En definitiva, este debate se da en un momento para nada conveniente, pues estamos en tiempos muy propicios para seguir propagando la división, animadversión, profundizar la polarización y que lleguen debates con ánimos bastantes caldeados a los que por estos días mucha razón no les falta, pero que sin duda suelen ser álgidos y donde uno puede destapar una entrada, pero nunca se sabe cuándo va a salir o que se va a encontrar.
Me parece que no hay derecho a que el departamento que más le aporta al país en términos económicos y productivos, y en virtud de eso le inyecte una cantidad de dinero bastante considerable al fisco Nacional y que luego por esa “repartija” tan mala diseñada y aberrante reciba una limosna de lo que ha aportado, es bastante reprochable.
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Vendrán personas como Humberto de la Calle a decir: “Hombre, usted no puede ser egoísta y venir a pretender a que cada departamento viva con lo que produce”. Yo no me voy a ese extremo, pero sí voy a decir que el sistema actual está siendo bastante injusto. Así muchos crean que no lo es. Esta situación se presenta debido a que los mismos departamentos de siempre siguen mantenido a los mismos departamentos de siempre.
En los departamentos que son mantenidos, alcaldes y gobernadores van a la prisión cada año por corrupción, pocos o nulos avances tienen y están concentrados en otro tipo de actividades, mientras que otros departamentos trabajan.
A mí la verdad ese modelo no me gusta y no me parece equitativo, ni que incentive el desarrollo, al progreso. Creo que es un modelo que premia la pereza para decirlo francamente.
Acá se están juntando varios factores sumamente nocivos de la política colombiana: primero que tenemos un presidente que dice que “Yo soy el Estado, hago lo que se me da la gana y si puedo instaurar un sistema totalitario mejor”. Muchas personas no entienden que una cosa son los compromisos políticos de un Gobierno y la voluntad que puedan conservar; y otro son los proyectos que son de interés estratégico de la Nación, que superan a los presidentes y congresistas de turno, y que son sin duda son obras que se tienen que cumplir.
De manera que quiero resaltar la valentía y esa noble propuesta que el expresidente Álvaro Uribe lanzó, que el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, recogió y que más de 3.400 antioqueños han apoyado.
Antioquia debe aportar a la «vaca» para la finalización de las vías 4G
Todos, antioqueños o no, deberíamos aportar a esta causa. Obviamente espero que lo haga solo quien tiene sentido patriótico y un mínimo de raciocinio mental para entender la importancia estratégica de estas vías que pasan por Antioquia, pero que son para Colombia y que son personas que están del lado correcto de la historia.
Tenemos un presidente que suele estar en el lado incorrecto de la historia y con este capricho, decisión politiquera y divorciada a la realidad cuando se va a Urabá y dice: “Acueducto o infraestructura”, entonces plantea nuevamente ese debate de lucha de clases, pobres contra ricos y menciona que las vías pasan por El Poblado cuando todos sabemos que no es así, pero es que el señor ni se sonroja.
Quiero dejar claro en esta columna que no hay derecho, pero no es la primera vez ni será la última, que a Antioquia le toque salir por su propia cuenta de muchas situaciones. Nuestros ancestros abrieron pasos en montañas, bosques y ríos, y con hachas forjaron los caminos que hoy recorremos.
Quiero pedirle al país que se unan desde $10.000 a esta vaca por las vías que pasan por Antioquia, pero que son para todo el país y que a quien tenemos como presidente, que prometió ser mandatario para las personas que votaron por él y los que no lo hicieron, no le sale de sus caprichos honrar ese compromiso.
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Por: Andrés Gaviria – @AndresGaviriaC