Se ha escuchado a altos funcionarios del gobierno con doctorado en economía, afirmar que no es justo que el consumo de los ricos no pague impuestos.
Por: Cecilia López
Este parece ser el lema de la nueva Reforma Tributaria que presentará el gobierno al Congreso de la República, bajo el seudónimo de una Reforma Fiscal. De lo que se trata es de darle una señal a las calificadoras de riesgo para que el país no pierda el grado de inversión por el incremento en el déficit fiscal que muestran las cuentas del gobierno.
Sí, es cierto, el gobierno requiere recursos eso nadie se lo niega, la pregunta es cómo los obtiene y cuando. Por el momento, como siempre el gobierno tantea la opinión pública mandando señales confusas para medir ex ante la reacción del público. Por lo que se sabe, antes del informe de los expertos contratados para este tema, se sabe que el punto fuerte es un aumento del IVA a productos de la canasta familiar con argumentos que un estudiante de primer semestre de economía no se atrevería a plantear.
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Se ha escuchado a altos funcionarios del gobierno con doctorado en economía, afirmar que no es justo que el consumo de los ricos no pague impuestos. Todos sabemos sin necesidad de tener un doctorado, que quienes asignan un porcentaje altísimo de su ingreso a estos productos básicos son los pobres porque para los ricos ese gasto es mínimo. Por consiguiente, estos sectores serán los que recibirán el golpe mayor con el alza del IVA a la canasta de productos básicos.
Lo que sorprende es que el gobierno no parta de sus mismos datos para promover decisiones de esta naturaleza. En un documento reciente del DNP señalan con graficas como está la gente en Colombia: pobreza 42% es decir subiendo con respecto al 2019, 42%; vulnerables 29% bajando porque se volvieron pobres. Pero la suma de estos dos grupos es 71%, es decir la gran mayoría del país o está bajo la línea de pobreza o tiene ingresos que apenas la superan. Viven con lo mínimo para satisfacer necesidades básicas o tienen ingresos probablemente obtenidos en la informalidad, apenas por encima de lo que reciben los pobres.
Cómo es posible que sus mismos datos no los hagan caer en cuenta del empobrecimiento en que está la sociedad colombiana y decidan quitarle parte de esos ingresos con impuestos. El cuento de la devolución del IVA es eso, un cuento, porque si de verdad les van a devolver este impuesto a pobres y vulnerables, hasta ahora podrían llegar máximo a 2 millones cuando entre pobres y vulnerables podrían ser ¾ partes del país. Como eso no lo pueden hacer porque además no se justificaría ese impuesto, el mensaje es clarísimo, al caído caerle.
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Por qué no hacen lo obvio, que los individuos ricos que nunca aportan al Fisco, por primera vez dejen de evadir o eludir y contribuyan entre otras porque han perdido muy poco en medio de esta crisis o simplemente se han enriquecido algunos de ellos. Pero como son los financiadores de la próxima campaña presidencial no se pueden tocar. Es más fácil al caído caerle porque ese sector sigue sin voz y cuando la expresa son castrochavistas, comunistas y todo eso que, en esta elite tan goda, asusta.