El próximo 13 de junio, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público presentará la actualización del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), un evento clave para entender el rumbo económico del país y en qué va el recaudo tributario.
Según el análisis más reciente de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, este será uno de los eventos económicos más importantes del año, ya que deberá sincerar las cuentas fiscales y ajustar las proyecciones de ingresos ante la imposibilidad de cumplir las metas trazadas en el Plan Financiero (PF).
En febrero, el Gobierno Nacional planteó un ambicioso objetivo de recaudo bruto de impuestos de $324 billones para 2025, lo que representaría un crecimiento del 21% frente al año anterior. Sin embargo, el panorama se ha tornado más complicado. El ministro de Hacienda, Germán Ávila, admitió ante el Congreso que el crecimiento será apenas del 14%, lo que implicaría un recaudo de aproximadamente $304 billones, una cifra $20 billones por debajo de la meta inicial.
A pesar de este ajuste, hay instituciones que consideran el nuevo pronóstico aún optimista. El Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF) proyecta un faltante de $34 billones, mientras que el área de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá calcula una brecha de $27 billones. “Desde agosto del año pasado ya se alertaba sobre una sobreestimación del recaudo. Hoy, ese desfase es incluso peor de lo proyectado”, señala el informe.
¿Qué pasa con el recaudo tributario?
Al radicar el Presupuesto General de la Nación (PGN) 2025 en agosto de 2024, el Gobierno utilizó como supuesto de recaudo $315,4 billones. En ese momento, el Banco de Bogotá ya había advertido que los ingresos tributarios podrían quedarse cortos en hasta $40 billones si no se aprobaba una nueva reforma fiscal, si la DIAN no lograba sus metas o si el crecimiento económico era inferior al previsto. Hoy, con los datos disponibles, el faltante podría superar los $43,6 billones, superando incluso las alertas iniciales.
“El supuesto de recaudo del Plan Financiero está alejado de la realidad económica del país”, advierte el informe. A esta situación se suma un fenómeno inesperado: el volumen inusualmente alto de devoluciones tributarias y TIDIS por parte de la DIAN, que ha afectado la disponibilidad real de ingresos para el Estado.
Durante el primer trimestre de 2025, el recaudo bruto creció 6,8%, pero el desempeño de los impuestos más significativos fue limitado. El impuesto de renta cayó -2,1% y el IVA creció apenas 7,3%, afectado por el consumo en sectores informales, como recreación y entretenimiento. Esto contrasta con un crecimiento económico de 2,7% en el mismo período.
La razón de este desacople es clara: los sectores que más tributan —minería, industria, comercio y sector financiero, responsables del 61% del recaudo de renta jurídica— siguen mostrando debilidad. La minería cayó 5% y la industria apenas creció 1,3%, mientras el comercio y el sistema financiero crecieron solo 1,4% y 0,4%, respectivamente.
“Los segmentos con mayor dinámica de recaudo no tienen el peso suficiente para compensar la caída en los grandes aportantes”, explica el informe.
En cuanto al segundo factor —el impacto de las devoluciones—, el informe revela que en los primeros cuatro meses del año estas alcanzaron $9,8 billones, muy por encima del rango histórico de $0,5 a $5 billones. Esto implica que, aunque el recaudo bruto está cerca de las metas del CONFIS, el recaudo neto presenta un faltante.
“Las devoluciones han sorprendido negativamente a la Nación”, advierte el análisis. Información anecdótica sugiere que la DIAN habría retrasado devoluciones de 2024 para contabilizarlas en 2025 y así evitar que el déficit fiscal superara el -6,7% del PIB registrado el año pasado.
Según cálculos del Banco de Bogotá, el faltante neto a abril no sería de $3,9 billones —como estima el Gobierno— sino de $8 billones. Proyectando esta tendencia, el desbalance total de ingresos en 2025 alcanzaría los $27 billones, atribuibles en $26 billones a la actividad económica y devoluciones, y en $1 billón al optimismo sobre el recaudo vinculado al estado de conmoción interior, que se esperaba en $3 billones, pero probablemente será solo $2 billones.
El ministro anunció un ajuste del gasto de $20 billones, pero el Banco de Bogotá lo considera insuficiente para compensar el desbalance fiscal. “Con pocas intenciones de ajustar el gasto, queda claro que el déficit en 2025 será elevado”, concluye el informe.