¿Y quién controla el ruido en las ciudades?

Compartir

En definitiva, es una problemática que cada vez se incrementa y ocasiona prejuicios a la calidad de vida, tanto de ciudades intermedias como grandes en Colombia. Parece que no hay quien controle el ruido en las ciudades.

Editorial

A medida que la sociedad transitó hace tres años por una pandemia en la que Colombia escucho un silencio que jamás había podido oír en medio del desespero, la preocupación, impotencia e incertidumbre, se valoraron muchas cosas que antes no se podrían percibir.

Se descubrieron nuevos espacios de unidad, conversación, las personas observaron más dentro de su hogar, de sí mismo y sus alrededores. Desde contemplar una mejor atardecer, un anochecer o un amanecer, las personas se percataron de la importancia del silencio y en poder estar en paz en su hogar descansando, por más que en ese momento la situación fuera cruel y no se sabía con certeza lo que pudiera pasar.

Hoy las ciudades luego de esa pandemia, claramente como buena memoria de colombiano, han echado al trasto todos esos momentos que se vivieron y el ruido en las ciudades ha venido en aumento. En definitiva, se ha convertido en un problema que ha venido escalando y ha sido ocasionado por múltiples factores.

Queremos resaltar el proyecto de la ley contra el ruido que llegó al Congreso de la República y que fue liderado por el congresista y exconcejal de Medellín, Daniel Carvalho, y el cual es apoyado por otros 20 congresistas.

En primer lugar, no hay claridad legislativa y leyes para combatir esta situación en las ciudades. Hay unas autoridades que pueden medir este ítem y a partir de esto sancionar a algunos establecimientos comerciales, pero lo cierto es que este aumento en Bogotá, Cartagena, Cali, Manizales, Pereira y Manizales ha generado que muchas personas se tengan que desplazarse de su casa para descansar tranquilos un fin de semana alejados del ruido de las discotecas, bares, fiestas, etc.

Le puede interesar:  ¡Fuerza, Miguel!

Esta ha sido una problemática a la que la Policía ya no le presta atención. Se chutan la pelota entre la Alcaldía y las autoridades metropolitanas. No hay ninguna responsabilidad por parte de ellos para controlar esta situación.

Es importante que el Congreso apruebe este proyecto, que le de claridad normativa y establezca unas personas encargadas que estén pendientes que esto se cumpla y que haya sanciones para los motociclistas, los que tiran pólvora, hacen fiestas hasta el amanecer y los que están distorsionando la tranquilidad de las personas en las ciudades. Además, el Ministerio del Medio Ambiente tiene que participar de este proyecto.

Siempre hay una excusa para que los ciudadanos salgan con sus bafles y ser excesivos con el ruido, donde no solo se ven afectados los humanos sino también los animales.

Que importante sería que como sociedad no requeriríamos atacar toda ley o sanciones, sino que bajo por un acuerdo social se llegue a una misma idea, de que este que es el segundo mayor problema de salud pública en las ciudades del mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no es ajeno en Colombia.

Primero se requiere que los alcaldes dejen de mezclar zonas comerciales con apartamentos, sobre todo, locales en los que se van a vender licor y donde hay establecimientos de rumba.

De manera que hacemos una invitación a las autoridades y congresistas para que legislen en esta materia, encuentren espacios de sana discusión para que lleguen acuerdos, y Colombia pueda acabar con este problema que está ocasionando prejuicios a la salud pública de los colombianos.

Le puede interesar:  ¿Hasta cuándo los colombianos seguirán eligiendo personajes como Calle y Name?

Lea también: Fotosmultas sí, pero sin en el negocio de los privados que no aportan en la mejoría del tráfico de la ciudad

Última hora

Te recomendamos

Le puede interesar