El presunto atentado se presentó en la madrugada de este martes en el noroeste del país, zona que vive el conflicto armado entre múltiples fuerzas entre ellas las adeptas a Bashar al-Asad y Estado Islámico.
Por: Natalia Tangarife Salazar.
Aunque no se conoce con certeza quien propició el ataque, algunas autoridades y ONGs lo atribuyen a fuerzas gubernamentales, quienes presuntamente usaron un gas tóxico aún no identificado distribuido por vía aérea y dejando 58 muertos, 11 de ellos niños.
La totalidad de las víctimas que fueron atacadas mientras dormían, son civiles. La mayoría fueron trasladadas a hospitales de las que 67 murieron, en su mayoría por asfixia. Según el balance de las víctimas realizado por el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), las cifras de muertos podrían aumentar por la gravedad de los heridos. Según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, uno de los hospitales que atendía a los afectados del ataque fue bombardeado.
El ataque coincide con el inicio de una conferencia de dos días en Bruselas sobre el futuro de Siria auspiciada por la Unión Europea y Naciones Unidas.