Cada año, la celebración de San Valentín se convierte en un evento clave para las flores de Colombia y el sector floricultor, que sigue consolidándose como uno de los sectores más rentables y productivos del país.
Colombia es el segundo mayor exportador de flores a nivel mundial y, con cada temporada, los floricultores demuestran su capacidad para cumplir con la demanda global de productos de calidad. Las flores colombianas no solo simbolizan el amor, sino también un robusto motor económico que contribuye a la generación de miles de empleos y a la proyección internacional del país.
Flores de Colombia, claves para la economía y el empleo
La floricultura en Colombia es mucho más que un sector agrícola: es una fuente vital de empleo formal en el campo, especialmente en las regiones donde la actividad florícola predomina. Con más de 200,000 empleos formales generados cada año, la floricultura no solo sostiene a miles de familias, sino que también promueve la inclusión social, con un 60% de los trabajadores directos siendo mujeres, muchas de ellas madres cabeza de familia.
Según Augusto Solano, presidente de Asocolflores, “Colombia es el segundo país exportador de flores a nivel mundial. La floricultura es una de las fuentes más importantes de trabajo formal en el campo colombiano y un ejemplo logístico del comercio internacional en nuestro sector agrícola”.
Durante la temporada de San Valentín, se estima que más de 20,000 empleos temporales se suman a la cadena productiva, contribuyendo aún más al impacto económico del sector. Además, el trabajo del sector va más allá de la producción, fomentando entre la juventud rural la importancia de la estabilidad laboral que ofrece la floricultura, especialmente los beneficios sociales como los aportes a pensión y salud.
El Plan Pétalo: un modelo logístico de éxito
Para poder cumplir con la demanda internacional, especialmente durante las festividades de San Valentín, la cadena logística juega un papel crucial. Asocolflores implementa anualmente el Plan Pétalo, un programa diseñado para garantizar la eficiencia en el transporte de las flores desde las fincas hasta los destinos finales.
Según Solano, “Para cumplir durante las fechas especiales en los diferentes mercados, la eficiencia de la cadena productiva depende de las relaciones entre productores, autoridades, proveedores, transportadores y comercializadores. Nuestro Plan Pétalo es reconocido nacional e internacionalmente por optimizar los tiempos de distribución, entre otros aspectos”.
Este plan, que abarca desde la seguridad hasta la coordinación con autoridades como el ICA, la Policía Nacional, la Dian y Supertransporte, asegura la movilidad y el flujo continuo de las flores, evitando contratiempos y retrasos. Cada actor en la cadena logística, incluyendo aeropuertos, puertos y aerolíneas, tiene un rol esencial en el éxito de las exportaciones.
Impacto de las flores colombianas en el mundo
En la temporada de San Valentín de 2024, Colombia exportó un total de 59,000 toneladas de flores, lo que representó un incremento del 13% respecto al mismo período del año anterior. De estas exportaciones, el 92% fue transportado por vía aérea, principalmente desde los aeropuertos El Dorado en Bogotá y José María Córdoba en Río Negro, mientras que el 8% restante viajó por vía marítima desde puertos como Santa Marta y Buenaventura.
La rosa roja, que representa un 19% de las exportaciones, continúa siendo la estrella de la temporada. Sin embargo, también se exportan otras especies como claveles (16%), crisantemos (13%), hortensias (7%) y alstroemerias (6%), lo que refleja la diversidad y calidad de la oferta colombiana. Estados Unidos sigue siendo el principal destino de las flores colombianas, con aproximadamente el 76% de los envíos dirigidos a este mercado. Sin embargo, las flores colombianas también llegan a más de 100 países, incluidos el Reino Unido, Canadá, Japón y los Países Bajos, consolidándose como un producto global.
El trabajo conjunto para posicionar las flores colombianas
El éxito de las flores colombianas no solo depende de su calidad y variedad, sino también de las estrategias de promoción y posicionamiento que impulsan entidades como ProColombia. Carmen Caballero, presidenta de ProColombia, destacó: “Las flores colombianas son mucho más que un producto de exportación: representan nuestra riqueza natural, resiliencia y talento. Gracias a su incomparable variedad y calidad, como parte del trabajo constante de ProColombia, hemos ayudado a conquistar mercados en más de 100 países”.
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Las ruedas comerciales y las activaciones internacionales han sido clave para que Colombia se mantenga como un referente en la industria floral mundial. Este trabajo conjunto entre el gobierno, las empresas y los productores ha permitido que las flores colombianas sigan trascendiendo fronteras y se posicionen como un símbolo de la belleza natural del país.
San Valentín: un 15% del total de exportaciones anuales
Para los floricultores colombianos, la temporada de San Valentín representa alrededor del 15% de sus exportaciones totales anuales. Esto hace de la fecha una de las más importantes para el sector, no solo desde el punto de vista económico, sino también para consolidar la reputación internacional de las Flores de Colombia.
El optimismo en el sector es palpable. A pesar de los retos logísticos y de producción, los floricultores se sienten preparados para afrontar la temporada con la misma eficiencia y compromiso que los ha caracterizado a lo largo de los años. Solano concluyó: “Gracias a una ardua labor de planificación desarrollada por Asocolflores desde finales del año pasado y la competitividad y organización de los floricultores y todos los actores de la cadena, las condiciones requeridas para atender esta temporada están listas y la asumimos con relativo optimismo”.
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