«22.000 dólares costaba cada contenedor transportado en 2021, esta es una cifra nunca antes vista y afecta mercancía que se transporta»: Federica Noli en 360

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Federica Noli, gerente comercial de COMPAS en Colombia, conversó con 360 para hablar sobre la crisis mundial del comercio. El sistema global sigue altamente congestionado, pues según un informe de Bloomberg el 77 % de los puertos mundiales siguen con alta congestión. Entregó detalles sobre cómo vienen actuando en favor de esta situación y de sus clientes.


360 Radio: 

Como todas las empresas, tuvieron que sortear la parte más compleja de la pandemia siendo actores directamente responsables de uno de los sectores más importantes del país. Tomaron medidas, hicieron lo que tenían que hacer pero siguen atravesando otra clase de retos que quizá para otros sectores ya han pasado.

¿Cómo han enfrentado desde COMPAS las consecuencias de la pandemia?

Federica Noli (F.N.):

La crisis que estamos viviendo con los contenedores sigue afectando la cadena global de suministro, no se ha solucionado y dicha cadena global de suministro involucra toda la logística: marítima, el transporte aéreo, transporte terrestre y por supuesto los inventarios de los clientes. Es un impacto muy grande el que hemos tenido a nivel mundial y hemos sentido en COMPAS por ser una red de puertos, hemos vivido ese problema muy de cerca y hemos intentado llevar de la manera más viable y oportuna esta situación pero sigue golpeando a nivel global todo el sistema.

Un informe que lanzó Bloomberg a finales de 2021, en diciembre, comentaba que el 77 % de los puertos mundiales siguen con alta congestión. En el 2021 se logró liberar en parte las congestiones que se han empezado a generar en el año 2020 pero estamos muy lejos de tener solucionado esta situación. Personalmente, creo que por todo el año 2022 seguiremos viviendo esos tipos de inconvenientes que se han presentado con toda la situación de la pandemia, de la escasez.

Para descongestionar el sistema, depende mucho de lo que va a ocurrir con esta pandemia con la aparición de nuevas cepas, en Europa y Estados Unidos ha habido nuevas variantes del virus y eso ha generado nuevos bloqueos en los puertos, nuevas limitaciones en todo el sistema y eso ha hecho que esa descongestión no haya sido tan fácil.

360:

Ante el fallo de todo un sistema agentes como COMPAS tiene una responsabilidad limitada, llegan hasta un punto y hay otros factores que no pueden controlar. En Estados Unidos veíamos hace unos meses, donde ustedes tienen presencia, que cuando el contenedor lograba llegar a un muelle el problema era que no había conductores para los camiones.

¿Hasta dónde logra hacer COMPAS para tratar de normalizar y garantizar un tráfico eficiente a sus clientes?

F.N.:

Esa realidad de la escasez de los conductores se venía presentando en Estados Unidos y en Europa desde hace un tiempo, con la pandemia se ha acentuado aún más porque ha ocurrido un fenómeno particular y es que muchas personas han encontrado alternativas de trabajo desde la casa con el uso de la tecnología y trabajos que son considerados pesados como el de un conductor que tiene que casi vivir dentro de su camión y pasar mucho tiempo fuera de su casa, han empezado a desertar de sus trabajos. Eso ha agravado aún más la crisis en la situación global porque ha ampliado la crisis de la cadena logística, no solamente en el transporte marítimo, de la crisis de contenedores.

Nos enfrentamos a un colapso de los puertos que no es tan fácil de solucionar. La demanda de transporte marítimo es muy alta porque se quieren descongestionar estos puertos de forma rápida, los importadores que habían puesto sus pedidos están necesitando su mercancía de forma muy rápida. Hay una altísima demanda de contenedores y de buques, no se da abasto para cumplir con toda la demanda que hay en el mercado.

Es un proceso que se viene haciendo, y en medio de este se han desarrollado otras cepas del covid por lo que ha habido nuevos cierres en los puertos y esa actividad de congestión allí no ha sido continua sino que se ha venido interrumpiendo a medida de que han surgido nuevas limitaciones y nuevos cierres de las terminales.

