Por: Catalina Escobar
El cambio que el gobierno de Gustavo Petro prometió a los colombianos ha sido catastrófico y para otros más románticos, decepcionante.
Lo que hemos visto en estos 100 días de gobierno son: nombramientos en el gabinete de personas no idóneas para los cargos, aumento de la burocracia (ejemplo: la creación de otro ministerio), se disparó la inflación, se devaluó la moneda, manifiestan su interés en entregarle nuestra seguridad energética a Venezuela, siguen asesinando líderes sociales, reestablecieron relaciones con una dictadura, desmembraron a la Fuerza Pública con las bajas masivas de los más destacados soldados y policías, redujeron el presupuesto a la seguridad, hacen llamados a decrecer o desarmonizar la economía, aumentan los impuestos con la reforma tributaria, incumplió su promesa de condonar las deudas del Icetex a todos, las tarifas de energía siguen por las nubes (así Petro asegure que las redujo), pupitrearon el proyecto de la Paz Total donde pretenden indultar criminales, hablan de revivir el Seguro Social (un fracaso) y los mataderos municipales…. Solo por mencionar algunos. Además, se viene la Reforma Agraria, la Reforma a la Salud, la Reforma Política.
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Los únicos logros que vale la pena aplaudir de su informe, fueron justamente los del anterior gobierno como la eliminación de la Visa para los colombianos que ingresen al Reino Unido o los avances en la transición energética.
Finalmente, lo que el gobierno califica como logros, los colombianos lo sentimos como derrotas. Y no me refiero solo a quienes no votamos por él, me refiero a todos los colombianos que sentimos el peso de sus malas decisiones.
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