Este contenido hace parte de nuestra sexta edición de 360 Revista. Cada año, nuestro medio de comunicación realiza una publicación impresa con la compilación de los hechos más relevantes del año que culmina y con proyecciones de expertos para el que nos espera.
En los diferentes concesionarios de las marcas de automóviles en el país se pudo observar un elevado incremento mes a mes de las variadas referencias de vehículos, algo que no se había visto antes de la pandemia.
La inusitada llegada de la pandemia, y sí, porque nadie se la esperaba siendo una sorpresa total para todos, ha traído consigo estragos en todos los niveles de la sociedad y de la economía, aunque también ha sacado lo mejor de muchas personas en lo referente a emprendimientos, ideas de negocio nuevas y demás que han podido sostenerse en el tiempo.
Cuando se habla de los precios de los vehículos y de su sostenibilidad en el tiempo, habría que remontarse a épocas anteriores en donde el incremento de dichos precios no se presentaba de forma tan asidua, o al menos, no con elevaciones de precio tan pronunciadas. Ahora, se puede observar su franco e imparable aumento en muchas de las marcas que se ofrecen en el país.
Es preciso citar ejemplos que han sido corroborados por este medio de comunicación, como es el caso de la marca Volkswagen y su auto de entrada: Gol Trendline con caja mecánica. Esta versión, a mitad del año 2021, costaba $40’990.000 manteniéndose así hasta el mes de julio. Entrando el mes de agosto, ese mismo vehículo ya costaba $43’490.000 hasta el momento de la redacción de este artículo en el mes de noviembre.
En otras marcas, como Chevrolet, la camioneta de lujo Traverse, para siete pasajeros y copada de tecnología, costaba alrededor de $160’000.000 en la versión más económica antes de que se avecinara la pandemia, según le contó a este medio un asesor de uno de los concesionarios de Chevy. En noviembre del 2021, ese mismo vehículo ya costaba $184.990.000 en la red de concesionarios de la marca en el país.
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Se habla de incrementos de entre el 0.6 % y el 1.5 % en los casos mencionados (mes a mes), y así ocurre con un sinnúmero de marcas que venden sus vehículos en los diferentes concesionarios de Colombia, como es el ejemplo de Mazda, que antes de la pandemia ofrecía el Mazda 3 más sencillo en $71’000.000; finalizando el 2021, ya estaba en $79’200.000.
Sí, por cuenta de la pandemia se han incrementado los precios pero hay razones de fondo que no solo han afectado los costos sino también la producción de los vehículos. Un ejemplo ha sido Toyota, entre otras marcas, que no han priorizado la compra de los chips necesarios para la producción de todo tipo de automotores, por lo que la entrega de un vehículo, según pudo constatar este medio en el mes de octubre al preguntar a un asesor de un concesionario de esa marca nipona ubicado en Medellín, podía tardar entre tres y cinco meses.
Como contraparte, se presenta el caso de Suzuki, que sí ha priorizado la compra y uso de chips para la producción de sus vehículos y por eso es que los tiempos de entrega no tardan tanto como su competidor de Japón mencionado anteriormente, o como el caso del mismo Volkswagen, que tardaba hasta dos meses en entregar un vehículo.
No se puede dejar de lado el precio del dólar, que al término de la edición de este artículo se encontraba en $3.833 y que ha merodeado los $4.000 en este segundo año de pandemia, por lo cual también se ha traducido en los altos costos de los vehículos. Así mismo, inconvenientes logísticos de gran envergadura encarecen los precios.
Párrafo aparte para los precios de usados
Datos revelados por el diario El Tiempo mostraron que los precios de los vehículos usados, requeridos en muchos casos como una segunda opción de movilidad para evitar pico y placa o entre otros, han incrementado entre un 25 % y un 45 % su precio.
Un ejemplo claro se puede ilustrar con el precio de un Renault Sandero Polar 2020, en la ciudad de Medellín, el cual oscilaba entre $34’000.000 y $36’000.000 dependiendo del estado y cantidad de kilómetros en su recorrido. Para mediados del año 2021, un vehículo de estas características ya se podía ver en los diferentes portales de carros usados en cifras superiores a $39’.000.000. Algunos muy aventureros lo ofrecían para la venta hasta por $43’000.000. Sí, ese mismo Sandero Polar 2020.
Tanto para vehículos nuevos como usados, no cambiaría mucho el panorama en el año 2022 teniendo en cuenta los factores mencionados con relación a la escasez de chips, priorización de fabricación de los mismos por parte de diferentes marcas, el alza del dólar e inconvenientes logísticos de estos gigantes que producen automóviles para todo el mundo.