Porqué hay que votar NO al plebiscito por la paz

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Por: Jhonatan Ortiz

Luego de la aprobación por parte de la Corte Constitucional al Plebiscito como método de refrendación para los acuerdos de paz pactados entre el Gobierno y las Farc, es inminente que se vendrá una nueva jornada de votación en el país antes de las elecciones presidenciales del 2018. Como lo ha dicho Juan Manuel Santos: “Los colombianos tendrán que decidir si continuamos en guerra o quieren la paz”.

Antes que nada quiero dejar en claro que no soy un opositor de la paz ni estoy en favor de la guerra; como cualquier colombiano soy consciente de la necesidad de paz en Colombia, deseo que esta llegue pronto y que mi país pueda vivir en tranquilidad y ser feliz por siempre. Pero de lo que no estoy a favor y no apoyo es de la manera en cómo el Gobierno está “pintando” la paz y en como esta se está negociando en La Habana.

Mi primer argumento para decirle no al Plebiscito es la forma en como lo está imponiendo el gobierno de Juan Manuel Santos, pues de una manera muy arbitraria cambiaron la Ley 134 de 1994, la cual exigía que los plebiscitos serán aprobados “por la mayoría del Censo Electoral”, es decir lo que equivale hoy día a casi 17 millones de votos. Recientemente hicieron una modificación a esta y ahora la aprobación de un plebiscito solo necesitará 4 millones de votos. En Colombia somos cerca de 40 millones de personas y solo importará la opinión de 4 millones de personas. Si el gobierno Santos está tan seguro que todos los colombianos anhelamos la paz, ¿Por qué cambió tan abruptamente el umbral de aprobación? Eso no es democracia.

Ahora, quiero definir paz y para eso citaré cuatro las definiciones que da la mismísima RAE sobre esta palabra: “1. f. Situación en la que no existe lucha armada en un país o entre países. 2. f. Relación de armonía entre las personas, sin enfrentamientos ni conflictos. 3. f. Acuerdo alcanzado entre las naciones por el que se pone fin a una guerra. 4. f. Estado de quien no está perturbado por ningún conflicto o inquietud”.

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En esas definiciones baso mi segundo argumento, pues así se firme el acuerdo de paz con esta organización terrorista, hay que dejar en claro que las Farc no son el único grupo criminal del país, aún está el ELN, el EPL, grupos paramilitares, bandas delincuenciales y sobre todo, las llamadas BACRIM, que hoy día son los que tienen en jaque al Estado y son los culpables de un porcentaje muy alto del conflicto actual en Colombia. Desde que iniciaron los diálogos en La Habana, nos han “pintado” a las Farc como los únicos responsables de todas las desgracias de Colombia y que si se llega a un acuerdo con estos terroristas, todos esos grupos criminales se acabarán porque sí y los problemas que afronta el país de pobreza, educación, salud, justicia y desigualdad, desaparecerán como por arte de magia.

Por ende no se cumplen a cabalidad esas definiciones de paz que da la RAE que le han mentido a los colombianos, pues la “paz” que ofrece el Gobierno es a medias. Las cosas son como son, una mujer está o no está embarazada, jamás está medio embarazada. Lo mismo sucede con este proceso y la paz, ¿Hay o no hay paz? ¿Podré vivir o no podré vivir en armonía y sin la perturbación de que si voy escuchando música en las calles no me van a robar el celular porque las Farc firmaron la “paz”? Juan Manuel Santos nunca ha explicado qué es la paz.

Mi tercer argumento es que firmar y aprobar ese acuerdo de paz es premiar a estos terroristas y es darles la razón en que las armas y la violencia sí fueron la salida. Toda la sangre de civiles y militares que han hecho derramar estos criminales en miles de actos terroristas y crímenes de lesa humanidad no pueden quedar impunes y no pueden pasar al olvido con un simple “perdón” a las víctimas. El ejemplo que se le daría a los colombianos y a las futuras generaciones, es que hacer el mal, delinquir, robar, matar, extorsionar, secuestrar y traficar con drogas, vale la pena.

¿Qué pasa por la cabeza de un colombiano de bien que se levanta a las 4 AM, tiene que trabajar duro y con mucho esfuerzo, tiene una pésima prestación del servicio de salud, ve como le vulneran sus derechos fundamentales, gana menos de 700 mil pesos al mes para mantener a su familia y ve como personas que sembraron el terror fueron premiados con curules en el Congreso, tendrán todas las garantías, todos los derechos y ganarán millones de millones de pesos al mes? Eso es incitar al pueblo colombiano a que coja las armas.

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Además, si estos terroristas con todo ese historial criminal que tienen en sus espaldas no pagan ni un solo día de cárcel, pues que liberen a todos presos de todas las cárceles del país. Que se revoquen las inhabilitaciones que les han puesto a todos los políticos corruptos, que se acaben las investigaciones y revoquen todos los fallos que se han realizado por el Palacio de Justicia, falsos positivos, Agro Ingreso Seguro y demás. Incluso, que les perdonen la deudas bancarias y reportes en centrales de riesgos a millones de colombianos, porque al fin y al cabo, tiene que haber perdón y olvido para todos los colombianos; todos merecemos una segunda oportunidad. Sería lo justo, ¿No?

Amigo colombiano, por favor, cuando vaya a votar por el plebiscito y se encuentre una pregunta similar a esta: “¿Quiere la paz? Sí o No”, no se deje engañar, piense muy bien en qué paz votará; Analice si ya podrá caminar en las calles con tranquilidad a la hora que sea y por el sector que sea. Recuerde a Bojayá, El Patascoy, Las Delicias, las personas que estuvieron secuestradas y encadenadas en la selva por años, los pueblos que fueron arrasados por cilindros bombas, los millones de colombianos que murieron a manos de las Farc y si miles de crímenes más merecen quedar impunes y ser enviados al olvido.

No soy negativo, trato de ser realista, analizar la situación que vive mi país; anhelo con todo mi ser la paz, pero tenga muy presente que así las Farc se acaben, Colombia seguirá con cientos de problemas más. No se deje meter los dedos a la boca. Acuñando y modificando una frase muy popular de Juan Manuel Santos: “Esa tal «paz» no existe”.

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