Parece que al país poco le importa, que se quiebren dos aerolíneas en menos de 40 días y de manera irónica y ni siquiera con un tinte político, los más perjudicados son los colombianos menos favorecidos.
EDITORIAL
Para muchos economistas, analistas, académicos, políticos y toda la camada de personas interesadas en la política nacional, quienes hoy, tratan de desconocer lo que ha llevado a esta insostenible situación económica, en toda su estructura.
Es que la devaluación de nuestra moneda, a pesar, de que algunos medios de comunicación de manera irresponsable, dicen: “el dólar cae ligeramente en Colombia», “el dólar no tiene piso”, “el dólar se desplomó”, “el dólar en caída libre”, desconociendo que seguimos teniendo un dólar absolutamente costoso $1.000 por encima de lo que debería estar; tenemos una inflación que sigue creciendo sin tregua.
No consideramos correcto los planteamientos del gobierno, que dicen, que ya la inflación empezó a bajar, todas las entidades reguladoras, las agencias estatales; están fácilmente, capturados por intereses particulares y por influencias políticas. La última reforma tributaria fue especialmente cruel con las aerolíneas y con los colombianos que han venido pagando impuestos.
A estos colombianos que los terminaron de clavar más, porque este gobierno, como los anteriores, fue incapaz de aumentar la base gravable, fue incapaz de bajar el IVA y de convertirlo en un impuesto plano, para todos los productos, bienes y servicios y prefirió seguir cargando a las empresas y prefirió clavarle otra vez el IVA del 19% a los tiquetes, el IVA del 19% del combustible; a un combustible que ha subido considerablemente por el desmonte del fondo de estabilización de precios del crudo, un impuesto de renta corporativo de los más altos del mundo 35%.
Sin mencionar, las tasas aeroportuarias, todo lo acontecido con Avianca y viva que se manejó de una manera perversa, todo eso llevó a que los avances que había tenido Colombia en los últimos 10 años, en materia de democratización, esa palabra que tanto le gusta el actual gobierno, democratización del turismo, de poder montar en un avión los millones de personas que por primera vez montaron en un avión gracias a viva Air o a Ultra Air todo eso hoy se fue a un precipicio.
Porque lastimosamente este gobierno y también hay que decirlo parte tienen gobiernos anteriores, pero, sobre todo este gobierno, tienen una inquina personal con la empresa privada. Todo aquel empresario, todo aquel emprendedor, toda persona que tenga un empleo privado y que no dependa del Estado, parece ser su enemigo y el objetivo es hacerle la vida imposible.
¿Por qué? ¿Cuál es la razón?, están siendo no solamente incoherentes, sino que, todos los que votaron por las personas que hoy están en el poder tienen que darse cuenta, que no solamente volar, se va a volver más difícil, se va a volver más caro y solamente van a poder acceder a ese servicio quienes tienen altos ingresos económicos. Esa viajadera ir a conocer al mar, ir a conocer el eje cafetero, hasta salir del país se va a volver imposible.
Esto sucede porque estamos solamente con dos aerolíneas y una y media más funcionando en Colombia; cuatro aerolíneas para ser concretos: Satena, Easy Fly, Avianca y Latam, no hay más, lo otro es muy pequeño.
De manera que tendría que esto debería tener las alarmas encendidas en todo el país, pero la gente está mirando hacia otro lado, esas personas pobres, los menos favorecidos, los que todos cayeron en ese discurso, en ese embeleco populista de que Colombia había que darle un revolcón, para devolver la potencia de la vida y del turismo. ¿Cuál turismo sin aerolíneas?, ¿Cuál turismo con inseguridad? ¿Cuál turismo si la gente hoy está viendo cómo Colombia retrocedió 20 años en todos los frentes?. Es insostenible, la actual situación es muy preocupante y lo peor de todo es que la gente, aún crea, que acá no está pasando nada.
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