Viendo todo lo que está pasando en nuestro país, no encontré mejor forma para expresar lo que siento que escribir estas líneas a quién es hoy, sin quererlo, el protagonista de una historia que parece repetirse sin fin en nuestro país.
Querido Miguel,
Hoy quiero escribirte estas líneas para que, cuando despiertes, puedas leerlas y no te pierdas ni un solo detalle de lo que ha ocurrido durante estos días en los que estás luchando por tu vida.
El sábado, al enterarnos de la horrible noticia, el país entero quedó en shock. No lo podíamos creer. Parecía irreal, una pesadilla. Nos devolvió a una Colombia oscura, una que creíamos haber dejado atrás. Una época marcada por la violencia, las bombas, el miedo y el terror. Mi generación nunca pensó vivir algo así, algo que solo conocíamos a través de los libros de historia.
Desde ese momento atroz, una cadena de milagros ha protegido tu vida. Dios te tiene para cosas grandes y vas a poder romper ese ciclo de violencia que te tocó vivir desde que tenías tan solo 4 años. Esta vez, el bien vencerá al mal. Todos estamos alzando la voz para exigir que este acto cobarde no quede impune.
Tus compañeros de Congreso, de Partido y todos los colombianos en general estamos muy conmovidos con todo esto, pero al mismo tiempo llenos de esperanza. Cuando te despiertes vas a poder ver el cariño tan especial con el que la gente te ha acompañado todos estos días en la clínica. Desde el día del atentado, la clínica se ha convertido en un santuario de niños, adultos y personas mayores que llegan con rosarios, flores, lágrimas y oraciones.
No te alcanzas a imaginar el sentimiento tan profundo que has despertado. El país está unido en oración por tu salud. Los medios de comunicación no se han movido ni un solo segundo de la clínica esperando la buena noticia de que te despertaste bien.
Tu equipo publicó el video que dejaste preparado para cuando el presidente Petro firmara su «decretazo» con el objetivo de convocar la Consulta Popular. El jueves, tu bancada presentó la demanda contra ese decreto, así como las denuncias contra el presidente y sus ministros, que habías dejado listas antes del atentado. Incluso en la situación en la que estás sigues demostrando tu rigurosidad y compromiso con el servicio público.
Este domingo haremos la Marcha del Silencio. Vamos a inundar las calles para que ninguna familia colombiana tenga que vivir lo que la tuya está viviendo, por nuestros soldados y policías, por las víctimas de la violencia y por la defensa del país. Caminaremos con respeto, con dolor, pero también con firmeza. Porque lo que te pasó no puede repetirse y no permitiremos que el Presidente Petro siga desgarrando el amor patrio que nos identifica como nación.
Con cariño,
Laura Naranjo