90 años después de Carlos Gardel ¿Qué sucedió aquel día en Medellín?

Medellín conmemora 90 años de la muerte de Carlos Gardel en Medellín, tragedia aérea que convirtió a la ciudad en símbolo eterno del tango y transformó la historia cultural y aeronáutica del país.

Foto: Cortesía - 360 Radio

Medellín aún guarda en sus entrañas el eco de un lamento que surcó los cielos hace exactamente 90 años. Era el mediodía del 24 de junio de 1935 cuando un rugido metálico interrumpió la calma del antiguo Aeródromo Las Playas.

Un accidente aéreo, rápido y feroz, le arrebató la vida a Carlos Gardel, el ídolo de multitudes, el Zorzal Criollo. La tragedia no solo apagó una de las voces más poderosas del continente, sino que dio origen a un mito que convirtió a la capital antioqueña en un inesperado altar del tango.

Medellín, entre el luto y el legado: 90 años de la muerte de Carlos Gardel en su cielo

Medellín, entre el luto y el legado: 90 años de la muerte de Carlos Gardel en su cielo
Foto: Cortesía – 360 Radio

Gardel no murió solo. En la misma colisión perdió la vida Alfredo Le Pera, su letrista inseparable y autor de himnos como El día que me quieras y Mi Buenos Aires querido. También fallecieron varios músicos, miembros del equipo técnico y el piloto del avión, Ernesto Samper Mendoza.

El accidente ocurrió durante la maniobra de despegue, cuando la aeronave en la que viajaban colisionó con otro avión en la pista. La noticia recorrió el continente con la velocidad del rayo, dejando un reguero de duelo entre sus admiradores desde Buenos Aires hasta Nueva York.

Un aeropuerto, una herida abierta: El lugar del accidente ya no existe como tal. Lo que fue el Aeródromo Las Playas hoy es el Aeropuerto Enrique Olaya Herrera, un terminal aéreo moderno pero cargado de historia.

Allí, donde ardieron los restos del avión y donde el aire olía a queroseno y a muerte, hoy se alza el Patio Gardel, un espacio de memoria con fotografías, objetos personales y placas que recuerdan al artista.

A pocos metros, la Plaza Gardel se convirtió en sitio de encuentro para quienes cultivan el tango con la misma pasión con que lo hacía el Zorzal.

La Aeronáutica Civil de Colombia, que hoy recuerda la tragedia como un hito en la historia de la aviación nacional, reconoce que aquel accidente evidenció la necesidad de mejorar las condiciones técnicas de los vuelos.

Desde entonces, el país ha avanzado en regulación, seguridad y modernización de la infraestructura aérea. Lo aprendido tras el siniestro de Gardel sigue guiando la investigación de accidentes y la toma de decisiones en materia de aviación.

Por qué es importante: La muerte de Carlos Gardel marcó un antes y un después no solo en la música del siglo XX, sino en la historia cultural y aérea de Colombia.

Medellín, sin proponérselo, se convirtió en guardiana del legado del tango, y el accidente impulsó una transformación técnica en la aviación nacional.

La tragedia no solo forjó un mito, también sembró una promesa: que el cielo colombiano sería, desde entonces, más seguro.

  • El accidente ocurrió el 24 de junio de 1935 en Medellín, cuando dos aviones colisionaron durante la maniobra de despegue en el Aeródromo Las Playas.
  • Fallecieron Carlos Gardel, Alfredo Le Pera, varios músicos de su orquesta y el piloto Ernesto Samper Mendoza.
  • La tragedia ocurrió en lo que hoy es el Aeropuerto Enrique Olaya Herrera, que alberga el Patio Gardel y la Plaza Gardel como espacios de memoria.
  • La Aeronáutica Civil destaca este evento como un punto de inflexión en la historia de la aviación colombiana y reafirma su compromiso con la seguridad aérea.

Contexto: Gardel, nacido en Toulouse y criado en Buenos Aires, se convirtió en el máximo exponente del tango en América Latina. Su carisma, voz y figura cinematográfica lo convirtieron en ícono cultural. En 1935, en el auge de su carrera, realizaba una gira por América Latina cuando ocurrió la tragedia.

En Medellín, su muerte se convirtió en símbolo. La ciudad adoptó el tango como parte de su ADN cultural. Hoy existen festivales internacionales de tango, academias, murales y orquestas que honran al artista.

La frase “Gardel cada día canta mejor” sigue viva, repetida por generaciones que nunca lo vieron en vivo, pero que sienten que su voz aún resuena en cada esquina de la ciudad.

Panorama general: Noventa años después, Medellín no ha olvidado. Cada junio, la ciudad viste de tango: hay homenajes, conciertos, encuentros y silencio.

Un silencio cargado de memoria, que recuerda que a veces una tragedia no solo marca el final de una vida, sino el inicio de una leyenda. Gardel murió en Medellín, pero también renació allí, eterno, inmortal, con la voz intacta en los discos, los corazones y el cielo.

«Ahora, cuesta abajo en mi rodada, las ilusiones pasadas yo no las puedo arrancar; sueño con el pasado que añoro y el tiempo viejo que lloro y que nunca volverá», reza uno de sus versos. Y aunque el tiempo no volverá, en Medellín, Gardel nunca se fue.

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