En una movida inesperada que ha sacudido los cimientos del comercio internacional, China ha decidido bloquear la venta de activos portuarios globales por un valor aproximado de 23.000 millones de dólares.
China bloquea venta de puertos clave en el canal de Panamá: impacto en la inversión global y la seguridad nacional
El acuerdo anunciado, contemplaba la venta del 90% de sus participaciones en los puertos de Balboa y Cristóbal, situados en el Canal de Panamá. Además, se incluía la cesión de participaciones mayoritarias en otros 43 puertos distribuidos en 23 países.
La transacción, valorada en 22.800 millones de dólares, fue presentada como una estrategia para que CK Hutchison redujera su exposición a activos en regiones políticamente sensibles.
Sin embargo, la reacción de Pekín no se hizo esperar. El periódico estatal Ta Kung Pao calificó la venta como una traición a los intereses nacionales, acusando a CK Hutchison de actuar por afán de lucro sin considerar las implicaciones para la seguridad nacional.
Este artículo, aunque posteriormente eliminado, reflejó la profunda preocupación de las autoridades chinas respecto al control extranjero en infraestructuras críticas.
La Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena de China inició una revisión antimonopolio del acuerdo, citando preocupaciones sobre la competencia en los mercados de transporte marítimo. Esta investigación ha llevado al retraso indefinido de la firma del acuerdo, que originalmente estaba prevista para el 2 de abril.
Además, las autoridades chinas han instruido a las empresas estatales a suspender nuevos acuerdos con negocios vinculados al magnate hongkonés Li Ka-shing, propietario de CK Hutchison. Esta medida refuerza la presión sobre la empresa para que cancele la venta de los puertos panameños.
La venta también ha sido objeto de críticas en medios pro-Pekín, como el Hong Kong Ta Kung Pao, que instó a cancelar el acuerdo, describiéndolo como una cooperación con la estrategia de EE.UU. para contener a China.
La administración del presidente estadounidense Donald Trump había expresado su preocupación por la influencia china en el Canal de Panamá, sugiriendo que la venta de los puertos podría ser beneficiosa para contrarrestar dicha influencia.
Este episodio destaca las complejas dinámicas geopolíticas y económicas en juego. Mientras las grandes potencias compiten por influencia en rutas comerciales clave, las inversiones extranjeras en infraestructuras críticas están bajo un escrutinio sin precedentes.
La decisión de China de bloquear la venta subraya su enfoque estratégico para proteger sus intereses nacionales en un entorno global cada vez más interconectado y competitivo.
De esta manera aumentan las tensiones, desde que el consorcio liderado por la firma financiera estadounidense BlackRock quien, según información, había acordado adquirir el 90% de las acciones de Panama Ports Company, filial de Hutchison Ports, responsable de la operación de los puertos de Balboa (en el Pacífico) y Cristóbal (en el Atlántico).
El presidente Donald Trump, en su segundo mandato desde enero de 2025, ha intensificado su retórica sobre la necesidad de recuperar el control de la región canalera. Durante su discurso inaugural, el mandatario afirmó que no permitiría que «ninguna potencia extranjera hostil» pusiera en riesgo el tráfico marítimo.
Si bien la adquisición por parte de BlackRock podría representar una mejora en la infraestructura y operación portuaria, también pone a prueba la capacidad de Panamá para navegar en un entorno global cada vez más polarizado. Con la revisión regulatoria china en curso y el proceso de aprobación gubernamental pendiente, el desenlace de esta operación aún está por definirse.
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