En el marco de la V Conferencia Internacional de Biocombustibles celebrada en Santa Marta, fue presentado un innovador vehículo híbrido que funciona con bioetanol de caña de azúcar, completamente producido en Colombia.
Esta propuesta, que integra tecnología automotriz de punta y una fuente de energía renovable nacional, marca un importante paso en la ruta hacia una movilidad más limpia, eficiente y respetuosa con el medioambiente.
Este modelo, presentado ante representantes del sector energético, automotriz y gubernamental, ha sido diseñado para utilizar mezclas de biocombustibles superiores, superando el estándar actual de E10 (10% de bioetanol mezclado con gasolina) que rige en el país.
Según expertos del sector, Colombia podría adoptar en un futuro cercano mezclas como E27 o incluso E100, lo que significaría un cambio sustancial en términos de reducción de emisiones contaminantes.
Innovación automotriz impulsa el uso de biocombustibles en Colombia: vehículo híbrido con bioetanol de caña

Una tecnología pionera con sello colombiano: El vehículo híbrido cuenta con un sistema que le permite combinar el funcionamiento de un motor eléctrico con uno de combustión interna adaptado al uso de bioetanol.
Entre sus características técnicas se destacan un motor de hasta 1.8L VVT-iE, que trabaja en conjunto con un motor eléctrico de 72 caballos de fuerza y un torque de 16,6 kgf.m, lo que garantiza un desempeño eficiente, incluso en condiciones exigentes.
El uso de bioetanol de caña como fuente energética no solo disminuye la dependencia de combustibles fósiles, sino que también mejora el rendimiento del motor, reduce la opacidad del humo, minimiza la oxidación del aceite y optimiza el funcionamiento de vehículos de carga.
Según estudios recientes, el uso de mezclas E100 puede reducir hasta en un 70% la huella de carbono de un vehículo, consolidando así su papel como una solución efectiva para mitigar los efectos del cambio climático.
Beneficios ambientales y sociales: Para Carolina Rojas, presidente ejecutiva de la Federación Nacional de Biocombustibles, esta tecnología representa un hito para el país en el proceso de transición energética.
“Estamos ante una oportunidad para consolidar el uso de mezclas superiores de biocombustibles, aprovechando un recurso 100% colombiano que proviene de nuestros campos. El bioetanol no solo reduce las emisiones de CO₂, sino que también genera desarrollo económico en las regiones productoras”, afirmó.
La producción de bioetanol a partir de la caña de azúcar fortalece la economía rural, impulsa el empleo y aporta a la seguridad energética nacional.
Según cifras del sector, los biocombustibles pueden reducir en hasta un 99% las emisiones de material particulado, lo que se traduce en beneficios significativos para la salud pública, especialmente en zonas urbanas con altos niveles de contaminación.
Hacia una nueva matriz energética: Diego Gaitán Rebolledo, gerente de Industria y Desarrollo de Bioenergy S.A.S., destacó que Colombia ya cuenta con la infraestructura necesaria para avanzar hacia mezclas superiores de biocombustibles.
“Tenemos la capacidad instalada y la experiencia técnica para realizar esta transición. Los beneficios no solo son ambientales, sino también económicos y sociales. Apostar por energías limpias es una decisión estratégica para el país”, aseguró.
Este desarrollo también se alinea con los objetivos del Gobierno Nacional de reducir en un 51% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.
En ese contexto, los biocombustibles líquidos como el bioetanol de caña se presentan como soluciones de corto plazo que pueden generar resultados inmediatos, a diferencia de otras alternativas que requieren una implementación más compleja o costosa.
Visión regional y proyección internacional: Desde la industria automotriz, la apuesta por el uso de energías alternativas ya es una realidad. En palabras de Roberto Braun, director de Relaciones Públicas de Toyota Brasil, “Colombia tiene el potencial para liderar en Latinoamérica la adopción de esta tecnología.

La experiencia que hemos desarrollado en países como Brasil nos permite adaptar soluciones que combinan distintas fuentes de energía de forma eficiente”.
Este enfoque integral demuestra que la transición energética no solo depende de grandes inversiones en infraestructura, sino también de decisiones estratégicas que integren producción agrícola, innovación tecnológica, políticas públicas y participación ciudadana.
Pedagogía e innovación al servicio del país: Durante todo el año, el vehículo estará recorriendo diferentes regiones del país como parte de una campaña educativa para concienciar sobre las ventajas del uso de biocombustibles y promover el conocimiento sobre el funcionamiento de esta tecnología.
La iniciativa busca acercar a los ciudadanos a los conceptos de movilidad sostenible, explicar el papel de la caña de azúcar en la producción de energía limpia y fomentar un consumo más responsable.
La presentación de este modelo híbrido con bioetanol marca un punto de inflexión en la conversación nacional sobre energías renovables y transición energética. Con recursos locales, tecnología probada y un modelo replicable, Colombia se posiciona como un referente en América Latina en el camino hacia una movilidad sostenible y un futuro bajo en carbono.