Confidenciales 360.
En Colombia ya hemos conocido toda clase de carteles, desde el de los pañales, de la hemofilia y hasta del cemento. Pero lo que muchos no se imaginaron es que hasta para hacer la paz en Colombia con las Farc, también se fuera a conformar un cartel.
Es cierto que la cantidad de dinero que está recogiendo el Gobierno Nacional gracias a naciones extranjeras como Noruega e incluso Estados Unidos, se convierte en un jugoso botín para toda clase de contratistas y personajes oscuros que han rondado las finanzas de nuestro país.
En las últimas semanas, se han conocido una serie de irregularidades sobre el manejo que se le dio al Fondo Colombia en Paz, un escándalo que desde luego no queda bien, no solo para Colombia sino para la misma guerrilla de las Farc y para las naciones que nos apoyan en este proceso, pues es claro que el Gobierno está incumpliendo los compromisos con las Farc en algunos aspectos de programas productivos y reinserción a la vida civil, por citar algunos ejemplos.
Es claro que se les cumplió a nivel político con los cargos a dedo en el Congreso, pero la cantidad de contratos que se han dado a diestra y siniestra en este fondo han prendido las alarmas.
Llama la atención que Rafael Pardo no se pronuncie a sabiendas que es quien ha estado al frente del posconflicto, por algo le dicen o se hace llamar el ministro del posconflicto, y todo se ha producido gracias a las explicaciones pedidas por Noruega, Suiza y Suecia, la denuncia Judicial Watch y la salida de Néstor Raúl Correa, secretario general de la JEP.
El Gobierno tendrá que meterle la ficha fuertemente a este fondo y limpiarlo, pues ya empezó con la salida de Gloria Ospina de esta dirección, si es que quiere que sigan aportando a este fondo otras naciones, empresarios e industriales, pues de lo contrario, también habremos quedado como un país corrupto hasta para implementar el acuerdo de paz.