La madrugada del lunes 10 de junio quedará marcada por una nueva ola de violencia en el suroccidente de Colombia. En apenas una hora, cuatro atentados con explosiones que sacudieron distintos puntos de Cali, la capital del Valle del Cauca, mientras que múltiples atentados y hostigamientos se registraron en al menos seis municipios del Cauca.
Las autoridades atribuyen la autoría de los hechos al grupo disidente de las Farc conocido como la columna Jaime Martínez, al mando de “Iván Mordisco”, uno de los jefes del Estado Mayor Central (EMC).
Ola de atentados en Cali y Cauca: disidencias de las FARC desatan violencia
Durante la madrugada de este martes, al menos cuatro detonaciones con cilindros bomba se reportaron en zonas urbanas de Cali. Los estallidos ocurrieron en los barrios Meléndez, Marroquín, Manuela Beltrán y Los Mangos, todos con alta densidad poblacional y actividad comercial. La explosión en Meléndez dejó una víctima fatal: un hombre que cuidaba motocicletas en la zona murió como consecuencia de la onda explosiva.
Horas después, hacia las 3:00 a.m., las autoridades hallaron dos cilindros bomba más en la vía entre Cali y el municipio de Andalucía, y otros dos en la carretera hacia el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, ubicado en jurisdicción de Palmira. Las autoridades lograron neutralizar estos explosivos antes de que detonaran, evitando una tragedia mayor.
En Buenaventura, el principal puerto del Pacífico colombiano, una granada fue lanzada contra un CAI (Comando de Atención Inmediata) de la Policía en el barrio El Pailón, generando alarma entre los habitantes, aunque sin reporte de víctimas.
Cauca: una ofensiva que no se detiene
La violencia también se intensificó en el vecino departamento del Cauca. El primer ataque ocurrió en El Bordo, cabecera de Patía, donde un carro bomba explotó frente a la Secretaría de Tránsito, muy cerca de la estratégica vía Panamericana. La detonación causó severos daños materiales en la Alcaldía, varias viviendas y establecimientos comerciales, pero no dejó personas heridas.
Poco después, un segundo carro bomba estalló en el parque principal de Corinto, al norte del departamento, seguido por un ataque armado contra la estación de Policía con ráfagas de fusil.
Otros actos violentos se registraron en Buenos Aires (norte del Cauca), con el lanzamiento de una granada; en la base militar de Timbiquí, sobre el litoral pacífico; y en zona rural de Miranda, donde hubo enfrentamientos con la Fuerza Pública.
En Caloto, un francotirador asesinó al patrullero Jair Gonzalo Gurrute, de 24 años, mientras cumplía labores de vigilancia. El joven agente se convierte en la víctima más reciente de una ofensiva que no da tregua.
Gobierno responde: “Estamos golpeando el corazón de Mordisco”
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, confirmó que los ataques son obra de la columna Jaime Martínez del EMC, disidencia de las Farc comandada por “Iván Mordisco”. Según el funcionario, la arremetida es una represalia por la intensificación de operaciones militares en el estratégico Cañón del Micay.
“Estos actos terroristas son respuesta a la ofensiva de las Fuerzas Armadas en el suroccidente del país, estamos llegando al centro neurálgico de las estructuras de “Mordisco” en el Cañón del Micay y la manera de aliviar presión es efectuando actos terroristas”, dijo el ministro Pedro Sánchez.
A pesar del complejo panorama de seguridad, el presidente Gustavo Petro mantiene su visita programada a Cali este martes 11 de junio. El motivo de su presencia es respaldar una marcha sindical en apoyo a la consulta popular que el mandatario ha propuesto, a pesar de la negativa del Senado.
“El presidente no tiene sitios vedados en Colombia”, afirmó el ministro de Defensa, subrayando que las condiciones de seguridad están garantizadas para el jefe de Estado.
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