«Bajo el liderazgo de Peña Bernal, con muchas voces en contra, la Triple A retomó en 2020 el manejo directo de la operación de todo el servicio de aseo en la ciudad, que estaba tercerizado por la firma Aseo Técnico.»
Por: José David Name
Cuando apenas la Sociedad de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Barranquilla S.A. (Triple A) empezaba a levantar cabeza, luego de los hechos de corrupción que mancharon su imagen y dejaron en evidencia un descalabro millonario fraguado desde el viejo continente con la ayuda de locales, conocemos por los medios de comunicación, la nueva decisión de la junta directiva de realizar un cambio en la Gerencia General.
La intempestiva determinación llegó acompañada de múltiples cuestionamientos por parte de todos los sectores, que no hallan justificación para la salida de Guillermo Peña Bernal de la Gerencia General de la Triple A, y quienes además alertan preocupados por el futuro de la compañía, que empezaba a mostrar sobresalientes resultados de gestión.
Según el informe de cierre de año entregado por la empresa, durante el 2020 se obtuvieron ingresos por más de 618 mil millones de pesos, un 10% más que en el año 2019 y utilidades por más de 90 mil millones de pesos, que corresponden a un 30% más que el año anterior. También, se entregaron regalías al Distrito de Barranquilla por más de 36 mil millones de pesos; así como la reducción de una deuda de 200.000 millones de pesos con los bancos a menos de 100.000 millones al cierre del año, entre otros logros.
Bajo el liderazgo de Peña Bernal, con muchas voces en contra, la Triple A retomó en 2020 el manejo directo de la operación de todo el servicio de aseo en la ciudad, que estaba tercerizado por la firma Aseo Técnico. A pesar de los interrogantes que se generaron alrededor de esta acción por el escándalo reputacional a cuestas y las inversiones que se requerían para cumplir con todas las condiciones de infraestructura sanitaria y tecnología avanzada, necesaria para la recolección del aseo, la transición se logró con éxito.
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Entre los muchos interrogantes que nos genera la salida de Guillermo Peña, encontramos algunos como: ¿Por qué si todo iba tan bien como decían, la junta directiva exigió un cambio en la administración de la empresa?, ¿Hay nuevos problemas en la administración de la Triple A?, ¿Por qué los socios clase B solicitaron a la Contraloría una investigación con un informe de la situación de la Triple A?, ¿Qué está sucediendo al interior de la empresa?. Hace falta claridad acerca de las causas reales de la renuncia del gerente y de lo que está sucediendo con esta empresa de servicios públicos que ha sido muy maltratada.
Estaremos muy atentos de los resultados de la Actuación Especial que está realizando la Contraloría General de la República sobre la Triple A, para entre otras cosas, evaluar la gestión contractual de las vigencias 2018, 2019 y 2020 y verificar que las operaciones financieras y presupuestales relacionadas con los contratos suscritos se hayan llevado a cabo de conformidad con los principios de economía, eficacia y eficiencia. Los barranquilleros exigimos conocer la realidad de la Triple A.
Sería grave confirmar que los rumores que acompañan el cambio de la gerencia son ciertos y que esta renuncia fue presionada porque obstaculizaba intereses particulares, que no tenían cabida en la política de eficiencia de la administración saliente. Así como también, que la denuncia que el exgerente habría realizado contra del excontralor Jesús María Acevedo, por recomendar la contratación de una firma de abogados para que asumiera procesos en su contra en la Contraloría, influyera en su salida.
Nos preocupa que estos nuevos inconvenientes que han surgido terminen afectando la empresa y que el cambio en la gerencia sea contraproducente sobre todo ahora, cuando se empezaba a recuperar la confianza del sector financiero. Pedimos transparencia y garantías en la continuidad de la prestación de un servicio de calidad en Barranquilla y los 14 municipios del Atlántico. No vamos a permitir que regresen las malas prácticas gerenciales a la Triple A, mucho menos que se vuelva a jugar con el patrimonio colectivo.