La disminución constante de la inflación en Colombia durante los últimos diez meses ha generado especulaciones sobre la posibilidad de un recorte de tasas de interés por parte del Banco de la República en febrero. Sin embargo, las opiniones de los analistas están divididas respecto a la viabilidad y la conveniencia de esta medida.
El exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, ha instado al Banco de la República a llevar a cabo un recorte extraordinario de 50 puntos básicos en la reunión de este mes. Ocampo argumenta que la baja inflación, especialmente entre los hogares más pobres, justifica una acción más agresiva para estimular la economía.
Esta postura ha sido respaldada por el actual ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien señala que la mejora en el poder adquisitivo de los hogares pobres es un indicador positivo que debería ser aprovechado mediante una reducción de las tasas de interés.
Banco de la República y expertos económicos expresan su preocupación si se baja la tasa de interés en el país
Sin embargo, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villa, ha expresado preocupaciones sobre la posibilidad de recortes de tasas demasiado rápidos, advirtiendo sobre los riesgos que podrían surgir de una acción precipitada.
A pesar de estas opiniones divergentes, la Junta Directiva del Banco de la República no tiene programada una decisión sobre política monetaria para febrero. Esto no ha impedido que los analistas hagan sus propias proyecciones.
Algunos expertos, como Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa, anticipan un recorte de 50 puntos básicos en la próxima reunión del Emisor. Otros, como David Cubides de Alianza Valores, sugieren la posibilidad de recortes más agresivos, incluso de hasta 100 puntos básicos.
Sin embargo, Adrián Garlati, director de la carrera de Economía de la Universidad Javeriana, y Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, adoptan una postura más cautelosa. Garlati sugiere que la incertidumbre económica aconseja prudencia, mientras que Olarte señala que la institucionalidad del Banco de la República podría inclinar la balanza hacia una estrategia más moderada.
La incertidumbre persistente y las variables económicas en constante cambio plantean desafíos tanto para los formuladores de políticas como para los inversores, quienes aguardan con atención la próxima reunión del Banco de la República y la posible decisión sobre las tasas de interés.