Por: Mauricio Rosillo – Vicepresidente de Negocios de Bancolombia
Además de ser un derecho fundamental, la vivienda es una necesidad básica que debe ocupar un lugar central en el desarrollo sostenible del país. Actualmente, el 40,3 % de los colombianos vive bajo la modalidad de arriendo o subarriendo, y según las últimas cifras del DANE, 1,2 millones de hogares enfrentan déficit habitacional. Esta coyuntura plantea una de las principales prioridades del país: reducir las brechas y contribuir a que más familias puedan cumplir el sueño de tener casa propia.
Este contenido hace parte de la 9° edición de la Revista 360, producto periodístico anual y exclusivo elaborado por 360 Radio.
Uno de los factores que ha dificultado el acceso a la vivienda en los últimos años ha sido el estrés financiero de los hogares, profundizado por la desaceleración económica. Esta situación ha reducido el apetito de compra y ha impactado negativamente en la dinámica del mercado inmobiliario. Para enfrentar este desafío es necesario adoptar un enfoque integral que combine políticas públicas efectivas, iniciativas del sector privado y mecanismos de apoyo dirigidos a las familias más vulnerables.
¿Cómo avanzar para que haya vivienda para todos en Colombia?
Facilitar el acceso al crédito hipotecario con mejores condiciones ha sido una de las soluciones más efectivas. Un ejemplo es la reducción de tasas de interés promovida por Bancolombia para todas las financiaciones de vivienda, una medida que ha aliviado la carga financiera de los compradores y estimulado la demanda de vivienda.
En el marco de este programa, la entidad desembolsó a octubre más de 1,7 billones de pesos, acompañando a más de 10.800 familias con tasas especiales de 10 % y 11 % E.A., lo que lleva los desembolsos totales de Bancolombia dirigidos a vivienda a más de 5 billones de pesos en el año, beneficiando a cerca de 39.000 hogares, de los cuales 23.743 solicitaron financiación para viviendas de interés social (VIS).
Desde el sector público también se han implementado políticas para estimular el sector y fomentar la construcción de vivienda de interés prioritario. Garantizar su efectividad sigue siendo un reto. Reactivar el sector es crucial, ya que representa el 4,1 % del PIB nacional, moviliza 32 subsectores de la economía colombiana que hacen parte de su cadena productiva, y aporta el 7,4 % de los empleos del país.
Lograr una verdadera democratización de la financiación no está exento de retos, pero también presenta oportunidades. En 2025, se proyecta un crecimiento de 4 % en el PIB de edificaciones si se implementan políticas de apoyo efectivas, y las ventas de vivienda podrían aumentar un 26 %, gracias a una mayor disponibilidad de financiamiento y subsidios.
Además, regiones como Bolívar y Boyacá han mostrado un crecimiento positivo, lo que sugiere oportunidades de desarrollo en estas áreas. Iniciativas como la modificación del Decreto 490 para acceder al programa «Mi Casa Ya» y la reciente Ley 2434 bajo la iniciativa “Vivienda al Alcance de Todos” también podrían ampliar el acceso a la vivienda e incrementar la demanda a nivel nacional.
Consolidar nuestro papel en este proceso es clave. Desde la banca, debemos asumir como compromiso claro el papel de habilitadores del ecosistema inmobiliario en el país. La meta es seguir enfocando esfuerzos para que la vivienda no solo sea un privilegio para algunos, sino una posibilidad para todos los colombianos. Ese es el camino hacia la construcción de ciudades y comunidades sostenibles, y hacia un futuro en el que podamos dar un paso adelante por el país.
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