El año 2024 cerró con malas noticias para el sector de la construcción en Colombia. Los datos revelados por la más reciente publicación de Coordenada Urbana, el sistema de información de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), destacan una caída alarmante en varios indicadores clave, que han afectado no solo la cantidad de viviendas construidas, sino también el empleo y la comercialización en el sector.
Tendencias del sector vivienda en Colombia: cifras clave y desafíos para 2025
La situación genera preocupaciones tanto en los empresarios como en los ciudadanos, quienes deben enfrentar las implicaciones de una tendencia que parece difícil de revertir sin intervenciones claras por parte del Gobierno.
Uno de los datos más contundentes proviene de los lanzamientos de nuevos proyectos habitacionales. Durante 2024, los lanzamientos cayeron un 16,7%, pasando de 130.640 unidades en 2023 a tan solo 108.832 en 2024.
Esta es la cifra más baja registrada desde 2008, lo que evidencia un enfriamiento en la oferta de viviendas en el mercado. Esta contracción en el número de nuevos proyectos se complementa con una disminución en las viviendas que iniciaron construcción, que cayó un 10,0%, con 133.517 unidades iniciadas, es decir, 14.842 menos que en 2023.
Además de la menor actividad en términos de construcción, el empleo en el sector se vio gravemente afectado. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en noviembre de 2024 se perdieron 145.902 empleos en la industria de la construcción, lo que representa una caída significativa en un sector que tradicionalmente ha sido uno de los pilares del empleo en Colombia.
La tasa de empleo en la construcción no había caído a estos niveles desde 2013, si se excluye el impacto de la pandemia. Este descenso en la actividad edificadora está vinculado directamente con la falta de nuevos proyectos y la menor cantidad de obras iniciadas, lo que no solo afecta a las grandes constructoras, sino también a los trabajadores de la construcción y proveedores relacionados.
En términos de ventas, el panorama tampoco es positivo. Durante 2024 se comercializaron apenas 144.647 viviendas, lo que representa un crecimiento marginal de solo 0,6% frente a 2023.
Esta cifra marca el segundo registro más bajo de ventas de vivienda en los últimos 12 años, excluyendo el ya crítico año 2023. Los datos del sistema Coordenada Urbana también coinciden con la medición realizada por el Dane, que mostró una caída en la comercialización de viviendas y una reducción del 19,4% en las licencias de construcción.
De cara a 2025, el panorama no parece mejorar sin cambios significativos. Los expertos del sector consideran que la clave para la recuperación de la construcción de vivienda dependerá en gran medida de las políticas públicas que se implementen, especialmente aquellas relacionadas con las tasas de interés y los subsidios.
Aunque en el último trimestre de 2024 se ha observado una disminución de la inflación y las tasas de interés hipotecarias se mantienen relativamente estables alrededor del 11,5%, la situación sigue siendo incierta para los hogares compradores y los constructores. En particular, los segmentos de la clase media, que no dependen de subsidios, siguen mostrando un comportamiento positivo, lo cual podría ser un rayo de esperanza en medio de la crisis generalizada.
Otro factor que podría marcar la diferencia es la acción de los entes territoriales. Regiones como Atlántico y Nariño, que han implementado programas propios de apoyo a la vivienda, vieron un crecimiento en sus ventas de hasta 24,8% y 84,2%, respectivamente. Estas cifras demuestran que, en ciertos casos, las políticas locales pueden generar un impacto positivo y ayudar a reactivar la construcción en sus respectivas áreas.
Sin embargo, en general, el presidente de Camacol concluyó con un llamado a la acción urgente: «Es fundamental generar confianza para impulsar nuevos proyectos y programas, como lo vienen haciendo varios entes territoriales. Solo así podremos iniciar un nuevo ciclo de crecimiento en obras y actividad en el sector, lo cual será esencial para el bienestar económico del país».
El sector de la construcción de viviendas en Colombia enfrenta un panorama desalentador. La caída en los lanzamientos de nuevos proyectos, el estancamiento de las ventas y la pérdida masiva de empleos son solo algunos de los indicadores que sugieren que la reactivación del sector será un desafío complicado.
Sin embargo, aún hay algunos signos de esperanza en ciertas regiones y segmentos del mercado, lo que abre la posibilidad de una eventual recuperación si se implementan políticas efectivas de apoyo tanto a nivel nacional como local.
El 2025 será un año clave para determinar el futuro de la construcción de viviendas en el país, y las decisiones que se tomen ahora podrían ser determinantes para el rumbo de la industria en los próximos años.
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