Hay puertos que están con un retraso en la actividad muy grande, por ejemplo, la terminal de Los Ángeles, en Estados Unidos, importante para América Latina tiene buques que están esperando entre 30 y 45 días, fondeados afuera de la terminal para poder ser atendidos en el puerto. Hay miles de contenedores que están esperando ser cargados o descargados en esta terminal, esto hace que los importadores que habían puesto sus pedidos están a la espera de esas mercancías y están desabastecidos de esos productos.

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Cuando les llegan los productos, estos han tenido unos costes de fletes altísimo por cuenta de la alta demanda, y esta corresponde a una oferta más baja por ende los precios aumentan. Los precios se han disparado tanto que han llegado a unos niveles nunca vistos en el mercado, en el año 2020 de pandemia un contenedor podía valer en promedio unos 550 dólares, durante la pandemia esos precios se han quintuplicado: han pasado a 2.500 dólares y el año pasado han alcanzado una cifra imposible, pues cada contenedor transportado ha estado entre 18.000 y 22.000 dólares.

Esto impacta directamente la mercancía que se transporta, cuando llega el producto al lugar de destino, por ejemplo Colombia, los productos que se han importado han subido muchísimo de precio por el costo de transporte que se transfiere al producto. Por ende, se genera una inflación en los países, este es un efecto global no solo se ha generado en Colombia; de hecho, si miramos el tema de la inflación, Colombia cerró el 2021 con una inflación de 5.6 % y comparándolo con el resto del mundo es muy por debajo de lo que es el promedio de América Latina (10 %), por debajo de Estados Unidos (7 %) y un poco por arriba de la eurozona (5 %). 

En Colombia nos ha impactado bastante la tasa de cambio, que ha influido en el incremento de los precios. Infortunadamente, esos incrementos los veremos el resto del semestre y probablemente hasta finales del 2022. A mediados de este año, se espera una normalización pero sin alcanzar los niveles de antes de la pandemia aunque sí llegar a unos niveles mucho más razonables en cuanto al transporte marítimo internacional para las regiones que tienen más comercio exterior: Europa, Estados Unidos y Asía. Donde ha habido los problemas más grandes, en esas regiones, es en donde se arreglará más rápido el problema.

En América Latina tendremos que esperar un poco más y creo que veremos congestión hasta finales del año 2022. Salvo que haya un inconveniente con la pandemia, veremos una reducción mucho más marcada en los fletes marítimos internacionales, ya sea de carga suelta o de contenedores.

Acaba de pasar el año chino, duraron dos semanas las celebraciones y eso impacta los precios, la acumulación de contenedores en esos puertos de China porque cerraron dos semanas y por lo tanto eso es un tiempo infinito cuando se habla de comercio exterior, esto impacta la normalización de ese comercio.

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360:

¿Cómo van en cuanto a las ventas?

F.N.:

A nivel nacional ha habido una reducción del comercio exterior, de hecho la Superintendencia de Transporte anunció que en el 2021 ha habido una reducción del comercio exterior de alrededor del 10 %, lo que impacta a todo el sector que está involucrado en el comercio exterior y los puertos. Hemos visto limitaciones y alteraciones en el flujo normal de las importaciones y exportaciones de los clientes.

Cuando hablo de alteraciones en importaciones de contenedores tienen unos trayectos bien establecidos, con unas recaladas en los puertos bien establecidas pero con toda esa situación del sistema alterado hemos visto momentos de picos grandes, donde llegan varias naves al tiempo y otras etapas en donde no llegan naves; esto genera problemas para los recibidores porque no es bueno recibir todas las embarcaciones al tiempo, genera bloqueo y dificultades en el recibo; tampoco es bueno dejar periodos en donde no se reciben embarcaciones.

