Vamos por más reservas: Amylkar Acosta

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La primera prioridad del país es incorporar más barriles de crudo a sus reservas probadas, dada la precariedad de estas, toda vez que los 2.445 millones de barriles con los que cuenta a duras penas le alcanzarían al país para sólo 6.6 años de autosuficiencia.
Por ello, se dice de Colombia que en lugar de ser un país petrolero es un país con petróleo. No obstante, es de resaltar el hecho de que, gracias a los esfuerzos exploratorios realizados en los últimos años, en el año 2007 se detuvo la caída de las reservas y estas han registrado un repunte desde 2008.
En los últimos 4 años (2010- 2013) las reservas probadas se incrementaron el 18 % y ello es tanto más meritorio si tenemos en cuenta que las extraídas en ese mismo lapso crecieron más que proporcionalmente, un 27.3 %, al pasar de un promedio de 785 mil barriles/día-año a más del millón de barriles.
Y ello ha sido posible sin encontrar en los últimos veinte años ni un Caño Limón ni un Cusiana, pero ayudados por una seguidilla de pequeños hallazgos que sumados han permitido incorporar mayores reservas al tiempo que le han ganado al país una mayor prospectividad petrolera. Desde luego, también ha contribuido a ello la aplicación de nuevas tecnologías de recobro mejorado. Para destacar el hecho de que la participación de las mayores reservas que corresponde a nuevos descubrimientos ha venido in crescendo, el año pasado alcanzó el 39 %.
No obstante, dado que la meta del Gobierno es pasar de una relación reservas – producción (R/P) de 6.6 actual a 10 en el año 2018, para alcanzarla se requerirá pasar de una adición de reservas el año anterior de 436 millones de barriles a adicionar anualmente 615 millones de barriles. Dicho de otra manera, se necesitaría pasar  de un índice de reposición de reservas actual de 118 %  al 167 %, ímproba tarea esta. Para ello el país tiene que apretar el paso a la actividad exploratoria, ya no solo limitada a los yacimientos convencionales sino también ampliando la frontera hacia los no convencionales, amén de la campaña en que ya está comprometido de la búsqueda de hidrocarburos off shore.
Esa es la apuesta de Colombia con la reciente Ronda Colombia 2014. De hecho en el país pasamos de perforar 21 pozos exploratorios en 2004 a perforar
131 en 2012, registrándose una leve caída en 2013 cuando se perforaron 115 de 130 que era la meta y ahora se proyecta perforar 135 para el presente año. Claro, que para alcanzar esta meta es preciso remover 3 grandes escollos que están frenando la actividad petrolera en el país: los ataques terroristas contra su infraestructura, la conflictividad social y la dilación en los procesos de licenciamiento ambiental y consultas previas.
Creemos que no hace falta promover cambios en la normatividad legal para atraer la inversión y estimular la actividad hidrocarburífera en el país, cuyos últimos ajustes se hicieron para incentivar la producción incremental y más recientemente en lo atinente a la exploración y desarrollo de yacimientos no convencionales. De lo que se trata es de que tales reglas se cumplan y de esta manera ganar en seguridad jurídica, que es lo que a ratos queda en entredicho cuando se presentan circunstancias en el entorno de la actividad que la ponen en riesgo. Un estudio reciente de Arthur D.Little muestra a
Colombia como el país más atractivo de Latinoamérica por sus términos fiscales, así como por su clima político y de inversión, recibiendo una calificación de 3.9 sobre 5, superando entre otros a México y Brasil. Es decir, que Colombia sigue siendo competitiva y atractiva para la inversión y los inversionistas de la industria petrolera.
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