La Mayoría Silenciosa: «No me cabe duda de que con el Ingeniero aplica aquello del “voto penoso”. Son muchas las personas que se sienten reflejadas en su discurso de indignación, pero prefieren decir en público que su voto va a ser por Fico o por Sergio Fajardo para no tener que lidiar con la indignación que genera…»
Por: Rafael Torres
La semana pasada todos los sectores políticos del país se vieron sorprendidos ante el gran crecimiento del Ingeniero Rodolfo Hernández en las encuestas. Mientras muchos ya se estaban preparando para una segunda vuelta entre Fico y Petro, parece que hay una posibilidad de tener una sorpresa el domingo y tener a Rodolfo Hernández en segunda vuelta. (La Mayoría Silenciosa)
Hace cuatro años en las elecciones de 2018, muchos decidimos votar por un desconocido Iván Duque dejándonos llevar por su carisma y por el voto de confianza que tenía del expresidente Uribe.
Es muy común en la política que se elija la antítesis de lo que gobierna en el momento y es justamente lo que puede llegar a pasar con Rodolfo Hernández. Después de una alcaldía de Petro, la gente decide elegir a Peñalosa, después de Obama hay un Trump y puede que después de Duque haya un ingeniero.
La gran mayoría de personas que apoyan al ingeniero lo hacen en repudio del sistema político vigente. Mientras Iván Duque siempre es mesurado para hacer cada declaración, el Ingeniero habla sin filtro y con esa manera directa que tanto caracteriza a los Santandereanos. Hay un sector de personas que se sienten identificadas con el Ingeniero. No tanto por sus políticas sino por su discurso.
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Son muchos los colombianos que sienten que durante estos años donde el contexto de la pandemia y las protestas pusieron a muchas familias en situaciones económicas complicadas, es una burla que los congresistas ganen sumas exorbitantes y reciban tratos lujosos mientras trabajan desde la casa. Por más de que muchos candidatos hablan de reducir el gasto, parece que solo el ingeniero logra mostrar en su discurso la indignación con los gastos de la clase política que muchos colombianos sienten.
Durante el gobierno de Iván Duque hubo dos grandes estallidos sociales. En primer lugar, en 2019 después de las protestas estudiantiles y en segundo lugar en 2021 después de que se anunciara una reforma tributaria.
Tanto en las protestas estudiantiles de 2019 como en el paro nacional del año pasado, daba la impresión que a Duque le importaba más el cubrimiento que las protestas tenían por la prensa internacional que la situación de orden público del país. Daba la impresión que mientras el país vivía semanas enteras de vandalismo y toques de queda, siempre faltó fuerza y liderazgo por parte del gobierno para garantizar la seguridad de todos los colombianos.
Son muchos los colombianos que vieron como el vandalismo acabó con muchas de sus ciudades y fueron muchos los pequeños y medianos empresarios que perdieron millones de pesos durante estas protestas. La falta de fuerza y liderazgo del presidente Duque en estos dos momentos son sin lugar a dudas los momentos más bajos de su gobierno. Con solo ver la personalidad del ingeniero, da la impresión que, aunque pueda tomar decisiones impulsivas era el líder que muchos estábamos esperando durante esa época.
No me cabe duda de que con el Ingeniero aplica aquello del “voto penoso”. Son muchas las personas que se sienten reflejadas en su discurso de indignación, pero prefieren decir en público que su voto va a ser por Fico o por Sergio Fajardo para no tener que lidiar con la indignación que genera.
Puede que el “momentum” no le alcance a Rodolfo Hernández y este no pase a segunda vuelta. Puede que las encuestas estén acertadas y haya una segunda vuelta entre Petro y Fico. Sin embargo, el Ingeniero logró algo trascendente en estas elecciones.
Un candidato que sin hacer ni una alianza y sin aparecer mucho en los medios tiene que tener un discurso en el cual mucha gente se vea reflejada para estar peleando la posibilidad de llegar a segunda vuelta. La campaña de este ingeniero demostró que, aunque hay muchos petristas y muchos Uribistas, hay mucha gente que solo está indignada con la clase política.
Logró a punta del discurso