La designación de Armando Benedetti como el próximo embajador de Colombia ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con sede en Roma, Italia, representa un nuevo capítulo en su carrera política y diplomática.
La hoja de vida de Benedetti, un exembajador de Venezuela, fue publicada oficialmente en la página de la Presidencia de Colombia, marcando su retorno al Gobierno de Petro tras varios meses de especulaciones sobre su futuro rol.
La decisión del presidente Gustavo Petro de asignar a Benedetti un alto cargo diplomático llega tras su salida del cargo de embajador en Venezuela, un movimiento desencadenado por un escándalo relacionado con audios y mensajes intercambiados con Laura Sarabia, su exasesora y entonces jefe de gabinete. Estas conversaciones, reveladas por SEMANA, sugerían posibles irregularidades en la financiación de la campaña presidencial de Petro.
En estos audios, Benedetti confesó haber contribuido significativamente a la campaña, tanto en términos financieros como en la movilización de apoyo electoral en la Costa. Esta confesión ha hecho de Benedetti una figura central en las discusiones sobre la financiación de la campaña de Petro en 2022, resaltando su profundo conocimiento de las operaciones de campaña y las tensiones dentro del equipo.
¿Qué se sabe del regreso de Armando Benedetti al Gobierno de Gustavo Petro?
Se habían dado múltiples versiones a lo largo de estos siete meses en los que estuvo marginado del Ejecutivo. Había soñado como reemplazo de Luis Fernando Velasco como ministro del Interior e incluso algunos lo pusieron a sonar en la Defensa. Sin embargo, nunca se materializaron dichas posibilidades.
La reintegración de figuras como Benedetti y Sarabia, quien fue asignada al Departamento de Prosperidad Social (DPS) en septiembre, sugiere una estrategia de recuperación y reutilización de talentos experimentados dentro de la administración Petro, a pesar de las turbulencias pasadas. Durante los meses de su ausencia, se especuló ampliamente sobre el posible retorno de Benedetti a la arena política, incluso sugiriéndose su nombramiento como ministro del Interior o incluso en el Ministerio de Defensa, roles que habrían marcado un regreso directo al núcleo del poder ejecutivo. Sin embargo, estas posibilidades nunca se concretaron.
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