Warren Buffett es una referencia obligada en el mundo de las inversiones. Durante más de seis décadas al frente de Berkshire Hathaway, el empresario de Omaha convirtió una compañía textil en declive en uno de los conglomerados empresariales más influyentes del planeta, con presencia en sectores clave de la economía global. Su método, basado en el value investing, privilegia la paciencia, el análisis profundo y la convicción de largo plazo.
Las inversiones de Warren Buffett que concentran el mayor peso en el portafolio de Berkshire Hathaway
Formado bajo las enseñanzas de Benjamin Graham, Buffett ha insistido a lo largo de su carrera en ignorar el ruido del mercado y concentrarse en los fundamentos reales de las compañías. Para el inversionista, la clave no está en anticipar movimientos de corto plazo, sino en identificar negocios sólidos, con ventajas competitivas duraderas y equipos directivos confiables.
Parte central de su estrategia ha sido mantener altos niveles de liquidez cuando los mercados muestran señales de sobrevaloración y, al mismo tiempo, actuar con decisión cuando aparecen oportunidades claras. Esta disciplina le permitió atravesar crisis financieras, burbujas tecnológicas y ciclos de alta volatilidad sin alterar su filosofía.
En 2025, a los 95 años, Buffett anunció que dejará la dirección ejecutiva de Berkshire Hathaway a finales de diciembre, cediendo el control operativo a Greg Abel, su sucesor designado desde hace varios años. No obstante, su retiro no implica una desvinculación total: conservará una participación relevante y cerca del 30 % de los derechos de voto, con el objetivo de garantizar una transición ordenada.
En ese contexto, los movimientos recientes del portafolio de Berkshire han sido observados con atención por inversionistas de todo el mundo. Al cierre del tercer trimestre de 2025, la cartera estaba compuesta por 41 activos y alcanzaba un valor aproximado de 267.300 millones de dólares, reflejando una estrategia diversificada, pero con apuestas claras.
Aunque Buffett redujo de manera significativa su exposición a Apple durante el año, la compañía tecnológica continúa siendo la principal posición del portafolio, con cerca del 22,7 % del total. Le siguen American Express, que representa alrededor del 18,8 %, y Bank of America, con poco más del 10,9 %, confirmando su preferencia por empresas financieras con modelos de negocio consolidados.
El listado de las diez acciones con mayor peso se completa con Coca-Cola, Chevron, Occidental Petroleum, Moody’s, Chubb Limited, Kraft Heinz y Alphabet. Estas participaciones evidencian una combinación de sectores como tecnología, consumo masivo, energía, seguros y servicios financieros, todos con flujos de caja estables y marcas reconocidas a nivel global.
Más allá de los porcentajes y montos asignados, el mensaje que deja Buffett de cara al cierre del año es consistente con su trayectoria: apostar por compañías que entiende, mantener la calma en escenarios de incertidumbre y priorizar la creación de valor sostenida en el tiempo. Su legado, incluso en esta etapa de transición, sigue marcando el pulso de los mercados y ofreciendo una hoja de ruta para inversionistas que privilegian la visión de largo plazo.