El panorama económico de Colombia en junio de 2025 está marcado por una expectativa de estabilidad en la política monetaria, según revela la más reciente Encuesta ANIF sobre la tasa de intervención del Banco de la República. La mayoría de las entidades consultadas estima que la Junta Directiva del emisor mantendrá la tasa de interés inalterada en 9,25%, una decisión respaldada por el 78,9% de los analistas encuestados.
Este consenso no es menor. Refleja una percepción compartida sobre la necesidad de cautela en un entorno marcado por incertidumbre fiscal, presiones inflacionarias todavía persistentes y señales mixtas desde la actividad económica.
Solo el 21,1% de los analistas considera que podría haber un recorte moderado de 25 puntos básicos, lo que indica que, si bien algunos sectores ven espacio para una relajación monetaria, la mayoría prioriza la estabilidad.
Uno de los aspectos más relevantes del informe y posible decisión del Banco de La República es el equilibrio entre lo que las entidades consideran técnicamente recomendable y lo que anticipan como decisión efectiva del Banco Central. De los 19 analistas consultados, 16 coinciden en que la decisión prevista es también la adecuada, mientras que solo tres se ubican en lo que ANIF denomina “brechas” entre lo técnico y lo político. En términos prácticos, esto significa que hay una alineación general entre la evaluación técnica y la lectura política del contexto económico.
El comportamiento de la inflación también ayuda a explicar esta postura. Aunque se ha registrado una leve desaceleración —la inflación anual cerró mayo en 5,05%, bajando 11 puntos básicos respecto a abril—, el ritmo ha sido lento y no del todo consistente.
Los alimentos, por ejemplo, siguen presentando incrementos y la inflación proyectada para cierre de año se ubica aún en 4,5%, por encima del rango meta del Banco de la República. Según proyecciones, la convergencia con la meta del 3% solo se alcanzaría en 2026.
La actividad económica, por su parte, muestra señales mixtas. El crecimiento sigue presente, pero con un comportamiento desigual entre sectores. Mientras el comercio y los servicios financieros muestran dinamismo, el sector industrial y el agro presentan contracciones.
Esto ha llevado a que la brecha del producto —indicador que mide la diferencia entre el PIB potencial y el observado— se mantenga en terreno negativo, con una mediana proyectada de -0,5%, lo que sugiere una economía aún por debajo de su capacidad plena.
¿Bajarán las tasas de interés en Colombia?
En cuanto a la votación dentro de la Junta del Banco de la República, los analistas también anticipan un posible disenso. El 78,9% considera que tres de los siete miembros votarán en contra de la decisión mayoritaria, siendo Germán Ávila, Laura Moisá y César Giraldo los más mencionados como potenciales disidentes. En contraste, una sola entidad —Lulo Bank— espera una votación unánime, en favor de una reducción de tasas.
A este contexto interno se suma el impacto del entorno internacional. La Reserva Federal de Estados Unidos ha mantenido su tasa de interés en 4,5% por cuarta vez consecutiva, pese a un leve repunte de la inflación. En Europa, el Banco Central Europeo recortó sus tasas en abril, buscando consolidar la convergencia hacia la meta de inflación. Sin embargo, las tensiones geopolíticas y el aumento de medidas proteccionistas siguen afectando la estabilidad global.
Presiones al Banco de La República
Pero el factor que más parece condicionar las decisiones del Banco de la República es el deterioro de la situación fiscal del país. El Marco Fiscal de Mediano Plazo, recientemente presentado por el Ministerio de Hacienda, muestra un déficit del 7,1% del PIB para 2025, muy por encima del 5,1% previsto en el Plan Financiero a inicios del año.
La activación de la cláusula de escape de la regla fiscal, que permite al Gobierno aumentar el gasto ante situaciones excepcionales, ha generado preocupación entre los analistas y podría traducirse en mayores tasas de interés exigidas por los inversionistas.
“El incumplimiento reiterado de la regla fiscal y un ajuste ambicioso pero incierto podrían incluso comprometer la renovación de la Línea de Crédito Flexible del FMI”, advierte el informe de ANIF. Además, existe el riesgo de una rebaja adicional en la calificación crediticia del país, lo que encarecería aún más el costo de financiamiento.
Este viernes 27 de junio se reúne la #JuntaBanRep y a partir de la 1:15 p. m. se realizará la rueda de prensa. Siga la transmisión en nuestras redes sociales 📱, página web y canal de YouTube 👉 https://t.co/aNumBbcHHL pic.twitter.com/2i0hbzJqGJ
— Banco República 🇨🇴 (@BancoRepublica) June 25, 2025
En este contexto, los analistas prevén que la tasa de política monetaria cerrará el año en 8,5%, un ajuste más conservador que en meses anteriores. A pesar de la leve reducción de la inflación y el crecimiento puntual en algunos sectores, el entorno fiscal y global impone límites claros a la política monetaria expansiva. Por ello, el Banco de la República deberá sopesar cuidadosamente los datos económicos positivos frente a las presiones externas y fiscales para definir su próximo movimiento.
La reunión del 27 de junio será clave para observar si el emisor continúa con un ciclo gradual de recortes o decide mantener la tasa como herramienta de estabilidad frente a un entorno cada vez más complejo. Las expectativas están claras: la mayoría apuesta por la prudencia.