Por: Catalina Escobar
Las declaraciones de la nueva ministra de Agricultura, Cecilia López, han generado miedo en quienes con trabajo duro han conseguido tierras, sin embargo, la expropiación en Colombia se viene dando desde el Gobierno de Juan Manuel Santos con la Ley de víctimas y restitución de tierras. Acá una parte de la historia que no se cuenta en los medios de comunicación:
Cuando se creó esta Ley, se construyó una narrativa ante la opinión pública de que el Gobierno sacaría a los paramilitares despojadores de las tierras que le quitaron a los campesinos, pero qué tan alejados de la realidad estaban, no conocían todas las historias que habían en las regiones. En algunos casos fue así como lo vendieron en su momento, en muchos otros: una persona le vendía a otra y esta a su vez vendía, etc y el último comprador terminó pagando los platos rotos de un conflicto que no era suyo, tildado de paramilitar ante la opinión pública, despojado de sus tierras y sin un centavo por parte del Estado. En otros casos los “vivos” aprovecharon los vacíos de la Ley para reclamar lo que sabían que no les correspondía porque vendieron en su momento al precio comercial de la época, pero ahora se hacen llamar víctimas para sacar provecho. En otros casos, los mismos grupos ilegales están armando grupos de “víctimas” para reclamar predios…lo más irónico y triste.
La triste realidad es que los compradores honestos están en desventaja con los reclamantes. Si los compradores honestos tienen la suerte de contar con recursos para una buena defensa como Abelardo de la Espriella, tienen alguna esperanza, pero si no cuentan con recursos y su abogado es el que otorga la Defensoría del Pueblo, ya tienen una desventaja con el reclamante que gracias a la Ley tiene las garantías de las que carece el comprador honesto. Adicional a esto, se vulneran varios derechos, la carga de la prueba es invertida y ahora es el propietario de buena fe quien debe demostrar que no es un delincuente, se rompe con el derecho fundamental consagrado en tratados internacionales de la doble instancia y es así como el Estado utiliza su posición dominante para despojar a cientos de campesinos. Como si esto fuera poco, una vez terminado el proceso, en la mayoría de los casos el reclamente se queda con el predio, pero, ¿qué pasa con el comprador honesto?, es acá donde viene lo más grave, muchos de estos compradores terminan siendo víctimas, toda vez que, el Estado no les reconoce un centavo del predio. Esto se parece a la expropiación a la que tanto le hemos temido, pero silenciosa y disfrazada de legitimidad.
DE LA MISMA AUTORA: Las primeras señales de lo que será el gobierno Petro
Sí, todas estas son realidades de la llamada Ley de Víctimas y Restitución de Tierras. Lo preocupante de todo esto es que el Estado no haga NADA por corregir los vacíos de la Ley, por proteger al comprador de buena fe, por investigar lo que está pasando con las falsas víctimas.
Nadie puede seguir diciendo que los poseedores actuales son paramilitares. La realidad es que allí hay personas que aman el agro, agricultgores que dedicaron toda su vida a levantar a sus familias trabajando con honestidad la tierra colombiana y los creadores de esta ley simplemente los trataron a todos como paramilitares despojadores. Lo triste de esto es que todo el tiempo nuestros políticos crean leyes desconociendo la realidad de los territorios, siguen creando leyes desde la pequeña realidad bogotana. Digo pequeña porque nuestros dirigentes siguen pensando que Colombia es Bogotá.
Debo decir que ni el Gobierno que creó la Ley de víctimas (el gobierno Santos), ni el Gobierno saliente, se tomaron la tarea de pensar cómo evitar que esto generara nuevas víctimas. ¿Sabrán acaso cuánto dolor están dejando? ¿Cómo confías en tu Estado si te arrebata de la manera más injusta lo que con tanto sacrificio y trabajo honesto conseguiste? ¿Quién protege a los compradores de buena fe? ¿cómo los va a restituir el Estado? ¿cómo garantizará el Estado que dejen de ser víctimas en un conflicto que no es suyo?
Ahora, con la entrada de este nuevo Gobierno, se cierra más la esperanza de las víctimas de esta Ley que ni siquiera tienen derecho a una segunda instancia. Asi que preparémonos porque por experiencia propia puedo decirles que ser expropiado por el Estado, causa un gran dolor.
Una voz por las víctimas de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, los colombianos que hemos sido despojados por el Estado.
LEA AQUÍ A NUESTROS COLUMNISTAS