Las verdades (incómodas) de la comisión I

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Por: Wilmar Vera Zapata

Salvatore Mancuso, comandante y fundador de las AUC, extraditado y quien paga crímenes de narcotráfico en EEUU, volvió a hablar y esta vez los medios no sirvieron de parlante de sus palabras, como sí lo fueron en julio de 2004. Hay que recordar uno de sus famosos discursos, el que dio junto a alias “Ernesto Báez” y Ramón Isaza, ante 60 congresistas que alborozados los recibieron con aplausos y ovaciones, pese a la disminuida oposición de otros, como Gustavo Petro y los uribistas, en ese momento, Gina Parody y Rafael Pardo.

Para esa época, los líderes de los paramilitares hablaron y hablaron fuerte. Se presentaron como los representantes de millones de colombianos que se encontraban cansados de los desmanes y la violencia de la guerrilla. Mancuso recalcó la legitimidad de su lucha, así como la necesidad de buscar la paz entre todos los actores armados. Con desdén y supremacía, actuó como lo que denunciaron políticos y analistas en su momento: habían doblegado al Estado.

Por supuesto muchas voces destacaron la presencia en el Congreso de los paramilitares. Incluso el presidente del momento dijo: “Desde que haya buena fe para avanzar en un proceso, no tengo objeción a que se les den estas pruebitas de democracia. Creo que se sienten más cómodos hablando en el Congreso que en la acción violenta en la selva”.

Sí, el mismo que le espetó a un desmovilizado de la guerrilla y que le cumplió a la democracia, en ese mismo lugar, casi 15 años después, que lo prefería en el monte que en su curul…

Mancuso habló y los medios tradicionales poco o nada lo difundieron. Esta vez, ante la Comisión de la Verdad, su tono no era impositivo ni altanero. Sin la corbata cara ni el traje oscuro a la moda, un envejecido líder narró, desde un comedor penitenciario, varios elementos que deberían ser conocidos por los colombianos, no solo por las víctimas de sus acciones que, como a Rodrigo Londoño, excomandante de las Farc, deben relatar su versión del conflicto que nos ha desangrado y enlutado.

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Reseñamos hora y minuto de algunos momentos importantes en su testimonio, hoy más pausado y reflexivo, incluso autocrítico, frente al dolor que, con la guerrilla, le causaron a la sociedad colombiana:

1:08, señaló cómo era la financiación de la organización y los múltiples partícipes en su sostenimiento.

1:29, eligieron con su presencia donde el Estado no se encontraba a alcaldes, concejales, gobernadores e “incidimos en la elección de presidente”.

1:44, “La Unión Patriótica no fue exterminada por las Autodefensas. Su gran victimario fue el Estado colombiano”.

2:00, en las zonas de presencia de la organización, para acceder al poder político, debían estar bajo las órdenes de la ilegalidad que ellos representaban y direccionaban, a la hora de votar.

2:23, existe una diferencia entre las autodefensas (Estado de facto en zonas sin presencia de la institucionalidad) y los paramilitares (seguridad a narcotraficantes).

2:31, cooptación de las AUC en los presupuestos de secretarías de Educación y Salud, para que los politiqueros no tomaran esos recursos como botín electoral y cuidar esos recursos de los ladrones (sic).

2:33, todas las universidades públicas de la Costa Atlántica fueron infiltradas para “garantizar la educación” y para evitar que se conformaran grupos de apoyo a la subversión.

De 3:10 a 3:16, apoyo para que Urabá fuera un territorio de interés para inversionistas locales y regionales, así como la compra a $25 mil pesos/hectárea a campesinos “asustados, obligados… una cosa absurda” de sus tierras, que no vendieron de buena fe. Así como la entrega de casi 8.000 hectáreas al Fondo Ganadero de Córdoba. Con eso, y el control territorial y militar, direccionaron votaciones para los políticos que mostraban como éxitos suyos la reactivación económica gracias a la “burbuja económica” que crearon en las regiones.

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3:18, desea colaborar con el esclarecimiento de la verdad, reparar de verdad a las víctimas y ayudar a que esta situación no se repita, pero es difícil hacerlo desde las rejas en EEUU.

3:21, manifestó su deseo de ser incluido en la Jurisdicción Especial para la Paz, para rendir indagatorio y aclarar  varios delitos, entre ellos los “mal llamados falsos positivos” y ayudar a la jurisdicción a “develar tan horrendos crímenes”.

“Quiero reiterar a las víctimas todo mi respeto y mi reconocimiento por su lucha contra la impunidad, por su resistencia, por su valentía. Soy plenamente consciente de que no hay manera de devolver el tiempo, de que no podemos borrar en las mujeres las cicatrices que dejamos en sus cuerpos, que no podemos revivir a los muertos ni borrar de la memoria los desplazamientos, los dolores ni las ausencias. Tampoco me devolverán el tiempo perdido. 15 años en la guerra y 15 años en prisión. Todos perdimos, unos más que otros. Reconocer responsabilidad es el primer paso para recomponer lo que se pueda, para resarcir, para aliviar el peso que uno carga en el corazón. Por eso, les pido perdón, desde lo más profundo de mi alma y corazón. Por eso me siento avergonzado, arrepentido y comprometido de la mano de ustedes a trabajar para que los factores de persistencia, que continúan vigentes hoy, no se sigan repitiendo”.

La verdad sana, repara y perdona. Ahora se entiende la razón por la que quieren acallarla…

@liberto1420

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