La economía de los hogares colombianos ha tenido un alivio debido a la disminución del precio de varios alimentos clave para la canasta familiar, comportamiento que se espera continúe en los próximos meses.
Y es que los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas, uno de los principales componentes de la canasta básica en Colombia, experimentaron una caída significativa durante octubre de 2024.
Según el análisis realizado por la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), el índice de precios al consumidor (IPC) para esta categoría presentó una disminución mensual del -0,76 %, convirtiéndose en la división con la menor variación del mes. Este descenso representa un respiro para los hogares colombianos en un contexto donde los precios de productos esenciales han mostrado una tendencia a la baja.
La directora de la UPRA, Dora Inés Rey, resaltó la relevancia de estos resultados para la economía familiar: «La reducción en el IPC de alimentos y bebidas no alcohólicas es un reflejo de la labor constante de los actores del campo colombiano. Este tipo de variaciones tiene un impacto positivo en la canasta básica familiar, especialmente en productos esenciales como las hortalizas, las papas y la cebolla».
Detalles de los precios de alimentos
El informe de la UPRA destaca reducciones importantes en productos esenciales para el consumo diario. Entre ellos, la papa lidera la caída con un -15,42 %, seguida de la cebolla (-14,25 %) y el tomate (-11,59 %). Estas disminuciones tienen un impacto directo en el bolsillo de los consumidores, quienes pueden acceder a estos alimentos básicos a precios más accesibles.
Por otro lado, algunos productos experimentaron aumentos en sus precios. Entre los más destacados se encuentran el chocolate (2,01 %), los plátanos (1,77 %) y las frutas frescas (0,36 %). Sin embargo, estas alzas resultan marginales en comparación con las disminuciones observadas en otros productos de mayor peso en la dieta colombiana.
A nivel anual, la variación del IPC para alimentos y bebidas no alcohólicas se ubicó en 1,75 %, una cifra considerablemente menor al 10,36 % registrado en octubre de 2023. Este descenso refleja una desaceleración en el ritmo de aumento de los precios, lo que se traduce en mayor estabilidad para los consumidores.
En el acumulado del año, el IPC de esta categoría muestra un aumento del 2,64 %, posicionándose como la quinta división con menor variación. Este comportamiento está 1,8 puntos porcentuales por debajo de la variación nacional, que se encuentra en 4,44 %.
El informe de la UPRA subraya que esta tendencia de estabilización en los precios de alimentos básicos es resultado de esfuerzos continuos en el sector agropecuario. Iniciativas enfocadas en mejorar la competitividad, la eficiencia y la sostenibilidad del campo colombiano han permitido garantizar una oferta constante de productos esenciales a precios más bajos.
Estos resultados también destacan la importancia de las políticas públicas y las alianzas estratégicas en la construcción de un sistema agropecuario más robusto. La caída en los precios de alimentos como la papa y la cebolla, productos de alto consumo en los hogares, se traduce en un alivio económico significativo, especialmente para las familias de ingresos bajos y medios.
Con estas cifras, octubre de 2024 se posiciona como un mes alentador para los consumidores colombianos. Aunque persisten retos en el manejo de algunos precios al alza, los datos reflejan una tendencia positiva que podría consolidarse en los próximos meses, ofreciendo estabilidad en un contexto económico global complejo.
La disminución en los precios de alimentos clave beneficia el poder adquisitivo de los hogares y genera un impacto positivo en la economía del país.
Le puede interesar: Titularizadora Colombiana alcanza récord en la Bolsa de Valores de Colombia