Así convirtieron a Monómeros en botín político, ¿⁠Terminará en manos de nitrofer?

Monómeros se enfrenta a un futuro incierto en medio de disputas políticas y empresariales. La crisis financiera y la posible venta de la empresa ponen en riesgo el desarrollo petroquímico de Colombia, dejando dudas sobre el impacto en el mercado de fertilizantes.

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Monómeros Colombo Venezolanos S.A, la emblemática empresa petroquímica con sede en Barranquilla, enfrenta un nuevo capítulo de incertidumbre tras una serie de decisiones políticas y empresariales que la han debilitado.

Lo que alguna vez fue una filial clave de Pequiven, la estatal venezolana de fertilizantes, hoy se encuentra al borde de una posible venta a precio de saldo.

Detrás de este escenario ha sonado constantemente Jorge Luis Pacheco Hernández, un ingeniero que, según varias versiones, ha transitado entre los gobiernos de Iván Duque y Juan Guaidó, y que ahora estaría negociando con el señalado testaferro de Nicolás Maduro, Álex Saab, para adquirir la empresa.

Jorge Luis Pacheco es egresado de la Universidad de Carabobo, ha sido una figura recurrente en la historia reciente de Monómeros. En 2019, pocos días después de que Juan Guaidó se autoproclamara presidente interino de Venezuela, Pacheco entregó una carta al entonces canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, solicitando el congelamiento de los activos de la compañía.

En ese momento, el ingeniero era cercano a Voluntad Popular, partido del opositor Leopoldo López, y mantenía lazos con el Centro Democrático, el partido gobernante en Colombia en aquel entonces.

Su relación con Monómeros se consolidó cuando el gobierno de Iván Duque impidió la llegada de Ronald Alexander Ramírez, gerente designado por Maduro para la empresa, y entregó su administración a Guaidó. No obstante, lejos de representar un rescate institucional, la gestión de la oposición venezolana resultó plagada de irregularidades y favorecimientos políticos.

Monómeros, en vez de fortalecerse, comenzó a debilitarse, mientras Pacheco pasaba de asesor a proveedor de la compañía mediante la Unión Temporal Génesis, un consorcio con presencia en el paraíso fiscal de Delaware.

El informe más reciente de La Superintendencia de Sociedades mostró que con corte a septiembre de 2024, Monómeros tuvo pérdidas por $83.227 millones y, en parte, por esta razón se confirmó el máximo grado de supervisión.

En una entrevista con el diario La República, Pacheco explicó que este año están perfilando un análisis con un jugador del mercado que les permita hacer la compra de ciertos activos tangibles e intangibles del jugador del mercado Monómeros Colombo Venezolanos.

Frente a los acercamientos con Saab, detalló que Sí han tenido acercamientos, «de hecho el Ministro de Industria fue la persona con la cual nos sentamos y expresamos nuestra intención de compra, precisamente por una preocupación en torno a la crisis que viene. Son temas confidenciales, pero sí hay altos requerimientos de capital para poder habilitar las plantas de Monómeros en un corto tiempo, porque tienen cierta urgencia de inversión en Capex, las líneas de crédito que requieren para poder abastecerlas son muy altas», puntualizó.

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El futuro incierto de Monómeros: Entre negociaciones y crisis financiera

La ascensión de Nitrofert y la disputa por Monómeros: A medida que Monómeros entraba en crisis financiera y reputacional, Pacheco aparentemente prosperaba. Actualmente, dirige Nitrofert, una empresa que ha ido ganando terreno en el mercado de fertilizantes y que recientemente suscribió un contrato de compraventa con Monómeros, en una operación que despierta serias dudas sobre sus intenciones.

¿Logrará Nitrofert poner en riesgo el capital económico de Monómeros?

Documentos obtenidos por medios de investigación revelan que Pacheco habría estado negociando con Álex Saab, el empresario colombiano que se enriqueció con el chavismo y que recientemente fue liberado en un intercambio de prisioneros entre Venezuela y Estados Unidos.

El objetivo parece claro: apropiarse de Monómeros a través de Nitrofert y convertirla en una sombra de lo que alguna vez fue. Con la empresa debilitada y sin una dirección clara, el camino para una toma hostil se allana, dejando en manos privadas lo que antes era un activo estratégico para la seguridad alimentaria de Colombia y Venezuela.

A principios de 2025 se filtraron a la prensa documentos sobre la posible venta de Monómeros. Aquí se evidencia que Nitrofert firmó un contrato de asistencia técnica con Monómeros que le otorga acceso a información financiera, jurídica y administrativa de la empresa y sus filiales.

A cambio, Nitrofert paga una cuota mensual de 15 millones de pesos durante 24 meses, lo que sin duda generó críticas dentro de Monómeros porque los ejecutivos temen que la información sea utilizada para obtener ventajas indebidas en la negociación.

La transacción está siendo monitoreada de cerca por las autoridades estadounidenses, mientras las tensiones entre los gobiernos de Colombia y Venezuela complican aún más el proceso.

Red de conexiones y un futuro incierto: El nombre de Pacheco, según fuentes consultadas que pidieron no ser reveladas, estaría vinculado a una red de influencias tanto en Colombia como en Venezuela. Durante la administración de Iván Duque, participó en la formulación del programa de gobierno del expresidente y cultivó relaciones con figuras clave de su gabinete.

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En paralelo, mantuvo cercanía con Voluntad Popular, lo que le permitió influir en las decisiones sobre Monómeros cuando esta pasó a manos del gobierno interino de Guaidó.

Su actual cercanía con el gobierno de Gustavo Petro, evidenciada por una reunión en Nueva York durante la Asamblea General de la ONU en 2023, genera nuevas interrogantes sobre el futuro de Monómeros.

La empresa, que sigue bajo la supervisión de la Superintendencia de Sociedades de Colombia, enfrenta un panorama incierto, con un mercado de fertilizantes cada vez más dominado por Nitrofert y su red de aliados.

Por qué es importante: Monómeros no solo es una empresa clave para la producción de fertilizantes en Colombia y Venezuela, sino que también representa un caso emblemático de cómo las disputas políticas y empresariales pueden poner en jaque la estabilidad de una compañía estratégica.

Su deterioro podría impactar la producción agroindustrial y el acceso a insumos esenciales para la agricultura.

Contexto: Desde que Colombia desconociera el gobierno de Nicolás Maduro en 2019, Monómeros pasó a manos del interinato de Juan Guaidó. Sin embargo, en lugar de representar una administración eficiente, la compañía fue debilitada por intereses políticos y empresariales.

La decisión de la Superintendencia de Sociedades de Colombia de someterla a control en 2021 fue un intento de frenar su deterioro, pero no logró detener el avance de Nitrofert y otras empresas competidoras.

El destino de Monómeros sigue siendo incierto. Mientras el gobierno de Gustavo Petro no ha dado una posición clara sobre su futuro, Nitrofert y su red de influencias siguen avanzando en el mercado de fertilizantes.

Si la empresa es vendida o absorbida, representará el fin de una era para la producción petroquímica en Colombia y un nuevo triunfo para quienes han sabido moverse en los pasillos del poder, sin importar el color político de sus aliados.

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