El Fondo Monetario Internacional (FMI), en una rueda de prensa celebrada el martes, anunció por medio de Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI, que las tensiones comerciales y el aumento de aranceles están impactando negativamente en la producción y la actividad económica a nivel mundial. «Estamos viendo una fragmentación geoeconómica que, combinada con medidas que interrumpen el comercio y la inversión, están deprimiendo la inversión, el consumo y la actividad económica en general», comentó Gourinchas.
El FMI advierte sobre la caída de la producción mundial y sus causas
El informe de Perspectivas Económicas Globales (WEO) del FMI, presentado en el marco de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial, mantuvo la proyección de crecimiento global en un 3.2% para 2024. Sin embargo, redujo la previsión para 2025 en una décima, también al 3.2%.
Gourinchas explicó que la incertidumbre política relacionada con el comercio y el aumento de aranceles entre bloques de países no solo perturbará el comercio internacional, sino que también «asignará recursos de manera ineficiente», afectando así la actividad económica en múltiples sectores.
«Cuando combinamos estos factores, el efecto resultante es una caída significativa en la producción mundial que estimamos en un 0.5% para 2026″. Esto es considerable y subraya la gravedad de la situación actual», afirmó Gourinchas.
A pesar del panorama incierto, el FMI proyectó que las economías avanzadas crecerán apenas un 1.8% este año, cifra que se mantendrá constante en 2025. Esta ligera mejora en comparación con pronósticos anteriores no oculta el hecho de que el crecimiento sigue siendo débil, especialmente para países que dependen en gran medida de mercados internacionales.
Por otro lado, se espera que los mercados emergentes y las economías en desarrollo experimenten un crecimiento más robusto del 4.2% tanto en 2024 como en 2025. Sin embargo, esta cifra representa una disminución en comparación con las proyecciones anteriores, lo que indica que la resiliencia de estos mercados también está siendo puesta a prueba por las condiciones globales adversas.
La respuesta internacional a las previsiones del FMI es crucial. Los líderes políticos y económicos tendrán que considerar cómo las tensiones geopolíticas pueden impactar no solo en la producción, sino también en la estabilidad social y económica de sus países.
En el contexto actual, la necesidad de una cooperación internacional más fuerte es evidente. Las políticas que fomentan el libre comercio y reducen las barreras arancelarias son esenciales para contrarrestar el impacto negativo de la fragmentación del comercio global. Sin embargo, las decisiones que tomen los países en los próximos meses serán determinantes para revertir esta tendencia.
El pronóstico del FMI sirve como un llamado de atención sobre la fragilidad de la economía mundial. A medida que las tensiones entre países continúan creciendo, la necesidad de un enfoque colaborativo para enfrentar estos desafíos se vuelve más apremiante. Los efectos de las políticas comerciales y la fragmentación geoeconómica pueden ser devastadores si no se manejan adecuadamente, afectando no solo la producción, sino también el bienestar de millones de personas en todo el mundo.
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