La educación juega un papel muy importante en el desarrollo de las sociedades en diferentes áreas, una de ellas y que ha ido tomando relevancia a lo largo de los años es el desarrollo sostenible y responsable, teniendo los países el reto de transformar su economía a modelos más circulares.
La economía circular pretende minimizar el desperdicio, reutilizar recursos y cerrar el ciclo de vida útil de los productos, para que esto sea una realidad la educación en niveles académicos y culturales juega un rol crucial, ya que funciona como un catalizador para que las personas desde temprana edad comprendan la importancia de estos temas y adopten prácticas sostenibles.
John Hernando Escobar Rodríguez, docente investigador en la Corporación Universitaria Iberoamericana explica que, “actualmente la sostenibilidad y la conciencia ambiental son aspectos fundamentales y de gran relevancia que la sociedad debe tener en cuenta. Desde la perspectiva de la educación esta emerge como un pilar fundamental en la construcción de un futuro más prometedor y equilibrado”.
La economía circular se basa en el principio de cerrar el ciclo de vida de los productos, minimizando el desperdicio y reutilizando los recursos y si bien hay programas educativos que en su malla académica los integran, estos temas deberían ser tratados de una manera transversal desde una edad temprana.
«Considero que la educación es fundamental para crear conciencia y promover prácticas sostenibles en la sociedad colombiana desde los colegios y las universidades», afirma Julieth Vanessa Prieto Sandoval, PhD, coordinadora de la maestría en gerencia de la sostenibilidad de la Pontificia Universidad Javeriana. «He participado en investigaciones donde hemos visto la importancia de iniciar la formación en separación desde la fuente a edades tempranas. Así mismo, la educación es una herramienta para fomentar la innovación y desarrollar soluciones sostenibles a los desafíos ambientales.»
En esa misma línea el investigador de la Corporación Universitaria Iberoamericana concuerda afirmado, “es importante que desde las aulas de clase hasta la sociedad en general se cumpla un papel vital en cultivar esa conciencia y el entendimiento de los impactos de nuestras acciones con el entorno. Al integrar conceptos como la sostenibilidad en los programas educativos desde una temprana edad se fomenta en estructurar una mentalidad proactiva hacia la conservación de los recursos y hacia la reducción de los desperdicios que actualmente emite la sociedad”.
Impacto empresarial de la formación en economía circular
La formación académica en temas de economía circular y posconsumo no solo representa un pilar importante en la generación de conciencia ambiental, sino que también juega un rol crucial en la competitividad empresarial. «Desde nuestra perspectiva en el Laboratorio de Sostenibilidad Empresarial y la Maestría en Gerencia de la Sostenibilidad de la Javeriana, la formación en economía circular y posconsumo es crucial para que las empresas comprendan cómo reducir residuos y optimizar recursos», explica Prieto. «Nuestra investigación ha demostrado que las empresas que adoptan prácticas de economía circular son más competitivas a largo plazo y tienen mejor desempeño».
Del mismo modo, John Hernando Escobar coincide con esta visión destacando, «la economía circular es una nueva vertiente que promueve la reutilización, la reparación y el reciclaje de productos. Al educar a las generaciones futuras sobre los principios de esta economía circular, se impulsa la innovación y se establece una base sólida para sistemas económicos más resilientes y sostenibles».
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La investigación como un pilar de la economía circular
La investigación y la transferencia de conocimiento se presentan como pilares esenciales en la promoción de la economía circular y el posconsumo en Colombia. Estos procesos permiten que las innovaciones académicas y las mejores prácticas sostenibles se apliquen de manera efectiva en el mundo empresarial y comunitario. La colaboración entre universidades y empresas facilita la adopción de modelos de negocio más sostenibles, mientras que la investigación aplicada genera soluciones prácticas y contextualizadas a los desafíos ambientales. En este contexto, la capacidad de transformar el conocimiento teórico en acciones concretas es fundamental para avanzar hacia un futuro más responsable y equilibrado.
«Desde la Javeriana, creemos que la investigación aplicada genera conocimiento práctico y relevante para nuestro contexto. Aún más importante es la transferencia de conocimiento, que actúa como un puente entre la academia y las empresas, permitiendo que estas adopten prácticas más sostenibles», señala Prieto. «La investigación aplicada puede potenciar la identificación y desarrollo de oportunidades de nuevos modelos de negocio sostenibles y circulares.»
Economía circular como una visión académica que impacte el futuro
La formación académica y la investigación aplicada no solo preparan a las futuras generaciones para enfrentar los desafíos ambientales, sino que también sientan las bases para un cambio cultural profundo. La visión a largo plazo de expertos y educadores revela un panorama prometedor, donde la economía circular y el posconsumo se integran en la vida cotidiana y en las estrategias empresariales, impulsando así un desarrollo más resiliente y equitativo.
«La educación desempeña un papel crucial en la promoción del posconsumo, que busca minimizar el impacto ambiental de los productos una vez que han cumplido su vida útil. Al enseñar a nuestros estudiantes a tomar decisiones conscientes sobre la compra y la disposición de recursos al final de su ciclo de vida, fomentamos una cultura de responsabilidad y cuidado hacia el medio ambiente», comenta Escobar.
En conclusión, la educación no solo cumple un rol informativo, sino que también ejerce un papel transformador al proporcionar conocimientos prácticos que promuevan un consumo sostenible y una serie de estrategias que promuevan la economía circular en el país. La integración de conceptos en todos los niveles educativos fomentará la colaboración entre diferentes sectores y el éxito de cada estrategia dependerá de las acciones tempranas que se ejecuten con una mirada innovadora.
“Esto se logra a través de un enfoque integral en la educación, en donde nosotros los educadores podemos sentar las bases para tener ese futuro donde la sostenibilidad y la conciencia ambiental sean pilares fundamentales de nuestra sociedad”, concluye Escobar.
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