Colombia entre F16 Y Gripen

Se quiera o no el gobierno colombiano tendrá que renovar su obsoleta, vieja y aparatosa flota de aviones Kfir,. Aunque la resistencia política será máxima es una necesidad imperante que el país tiene por encima de todo.


Por: Redacción 360 Radio

Los aviones Kfir solamente son operados en Colombia, Ecuador y Sri Lanka, cuestan 4,5 millones de dólares cada uno, apenas se han construido 212 y son originarios de Israel, en donde ya están retirados. Son aviones que cumplieron hace varios años su ciclo, incluso han cobrado la vida de varios pilotos colombianos. Tienen un notorio desgaste pues las 12 unidades fueron compradas en los años 80 y de segunda mano, ya habían sido operadas por la fuerza aérea israelí. Pese a que han sido remodelados, estandarizados, y hasta repotenciados hoy son fácilmente derrotables por cualquier avión, incluso vecino.

Los famosos «cachorro de león» como ya mencionamos son obsoletos y deben ser reemplazados. El gobierno colombiano desde Juan Manuel Santos hasta el día de hoy ha tenido este pendiente encima de la mesa. De hecho, en la primera reunión del presidente Santos con Donald Trump, el mandatario colombiano le mencionó que estaba muy interesado en renovar la flota aérea por unos F16, esto como aliciente para que la reunión fluyera en el mejor sentido posible, finalmente esta compra nunca se concretó. También existen multinacionales suecas como Saab que han ofrecido los caza Gripen al Estado colombiano pero tampoco han tenido mayores resultados que los beneficien.

La Fuerza Aérea Colombiana había lanzado la alerta de la necesidad de renovación para el 2019, para este año el país ya tendría que estar recibiendo sus nuevos aviones o en su defecto aviones de segunda mano pero que todavía no son una realidad. Podemos remontarnos al escándalo que se armó porque algunos generales y congresistas planteaban la necesidad de comprar un sistema de defensa antiaérea que tampoco se concretó gracias a la oposición férrea de la izquierda hacia esta compra. 

Los aviones Kfir solamente son operados en Colombia, Ecuador y Sri Lanka, cuestan 4,5 millones de dólares cada uno, apenas se han construido 212 y son originarios de Israel, en donde ya están retirados. Son aviones que cumplieron hace varios años su ciclo, incluso han cobrado la vida de varios pilotos colombianos. Tienen un notorio desgaste pues las 12 unidades fueron compradas en los años 80 y de segunda mano, ya habían sido operadas por la fuerza aérea israelí. Pese a que han sido remodelados, estandarizados, y hasta repotenciados hoy son fácilmente derrotables por cualquier avión, incluso vecino.

Los famosos «cachorro de león» como ya mencionamos son obsoletos y deben ser reemplazados. El gobierno colombiano desde Juan Manuel Santos hasta el día de hoy ha tenido este pendiente encima de la mesa. De hecho, en la primera reunión del presidente Santos con Donald Trump, el mandatario colombiano le mencionó que estaba muy interesado en renovar la flota aérea por unos F16, esto como aliciente para que la reunión fluyera en el mejor sentido posible, finalmente esta compra nunca se concretó. También existen multinacionales suecas como Saab que han ofrecido los caza Gripen al Estado colombiano pero tampoco han tenido mayores resultados que los beneficien.

La Fuerza Aérea Colombiana había lanzado la alerta de la necesidad de renovación para el 2019, para este año el país ya tendría que estar recibiendo sus nuevos aviones o en su defecto aviones de segunda mano pero que todavía no son una realidad. Podemos remontarnos al escándalo que se armó porque algunos generales y congresistas planteaban la necesidad de comprar un sistema de defensa antiaérea que tampoco se concretó gracias a la oposición férrea de la izquierda hacia esta compra. 

El avión que ofrece la multinacional sueca Saab es un 39 Gripen, son cazas ligeros, monomotores, fueron desarrollados a finales de los años 80 y son considerados cazas de cuarta generación. Han tenido contratos para reforzar la fuerza aérea húngara, tailandesa, brasilera, checa, sudafricana, entre otras.

Aunque la tecnología sueca y la fabricación de estos aviones ha sido comparable con la de Estados unidos y Rusia no ha salido bien librada, Boeing sigue siendo uno de los líderes en fabricación de aviones de guerra junto con Lockheed Martin. El coste del programa de aviones Gripen es de aproximadamente más de mil millones de euros, cada avión cuesta unos 85 millones de dólares. Se necesitarían comprar aproximadamente 24 de estas unidades y ajustar todo el programa de defensa que tiene el país hacia estas nuevas aeronaves.

