El esperado concierto de Kendrick Lamar en Bogotá, que prometía ser uno de los shows más memorables del año, terminó convertido en una decepción para más de 30 mil asistentes que llegaron hasta el Vive Claro Distrito Cultural. La organización del recinto explicó que el evento no se realizó debido a un asunto estrictamente documental, ajeno a la logística interna del escenario.
Según informó Vive Claro, el IDIGER (Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático) no alcanzó a culminar a tiempo el proceso de aprobación necesario para el espectáculo. Aunque la norma establece plazos cortos para estos trámites, el recinto aseguró que cumplía con todas las especificaciones técnicas, protocolos de seguridad y estándares internacionales para recibir al público sin inconvenientes.
El IDIGER dijo que: «La normatividad vigente establece la necesidad de contar con análisis de riesgo detallados, medidas de mitigación funcionales y logísticas, así como certificaciones técnicas por parte del organizador que soporten medidas integrales para la seguridad humana en este tipo de actividades, condiciones que no fueron acreditadas en su totalidad de manera oportuna.»
Vive Claro y el proceso de reembolso
Ante la incertidumbre de los fanáticos, Vive Claro anunció que todas las personas que adquirieron sus entradas podrán solicitar el reembolso completo a través de Ticketmaster. El procedimiento se realizará conforme a los tiempos y protocolos de la empresa, que enviará un correo electrónico a cada comprador con las instrucciones correspondientes.
La administración de Vive Claro destacó que el recinto estuvo completamente preparado para albergar el concierto y reiteró su compromiso con la seguridad, la convivencia y la cultura. En ese sentido, recordaron que el espacio ya había albergado con éxito la inauguración con Green Day, donde más de 40 mil personas disfrutaron de un espectáculo sin contratiempos.
El aplazamiento del concierto de Kendrick Lamar deja una huella de frustración en los asistentes, pero también plantea un debate sobre los tiempos y procesos administrativos para autorizar espectáculos de gran formato en Bogotá. Vive Claro subrayó que el inconveniente no se debió a fallas en la infraestructura, sino a un trámite externo que no se resolvió dentro del plazo legal.
La compañía agradeció la paciencia y el respaldo del público, asegurando que Bogotá ya cuenta con un escenario de talla mundial para albergar conciertos de gran escala. “Seguiremos demostrando que la música en vivo puede transformar la manera en que vivimos la ciudad”, señaló la organización en su comunicado.
Con esta explicación, Vive Claro busca recuperar la confianza de los asistentes y garantizar que futuros eventos puedan realizarse sin contratiempos, mientras Ticketmaster se encarga de cumplir con la devolución del dinero de las entradas.