Cien días con una oposición miserable

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Por: Jaime Acosta Puertas

Un aire de cambio que la mayoría de colombianos soñamos, se empezó a respirar desde el acto de posesión del presidente Petro, el siete de agosto de 2022.  Un gabinete de matices políticos, con ministros avezados y otros novatos, pero todos inteligentes y comprometidos con las ideas de transformación del nuevo gobernante.

La abominable oposición de la ultraderecha uribista no se hizo esperar. Oposición que nada aporta y como aves carroñeras atacan todo gesto de cambio. La oposición es más culpable de la subida del dólar que las palabras del presidente y de algunos ministros, porque representan la saga de gobiernos de ultraderecha que condujeron a un déficit fiscal enorme y a una balanza del comercio internacional cada vez más negativa.

El dólar caro es por razones externas y sobre todo por la mala política económica de los últimos treinta años. Gaviria trajo el neoliberalismo, y el uribismo, incluidos Pastrana y Duque, construyeron un modelo de mercado deficitario, corrupto, rezagado, poco inteligente competitivo y productivo, ilegal, informal, violento y con una injusticia social en crecimiento exponencial.

Por eso cuando las calificadoras de riesgo y la banca internacional miran a Colombia, constatan que sus cuentas macroeconómicas están en rojo y siguen creciendo, piensan que la reforma tributaria es necesaria, de lo contrario sería una desastrosa expresión de unos milmillonarios miserables. Sin una buena reforma el crédito será a tasas más altas y el dólar cada vez más caro, haciendo la vida imposible a empresarios y ciudadanos, porque el neoliberalismo lo que hizo fue destruir aparato industrial y crear un sistema de importaciones con la falacia de que el consumidor sería el gran beneficiario con productos más baratos y de mejor calidad. Además, decían que las innovaciones las harían otros y que Colombia se ahorraría esa platica. Mentirosos, porque país que no innova paga más caro lo que compra porque el empresario innovador le carga al producto el valor de su esfuerzo en investigación y desarrollo.

La mentirosa oposición, jefa del mercado abusivo, petulante e importador, está al asecho de todo lo que diga el gobierno para magnificar errores menores a través de los medios de su bolsillo, y así atacar al presidente y su gobierno. El mercado, diabólica divinidad, con una masa de agentes por todos los rincones del estado, es el que se opone al cambio.

Las iglesias quieren seguir sin pagar impuestos, cuando se sabe, p.e., que los predicadores pentecostales son millonarios que viven de la plata que le sacan a pobres, incautos y desamparados. Estos chantajearon al gobierno: si no quitan el impuesto a sus negocios, impedirán la conciliación de la reforma tributaria en el Congreso de la República, para eso consiguieron a un godo uribista de la costa, como mensajero de la amenaza.

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Las petroleras y carboneras no hablan de los millonarios beneficios que han recibido por extraer, contaminar, exportar, o vender en el mercado interno. Ecopetrol, empresa que el uribismo se había tomado – ahora se la quitaron -, seguían atornillados al negocio de las perforadoras y de los oleoductos, y con una precaria agenda de transición a tecnologías limpias.

El sistema de energía eléctrica es un monstruoso sistema de mil negocios. Novecientos contratos han revisado y ajustado en 100 días de gobierno. El gobierno y su ministra de Minas y Energía están haciendo una evaluación y proyección de los recursos potenciales y de su preeminencia a un tiempo determinado, no indefinido, porque Colombia tenía una planeación energética con ideas más del pasado que del futuro.

La ministra ha aprendido que su cargo es político y que políticamente debe manejar su cartera. Nada tienen que ver Petro y Irene Vélez con las altas tarifas de energía eléctrica. Tampoco nada tienen que ver con la exploración y explotación indefinida del petróleo que venían proyectando Bayón y la Junta Directiva que ya se fue, porque esos negocios los armaron otros gobiernos.

Lo que sí han aprendido el presidente y su ministra es que la transición hay que hacerla gradual, y que también se debe armar como parte de la política de reestructuración productiva en el marco de un esfuerzo interministerial entre las carteras de industria, minas y energía, ciencia y tecnología, y hacienda para crear un sistema de energías alternativas que debe incluir la energía atómica, donde Colombia también tiene capacidades científicas.

Las petroleras y carboneras han ganado toda la plata del mundo. Es hora de que paguen más impuestos por su aporte al calentamiento global y porque los recursos que extraen son de la nación y no de ellos. La oposición uribista y no uribista, debe dar explicaciones pues han manejado el país como les ha dado la gana.

La ministra Corcho rápidamente aprendió que los micrófonos del mercado es mejor tenerlos a distancia, y aprendió que debe reiterar y dejar claro los mensajes para que no la tergiversen, considerando que el uribismo creó un sistema de salud negocio con un espantoso y poderoso aparato de desinformación al servicio de las EPS. Carolina y su presidente sabrán hacer un cambio gradual pero sostenido.

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El debate a la reforma de este sistema será tanto o más duro que el debate de la reforma tributaria. Está perforado, hace agua por todos los lados, y maneja recursos tres veces más grandes que la reforma tributaria. Salvar lo bueno no será difícil, lo difícil será cerrar los ductos de corrupción y superar la idea de que es ante todo y después de todo, un negocio. Difíciles también serán los ajustes en la formación, investigación y desarrollo, estabilidad y oportunidades para el personal médico, de investigación y demás. Asimismo, para crear una soberanía en vacunas, medicamentos, dispositivos y en algunos aparatos que configuran una industria de salud de alta complejidad. La oposición uribista, de ultraderecha, en sus años de mal gobierno, destruyeron, por el negocio de las importaciones, las posibilidades de disponer de un sistema científico, tecnológico y productivo más autónomo en torno a los servicios de salud. El desarrollo de la salud será otro tema interministerial entre las carteras de salud, industria, ciencia y tecnología, y hacienda.

Las fallas de coordinación que magnifican los medios adversos, pueden ser ciertos, y en parte son culpa de algo con lo que no se puede estar de acuerdo: el incumplimiento del presidente. Si hubiera llegado cinco horas antes al cónclave de Hatogrande, los problemas de cohesión y de comunicación se habrían subsanado hace días.

Con la rancia oposición Colombia perdió imagen internacional, porque prácticamente desapareció de la agenda internacional. A nivel latinoamericano destruyó las agendas construidas, y creo otras tan perversas por lo malas y estúpidas.

El presidente Petro ha vuelto a darle protagonismo y presencia internacional a Colombia: es acogido, escuchado y respetado. Su discurso por la Amazonía y la protección de los recursos naturales, asociados a la reforestación para parar su desertificación, es lo más humano y racional porque un 2% más de destrucción del subsistema amazónico, sería el punto de no retorno para salvar el pulmón más grande del mundo en el cinturón ecuatorial del planeta.

Ahora la irracional oposición se dedicará a atacar el plan nacional de desarrollo que esta semana el gobierno presentará al Consejo Nacional de Planeación. Estoy seguro que será un texto maravilloso: una ventana al futuro. Lo comentaré con libertad e ilusión.

Las columnas de opinión de Jaime Acosta Puertas son tomadas de www.confidencialcolombia.com

@acostajaime

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