Vía Los Balsos ya tendrá ya tiene fecha para reapertura tras deslizamientos

La vía Los Balsos será reabierta este fin de semana tras más de dos meses cerrada por un deslizamiento, aunque persisten dudas sobre las construcciones ilegales que agravaron la emergencia.

Después de 76 días cerrada, la vía Los Balsos —una de las más transitadas de Medellín— será habilitada nuevamente a partir de este fin de semana. Así lo anunció el alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga desde el sitio de las obras, al asegurar que ya existen condiciones técnicas para permitir el paso de vehículos sin restricciones.

La reapertura, sin embargo, se da en medio de advertencias por riesgos estructurales en la zona y cuestionamientos sobre la permisividad institucional frente a edificaciones irregulares.

¿Está realmente segura la vía Los Balsos?

El cierre se produjo el pasado 6 de mayo tras un deslizamiento de tierra que no solo bloqueó completamente la vía Los Balsos, sino que obligó a evacuar varias edificaciones cercanas.

Según el informe técnico más reciente, el terreno muestra avances en su estabilidad, y se han implementado acciones de mitigación como la remoción de más de 60.000 metros cúbicos de tierra, la construcción de terrazas, la demolición de roca y la instalación de drenes.

En total, la administración distrital ha invertido hasta el momento más de $10.200 millones, y se estima que se necesitarán otros $10.000 millones para concluir las obras de estabilización del talud antes de finalizar el año.

Vía Los Balsos ya tendrá ya tiene fecha para reapertura tras deslizamientos

“Desde el 6 de mayo dije que no abriríamos la vía hasta que fuera seguro hacerlo. Hoy, con base en los estudios, podemos habilitarla. No hay restricciones, pero el monitoreo será permanente”, expresó el alcalde Gutiérrez. Como medida preventiva, se instalarán sensores para alertar posibles movimientos de tierra.

Pese a estos esfuerzos, persisten preocupaciones. El deslizamiento no fue solo consecuencia de las lluvias: investigaciones indican que varias construcciones privadas alteraron el cauce de quebradas como La Carrizala y La Aguacatala 2, lo que desestabilizó el terreno y aceleró la emergencia.

Aunque el alcalde celebró la reapertura de la vía Los Balsos, también dejó ver un trasfondo más grave: hasta 18 construcciones han sido señaladas por violar normas urbanísticas, modificar cauces de agua o no cumplir con licencias de edificación. Las edificaciones señaladas incluyen desde negocios y viviendas hasta procesos constructivos activos en la zona de influencia.

“Estamos vigilando y observando cada predio que pudo haber contribuido a esta tragedia. Son propiedades privadas, algunas comerciales y otras residenciales, y todas serán investigadas”, afirmó el mandatario.

Además, el informe técnico detalló que durante abril —el mes previo al deslizamiento— se registraron precipitaciones diarias, incluyendo una jornada con 90 milímetros de lluvia, equivalente al 40 % del promedio mensual. Esta acumulación de agua saturó el terreno, especialmente por obstrucciones en la quebrada La Carrizala, desviaciones irregulares y captaciones no autorizadas de agua en predios privados.

Corantioquia, en conjunto con la Alcaldía de Medellín, lidera ahora investigaciones para determinar responsabilidades y aplicar sanciones. Al tiempo, la Secretaría de Gestión y Control Territorial notificará a propietarios de construcciones ilegales que deben ser intervenidas o suspendidas.

Más que una reapertura, una advertencia

La reapertura de la vía Los Balsos es, sin duda, un alivio para la movilidad del suroriente de Medellín. Pero también pone en evidencia un problema que va más allá de la ingeniería civil: la fragilidad institucional para controlar construcciones ilegales en sectores estratégicos.

Aunque la emergencia fue provocada inicialmente por fenómenos naturales, quedó claro que la urbanización descontrolada y la falta de regulación también jugaron un papel central. La rehabilitación técnica de la vía Los Balsos es apenas un primer paso. Lo que sigue —y quizá más difícil— será garantizar que esta historia no se repita en otros puntos críticos de la ciudad.

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