar el pago de sus obligaciones al FunTIC mediante la instalación de nuevas redes.
El artículo 140 de la Ley 2294 de 2023, ratificó la visión que el MinTIC tiene de cerrar la brecha digital, únicamente con los proyectos que realicen los operadores móviles en las zonas rurales y que además serán usados como pagos para cubrir sus obligaciones con el Estado Colombiano.
Lo cual, tiene el riesgo de desfinanciar los recursos públicos futuros del Fondo de Comunicaciones, necesarios para adelantar los programas de conectividad social; especialmente, si el mismo Ministerio decide adelantar otros programas de conectividad con tecnologías diferentes a la móvil, como por ejemplo la fibra óptica o la tecnología satelital; esta última, esencial para cubrir las regiones apartadas de la geografía nacional.
EL PND no contiene instrumentos adicionales de política pública diferentes a la promoción de la conectividad móvil y deja en manos de los operadores privados el futuro de la conectividad en el país. Asimismo, se perdió la oportunidad de implementar un plan de promoción de fibra óptica, o la de analizar la posibilidad de asignar subsidios a la demanda, elementos que sin duda merecen su estudio por parte del Gobierno Nacional. Esperemos que, estos puntos los pueda evaluar la nueva administración del MinTIC y se puedan incorporar en la hoja de ruta, junto con la asignación del espectro para la tecnología móvil de 5G.
Gobierno Digital: el principal desafío para las reformas sociales.
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En materia de gobierno digital, no hay ninguna iniciativa que se destaque en el Plan Nacional de Desarrollo. Se espera que el MinTIC continue con la consolidación de la carpeta digital de trámites, promueva una efectiva gobernanza de los datos y avance en la implementación de la ciberseguridad, con un nuevo modelo institucional, que coordine de forma efectiva a las entidades públicas, a las fuerzas armadas y al sector privado en la tarea de proteger a los colombianos frente a las crecientes amenazas de los cibercriminales.
El principal reto que tendrá que enfrentar el gobierno nacional, será el diseño, implementación y ejecución de los diferentes sistemas de información sectoriales establecidos en la Ley 2294 de 2023; especialmente el sistema público y centralizado de salud, será quizás el mayor desafío en gestión digital que tendrán las autoridades públicas en los próximos meses.
La estructuración de un sistema de información de salud centralizado implicará desarrollar una plataforma digital que coordine las necesidades de salud de 50 millones de colombianos, valide las ordenes médicas, autorice pagos de tratamientos, agende citas médicas, asigne los medicamentos y autorice los pagos para no afectar la ordenación del gasto, entre otros.
Teniendo en cuenta el alcance de esta reforma, es urgente que desde el MinTIC, se comience a revisar la planeación digital de este sistema de salud, debido a que este proyecto demandará importantes recursos técnicos, humanos, financieros y gerenciales. Esto, si se quiere cumplir con la transición hacia el esquema público de salud de 2 años previsto por el Gobierno Nacional.
Ante este panorama, es importante destacar que en Colombia no se ha podido finalizar la implementación de la historia clínica digital en diferentes regiones del país, después de varios años de iniciar este proyecto. También, que existen serias deficiencias en algunos sistemas como es el de contratación pública (SECOP II) o que por ejemplo el Distrito Capital se demoró más de (4) cuatro años en estabilizar el nuevo sistema de impuestos distritales. Asumir que en dos años el país contará con un sistema de salud centralizado es bastante ambicioso y podría comprometer el bienestar de los colombianos.
Poco o nada de tecnologías emergentes
En los últimos días, el mundo entero se ha sorprendido con la irrupción de la inteligencia artificial en la vida cotidiana. Esta tecnología emergente está considerada por los expertos como el medio que revolucionará el modelo laboral, la educación y en general el desarrollo social de la humanidad.
No obstante, en el PND no hay una sola iniciativa para preparar al país en el uso de esta tecnología. Tampoco hay una visión para convertir a las ciudades colombianas en territorios inteligentes, o para propiciar mecanismos de innovación digital en la solución de los retos que tiene la sociedad colombiana mediante el uso del Internet de las Cosas, Blockchain o la misma Inteligencia Artificial.
En este escenario, para que el país no se rezague y pierda la oportunidad de entrar en la economía digital, es necesario que desde el Gobierno Nacional se integre de forma efectiva las tecnologías digitales a las políticas públicas, para que así podamos avanzar en el propósito común de mejorar la calidad de vida de los colombianos.