América Latina enfrentará un 2025 de bajo crecimiento regional, con un crecimiento regional proyectado de apenas 2,2%, el mismo nivel registrado en 2024 y esperado para 2026. Sin embargo, dentro de este panorama moderado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) destaca a diez países que impulsarán la expansión de la región, entre ellos Guyana y Argentina, que encabezan la lista.
Crecimiento regional: proyecciones de la Cepal
Guyana continúa siendo el país con el mayor crecimiento en la región, aunque su ritmo se desacelera de manera significativa. Tras un impresionante 43,6% en 2024, se espera que en 2025 crezca 10,3%, para luego repuntar nuevamente a 23% en 2026. Este comportamiento responde al desarrollo acelerado de su sector petrolero, que ha convertido a esta pequeña nación en una de las economías más dinámicas del mundo en los últimos años.
Otro caso llamativo es el de Argentina, que pasará de una contracción de -1,3% en 2024 a un crecimiento de 5% en 2025, lo que la posiciona como la segunda economía con mayor expansión en la región para ese año. Este resultado refleja un proceso de recuperación económica tras los ajustes implementados y el efecto base de la recesión anterior. Para 2026, el crecimiento se moderaría a 4%.
En tercer y cuarto lugar aparecen Panamá y Paraguay, con crecimientos previstos de 4,2% y 4,0% en 2025, respectivamente. Panamá sigue capitalizando su rol logístico y de servicios financieros, mientras que Paraguay se beneficia de su producción agropecuaria y energética. Ambos países mantienen perspectivas sólidas y estables hacia 2026.
Los países del Caribe también se destacan dentro del ranking. San Vicente y las Granadinas (4,0%), Granada (3,5%) y Antigua y Barbuda (3,5%) muestran un crecimiento por encima del promedio regional, impulsado principalmente por el turismo y las remesas. Estos resultados reflejan la recuperación sostenida del sector de servicios tras la pandemia.
Centroamérica: dinamismo moderado
En Centroamérica, Guatemala (3,6%) y Costa Rica (3,5%) mantienen un desempeño positivo, sustentado en la estabilidad macroeconómica y la atracción de inversión extranjera, en particular en sectores como la tecnología y los servicios. Ambos países reflejan un crecimiento moderado pero constante.
Por su parte, la República Dominicana, con un crecimiento estimado de 3,7% en 2025, continúa destacándose como una de las economías más dinámicas del Caribe. Para 2026, la Cepal espera una aceleración hasta 4,8%, lo que la convertiría en uno de los motores principales de la región.
En contraste con estos casos, el promedio regional revela una tendencia preocupante: América Latina crecerá solo 2,2% en 2025, sin mejoras frente a los años anterior y posterior. La Cepal ha advertido que este bajo dinamismo responde a la falta de inversión, la productividad estancada y las tensiones fiscales que atraviesan la mayoría de los países.
En este contexto, aunque algunos países logran sobresalir gracias a factores específicos como el petróleo, el turismo o los servicios financieros, la región en su conjunto enfrenta el reto de impulsar políticas que estimulen la inversión, la innovación y la integración productiva.
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