En política y más en estos tiempos modernos de comunicación, agilidad, rapidez y el afán de salir a pronunciarse sobre el último acontecimiento para no quedarse afuera de la ola, pues tomarse unas horas para encontrar una posición sensata y apegada a una visión que busque beneficios superlativos es muy raro verlo. Germán Vargas Lleras sorprendió al país manifestando que le encantaba la idea de un Asamblea Nacional Constituyente.
Tengo que admitir que al comienzo fue muy curiosa su posición, pues veníamos de 48 horas de escuchar que la Constituyente la iba a utilizar para una reelección, cambiar la Constitución Política, cambiar las reglas del juego, etc., pero si uno va más allá concluye que darle dos años más a este Gobierno para que siga haciendo lo que está haciendo a mí sí me parece nefasto y comparto la frase de Germán: “Esto está siendo una muerta lenta y muy compleja para todos los sectores económicos y la ciudadanía en general”.
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Algunas personas mencionan que esperemos dos años para que “no siga matando” y a ver si sobrevivimos, pero ¿por qué no pensar en dar la pelea ya en vez de esperar más tiempo?
Dos años es mucho tiempo para seguir haciendo travesuras, acabando con la confianza del país, aumentando la incertidumbre y la agonía. Para las personas que dicen que el presidente Gustavo Petro se va a robar las elecciones de la Constituyente les pregunto: ¿Qué no garantiza que con dos años más en el 2026 vaya y se las roba? Ese argumento se cae fácilmente.
Argumentos de Germán Vargas Lleras para apoyar la Asamblea Nacional Constituyente
Otro argumento que dijo el expresidente es que como se van a ir las Cortes y el Congreso entonces que también se vaya él. Barajemos todo de cero y vamos a elecciones. Yo compro ese escenario.
No puedo ser incoherente y muchos lo están haciendo, aunque por debajo de la mesa reconocen que si quieren una Constituyente, pero hoy dicen que no porque se quedan por fuera de este escenario, yo si no he estado de acuerdo con la Constitución de 1991 porque me parece que no es fuerte con la delincuencia, criminalidad y ciertas comunidades que abusan de sus posiciones y reconocimientos. Además, va muy en contra del empresariado y la iniciativa privada.
Este fue un documento muy bonito al redactarlo, pero a la hora de la práctica no entregó herramientas para aplicar. Solo ver el papel de los departamentos. El mismo Humberto de la Calle reconoció que por afán los departamentos se quedaron sin mayores herramientas para trabajar, y eso que hablaba de un Estado descentralizado y hoy lo tenemos más centralizado que nunca.
En temas de seguridad, justicia y de formas de Gobierno me parece que la Constitución es un desastre, y la Constituyente es una oportunidad de oro para derrotarlos políticamente y crear una Constitución que defienda la propiedad privada, la libertad económica; que proteja los derechos de los ciudadanos que cumplan la ley y que exponga un sistema judicial que castigue a quienes violentan y atentan contra el Estado, que permita reformar lo que no se ha podido hacer los últimos años en la justicia. Es la oportunidad para discutir la reducción del Congreso, unificar el periodo de electoral de alcaldes y presidenciales si se quiere, revisar como se eligen los magistrados en las altas Cortes, etc.
Estos tiempos modernos tan cambiantes que han sido tan difíciles requieren una carta de navegación nueva, y creo que se hace necesaria una nueva Constitución. No estoy buscando una Constitución religiosa. Por mí el Estado laico debe permanecer y de paso eliminar los días festivos religiosos.
De manera que yo concluyo en que estoy de acuerdo con Vargas e ir a las urnas. Dar esa pelea ya y no esperar más tiempo. Quienes tildan al exvicepresidente de oportunista les digo que les ganó, fue más rápido que ustedes, conoce al Estado como nadie, no piensa en un metro sino en kilómetros. Es una persona adelantada, entonces en vez de atacarlo apóyenlo, que no es nocivo.
Estamos buscando que Colombia salga de la situación en la que está y estoy convencido en que podríamos encontrar un muy buen resultado en una nueva Constituyente, que cambie lo que hemos vivido como país en los últimos años, lo cual ha sido tan nocivo para la salud en general de los colombianos.
Por: Andrés Gaviria – @AndresGaviriaC
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