La necesidad de los aviones es imperante, el ejército está bien equipado, armado y es exitoso, pero tiene que tener una fuerza aérea correspondiente a su altura. Tener aviones de combate, aviones cazas es una necesidad que no se puede excusar.

La otra empresa es Lockheed Martin, está presente en Colombia pues los helicópteros Sikorsky y Black Hawk tienen preponderancia en la fuerza aérea colombiana. El F16 es uno de los aviones más populares del mundo, son monomotores que todavía están en servicio, han sido construidas más de 4.500 unidades, una hora de vuelo puede costar 20.000 dólares. Su evolución ha sido constante, hoy tienen operaciones en Estados Unidos, Japón y otras zonas, es uno de los aviones más laureados y admirados a nivel mundial. Además tiene usuarios desde Bahrein, pasando por Bélgica, Chile, Irak, Noruega, Portugal, Singapur incluso hasta la misma Venezuela, nuestro vecino también opera con aviones F16.

El gobierno colombiano, el gobierno de Iván Duque, deberá meterse la mano al bolsillo para hacer esta compra, sea de Gripen o F16, la propuesta que más se acerque a la necesidad del Estado colombiano y al presupuesto. De tal manera Colombia se podrá poner medianamente a la vanguardia. Hoy el F16 puede estar en un costo de 70 millones de dolares cada uno y la compra del gobierno colombiano estaría por el orden de 28 o 35 aviones.

La Fuerza Aérea Colombiana había lanzado la alerta de la necesidad de renovación para el 2019, para este año el país ya tendría que estar recibiendo sus nuevos aviones o en su defecto aviones de segunda mano pero que todavía no son una realidad. Podemos remontarnos al escándalo que se armó porque algunos generales y congresistas planteaban la necesidad de comprar un sistema de defensa antiaérea que tampoco se concretó gracias a la oposición férrea de la izquierda hacia esta compra. 

El avión que ofrece la multinacional sueca Saab es un 39 Gripen, son cazas ligeros, monomotores, fueron desarrollados a finales de los años 80 y son considerados cazas de cuarta generación. Han tenido contratos para reforzar la fuerza aérea húngara, tailandesa, brasilera, checa, sudafricana, entre otras.

Aunque la tecnología sueca y la fabricación de estos aviones ha sido comparable con la de Estados unidos y Rusia no ha salido bien librada, Boeing sigue siendo uno de los líderes en fabricación de aviones de guerra junto con Lockheed Martin. El coste del programa de aviones Gripen es de aproximadamente más de mil millones de euros, cada avión cuesta unos 85 millones de dólares. Se necesitarían comprar aproximadamente 24 de estas unidades y ajustar todo el programa de defensa que tiene el país hacia estas nuevas aeronaves.

La necesidad de los aviones es imperante, el ejército está bien equipado, armado y es exitoso, pero tiene que tener una fuerza aérea correspondiente a su altura. Tener aviones de combate, aviones cazas es una necesidad que no se puede excusar.

La otra empresa es Lockheed Martin, está presente en Colombia pues los helicópteros Sikorsky y Black Hawk tienen preponderancia en la fuerza aérea colombiana. El F16 es uno de los aviones más populares del mundo, son monomotores que todavía están en servicio, han sido construidas más de 4.500 unidades, una hora de vuelo puede costar 20.000 dólares. Su evolución ha sido constante, hoy tienen operaciones en Estados Unidos, Japón y otras zonas, es uno de los aviones más laureados y admirados a nivel mundial. Además tiene usuarios desde Bahrein, pasando por Bélgica, Chile, Irak, Noruega, Portugal, Singapur incluso hasta la misma Venezuela, nuestro vecino también opera con aviones F16.

El gobierno colombiano, el gobierno de Iván Duque, deberá meterse la mano al bolsillo para hacer esta compra, sea de Gripen o F16, la propuesta que más se acerque a la necesidad del Estado colombiano y al presupuesto. De tal manera Colombia se podrá poner medianamente a la vanguardia. Hoy el F16 puede estar en un costo de 70 millones de dolares cada uno y la compra del gobierno colombiano estaría por el orden de 28 o 35 aviones.

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