Hemos visto una reducción en las importaciones, así como todo el país lo ha visto. En el sector construcción, en particular el tema del acero, se han venido retomando las importaciones en el último semestre, se han venido rellenando los inventarios de los importadores, quienes no han parado de comprar porque si suspendieran la compra por cuenta de los precios deberían cerrar sus fábricas, parar su actividad y su proceso productivo, lo que tendría unas implicaciones fuertísimas para las empresas y a nivel nacional por el desempleo que se podría generar.

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El sector construcción es muy importante, como COMPAS participamos con un porcentaje de alrededor del 30 % en lo relacionado con productos de construcción, como el acero, el cemento, las materias primas para producir cemento, contribuimos fuertemente a la importación de esos productos y hemos visto un incremento en el segundo semestre condicionado por las medidas que ha tomado el Gobierno, pues ha impulsado muchísimo este sector para ayudar al empleo y por ende se han reactivado muchísimo ese sector, tanto la construcción de vivienda privada como proyectos particulares de construcción de vías e infraestructura a nivel nacional.

Por otro lado, hay que resaltar que el Gobierno ha tomado algunas medidas para reducir lo que ha sido el impacto tan grande en los costos de los fletes y ayudar a impulsar la producción, reducir el desempleo, ayudar a que la economía siga adelante. Para compensar un poco ese incremento en los precios, el Gobierno ha eliminado los aranceles a 166 productos importados, eso corresponde a 3.822 subpartidas que se han beneficiado de esta medida que ha tomado el Gobierno y por supuesto es un alivio que de momento se va a tener por un periodo de un año, no sé si va a extender por más tiempo; son alivios que se han tenido en algunos costes que antes se pagaban por los aranceles de importación de esos productos.

La economía sigue, se siguen moviendo tanto las importaciones como las exportaciones; no obstante es una realidad que se sigue teniendo una congestión bien grande de todo el sistema global, de los clientes y todo el sistema.

Somos la primera terminal en el canal navegable del Río Magdalena, donde está ubicada la zona portuaria de Barranquilla, sus puertos están ubicados en el Río Magdalena y a partir del kilómetro once del Río está nuestra terminal, es la primera que se encuentra en el canal navegable del Río y es una terminal que no está sujeta a las limitaciones que vienen después del kilómetro once río adentro. Hemos sufrido por esta reducción del calado pero hemos podido recibir naves que posiblemente otras terminales no han podido recibir.

La otra ventaja: para que las naves tengan acceso al puerto de Barranquilla utilizan una práctica, el aligeramiento, es decir, descargar parte del producto en otra terminal para que la nave flote más, sea más ligera y en términos de calado puede tener acceso al puerto. Este procedimiento lo podemos generar en terminales alternas de COMPAS siendo esta una red de puertos; hemos recibido muchas naves que tenían como destino final Barranquilla. Hay una solución provisional que está mitigando los problemas del canal navegable del Río, con una draga que trabaja permanentemente sin embargo no es suficiente para solucionar el problema del calado del Rio. 

El Gobierno ha definido un trabajo que se va a hacer en una asociación público privada -app-

360:

¿Qué es lo que más están negociando en sus puertos?

F.N.:

COMPAS es un poco el reflejo de lo que se viene haciendo a nivel nacional, no movemos todo el volumen nacional pero en una escala más pequeña reflejamos un poco lo que son las importaciones y las exportaciones, en términos generales, del país.

En términos de exportaciones masivas, Colombia está con carbón, derivados del carbón, como el metalúrgico, el térmico, principalmente coque y petróleo, derivados de este. Esos son los volúmenes más grandes y luego están las exportaciones de flores, de frutas y de otros productos de valor más agregado pero son un menor volumen, no impactan tanto.

A nivel de importaciones, lo que más impacta en términos de volumen es la importación de graneles alimenticios. Colombia importa mucho de esto, son necesarios para la industria de consumo humano y animal, como trigo, soya entre otros. Estas importaciones son necesarias porque el país produce hasta un cierto volumen de productos, con esto se cubre un gran déficit en Colombia.

También hay grandes importaciones en productos de acero, relacionados con la industria de construcción. 

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