Con 180 votos a favor, Colombia fue elegida hoy por la Asamblea General de Naciones Unidas como miembro no permanente del Consejo de Seguridad para el periodo 2026-2027, marcando su octava participación en este organismo clave para la seguridad y la paz internacionales.
Panorama general: La elección se llevó a cabo en la Asamblea General, el órgano que reúne a los 193 países miembros de la ONU, donde Colombia fue seleccionada para representar al grupo de América Latina y el Caribe. El respaldo casi unánime fue resultado de un consenso previo dentro del bloque regional, que permitió asegurar la candidatura colombiana con un apoyo contundente.
Colombia sustituirá en el Consejo a Guyana y compartirá asiento con Panamá, cuyo mandato también es rotatorio y se extiende hasta diciembre de 2027.
Además de Colombia, en esta jornada fueron elegidos otros miembros no permanentes: República Democrática del Congo y Liberia, que reemplazarán a Argelia y Sierra Leona respectivamente; Letonia, en sustitución de Eslovenia; y Baréin, que tomará el lugar de Corea del Sur. Todos comenzarán su mandato a partir del 1 de enero de 2026.
Colombia asume un rol clave en el Consejo de Seguridad de la ONU para el periodo 2026-2027
Por qué es importante: El Consejo de Seguridad de la ONU está integrado por quince miembros: cinco permanentes con derecho a veto —Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Reino Unido— y diez miembros no permanentes que ocupan asientos rotatorios. Estos últimos se distribuyen según criterios geográficos, asignando plazas a los grupos de Europa Occidental, Europa Oriental, Asia-Pacífico y pequeñas islas, África y América Latina-Caribe.
A pesar de ser el máximo órgano ejecutivo de la ONU responsable de mantener la paz y la seguridad internacional, existe un amplio consenso internacional sobre la necesidad de reformar el Consejo. Este órgano mantiene una estructura heredada de la posguerra que otorga una sobredimensionada representación a los países europeos, mientras regiones vitales como Asia, África y América Latina reclaman una presencia más proporcional a su peso demográfico y político.
Las discusiones sobre la reforma incluyen propuestas para ampliar el número de miembros permanentes e incluso asignar nuevos asientos a potencias emergentes como Brasil, Sudáfrica, Japón, Alemania e India. Sin embargo, estas iniciativas no han logrado consenso, especialmente respecto a la delicada cuestión del derecho de veto, cuyo mantenimiento por los cinco miembros permanentes ha paralizado en numerosas ocasiones la toma de decisiones del Consejo, como lo evidencian los conflictos en Gaza y Ucrania.
Colombia y su rol histórico en el Consejo
La elección de Colombia para este nuevo periodo refuerza su trayectoria como actor influyente en los debates sobre seguridad internacional, derechos humanos y solución pacífica de conflictos. Colombia ha sido miembro no permanente del Consejo en siete ocasiones previas: 1948-1949, 1952-1953, 1955-1956, 1969-1970, 1989-1990, 2001-2002 y 2011-2012.
Esta experiencia acumulada le otorga a Colombia un conocimiento profundo de los mecanismos multilaterales y una voz relevante en el escenario global, especialmente en temas de paz, seguridad y desarrollo sostenible.
La nueva etapa comenzará el 1 de enero de 2026 y se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2027, periodo durante el cual Colombia podrá contribuir activamente a las discusiones y decisiones que impactan la estabilidad internacional, reafirmando su compromiso con los principios fundacionales de la ONU.
Lea también:Subsidio funerario: cuánto dan, cómo reclamarlo y quién puede hacerlo